esta hermosa novela se trata de una mujer que dejó de vivir sus sueños juventud por dedicarse a sacar adelante a sus hermanos también nos muestra que que no importa la edad para conseguir el amor.
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capitulo 6
Victoria intentó zafarse de los brazos del hombre, pero él la sostuvo con firmeza al ella mirar que no tenía escapatoria se llenó de valentía y lo quedó mirando directamente a los ojos señor Quintero qué es lo que quiere de mí o más bien por qué no me dice a qué está jugando, te quiero a ti esa respuesta había hecho que ella bajara la mirada.
Pues no puedo decirte victoria que estoy enamorado de ti porque sería una mentira, pero sí quiero confesarte que me atraes mucho Gracias señor Quintero, pero no estoy buscando tener sexo con usted ni con nadie más bien dígame para qué me necesitaba el hombre miró que la mujer estaba a la defensiva así que la atrajo hacia él con delicadeza regalándo le un abrazo no siempre las personas están para atacarte y tampoco para hacerte daño me lo dice el hombre que desde que lo conocí que no hace mucho por cierto siempre tiene una cara de hierro y con la mirada tú no sabes si correr o quedarte ahí porque es demasiado intimidante que con su estatura y su elegancia te hace sentir pequeño.
Al escuchar lo que la mujer había dicho él la soltó se sentó en su asiento tomó un lapicero en la mano y comenzó a darle vuelta su expresión no había cambiado no siempre lo que se ve por fuera es lo que realmente es dijo por fin no siempre las personas que llevan una sonrisa significa que son amables o que sean buenas personas tampoco no siempre las personas que sonríe significa que sean felices así que no te confunda mi seriedad ni todo eso que has dicho de mí porque el día que te regale una sonrisa será porque realmente me nace.
No te la daré con hipocresía, sino con el alma Victoria se quedó callada al escuchar todo lo que el hombre le había dicho pues miró que cada palabra que él decía tenía razón ella siempre tenía una sonrisa en los labios y por dentro era una mujer infeliz, lo siento señor Quintero no quise ofender lo tampoco hacerlo sentir mal, pero ahora sí para qué me necesitaba el hombre volvió y la recorrió con la mirada y le dijo tome asiento al ella tomará asiento donde él le había señalado él se quedó un largo rato con la cabeza hacia abajo mirando unos papeles mientras la miraba disimuladamente la mujer era sencilla, pero no había que ser al divino El imbécil de su tío franco le había dejado una gran desconfianza con los hombres.
Enrique de la torre al llegar a la inmensa mansión de la familia de la torre y mirar el letrero grande con su apellido el hombre dio un gran suspiro mientras le abrían la inmensa reja condujo despacio y al bajarse así mismo caminó con lentitud mirando cada detalle que había en ella algunas cosas habían sido cambiadas, mientras el mayordomo le abría la puerta y a la misma vez le daba la bienvenida el hombre ingresó a la casa sentada en una silla estaba su madre que desde que había muerto su padre hacía nomás tres años había cambiado muchísimo no era la misma mujer que él había conocido.
Esa mujer prepotente arrogante y que pocas veces mostraba una muestra de cariño ahora se veía más humana el hombre se acercó a su madre tomó su mano y le regaló un suave beso¿cómo estás?, madre la mujer con una mirada cansada y a la misma vez triste muy bien solo dijo, mientras dijo aquella frase una lágrima comenzó a rodar por su mejilla la cual el hombre rápidamente limpió no tienes que estar triste mi padre donde está cuidando de ti lo sabe cierto.
La mujer no lloraba por la pérdida de su esposo sino por lo mala madre que había sido a pesar de que no había sido una excelente madre ahí estaba él tomando su mano mirándola con ternura y eso era lo que más le dolía lo siento hijo mío dijo su madre mientras dijo aquellas frases ya no había una lágrima si no muchas no he sido una buena madre tampoco una buena abuela lamento no haberte apoyado cuando perdiste tu esposa sé que tu hijo me odia y ese odio me lo he ganado a pulso.
Quisiera devolver el pasado y comenzar de cero, pero como ves el tiempo no retrocede él sigue avanzando y a medida que avanza tenemos que ir cambiando o empeorando digamos que yo fui una de las personas que no avancé de buena manera Diana que estaba en la escalera había escuchado todo lo que la mujer había dicho la mujer había bajado con elegancia arrogancia y quizás con la misma altanería que había tenido su abuela cuando era joven se acercó a donde estaba su abuela y ni siquiera se tomó la molestia de saludar a su tío con vos altanera solo dijo si llego a la edad de mi abuela y me ven de esa forma quiero que me pegues un tiro lo entiendes.
Enrique quedó mirando de arriba abajo a su sobrina Diana y no era nada parecida a su madre su cuñada Raquel era una mujer dulce amable y ella no tenía absolutamente nada de su madre Diana cómo estás miro que el divorcio te ha sentado muy bien estás hermosas Gracias eso ya lo sé querido tío, pero si piensas reprocharme no pierdas tu tiempo no me iba a quedar con un hombre fracasado no nací para eso el hombre miró que la mujer no sabía que Sergio Guzmán no había perdido su empresa porque su hijo se había asociado con él y ahora era una empresa muy próspera.
Victoria llevaba mucho rato sentada y el hombre no decía nada señor Quintero me piensa decir para qué me necesitaba o va a seguir leyendo sus papeles tú conoces una persona que pueda venir a pintar las habitaciones de otro color claro que sí eso es perfecto la primera habitación que pintaré es la mía y luego el resto entonces los quiero ver mañana aquí tú estarás al pendiente de todo.
No se preocupe señor Quintero que soy yo la que pintaré toda su finca el hombre miró que era muchísimo trabajo y rápidamente se negó olvídalo tú sola no lo harás necesito hombres haz caso cree usted que una mujer no es capaz de hacer este trabajo claro que sí, pero esta finca es muy grande y tú sola sería abuso de mi parte la mujer miró que el hombre tenía razón está bien.
Se paró de donde estaba sentado dejando los papeles a un lado tomó la mano de la mujer y le dijo te mostraré cómo quiero que quede mi habitación ella se tensó tranquilízate nunca en mi vida he abusado de una mujer siempre que he estado con una ha sido por decisión propia la mujer intentó relajarse y siguió al hombre al llegar a la habitación era enorme a pesar de que ella conocía cada rincón de esa casa a esa habitación nunca había entrado.