REENCARNE EN UNA SALVAJE

Náhu: yo… aun no lo se

Jeinnys: mientras el universo te da la respuesta yo les daré una lección (no dejare que nos toquen, ni mucho menos iban a dañar a la única amiga que había encontrado en aquella isla, el frío comenzó a escurrirse por mis dedos, primero apenas perceptible, luego en oleadas invisibles que me helaron las muñecas, el suelo de tierra bajo mis pies se cubrió de escarcha, y una neblina blanca emergió a mi alrededor, los guerreros retrocedieron asustados)

Guerrero 1: ¿Qué brujería es esta?

Jeinnys: (el macancan gritó, blandiendo su lanza, levante la mirada, mis ojos brillaron con un resplandor azul helado, congele las sogas que me ataban, se congelaron al instante y se hicieron polvo, un movimiento de mi mano y el cuenco del chamán se endureció, transformándose en un bloque de hielo que cayó al suelo y estalló en pedazos, el fuego de las antorchas chisporroteó y murió en un segundo, sofocado por una ráfaga gélida, la tribu entera quedó paralizada, Náhu me miraba con el rostro pálido, entre fascinada y aterrorizada)

Náhu: Tú… ¿Eres hija de los dioses?

Jeinnys: (respiraba con dificultad, el hielo consume mucha energía, desgarraba mi cuerpo como si no estuviera hecho para sostener semejante poder, pero no me detuve, con un movimiento final levante un muro de hielo que nos separó de los guerreros, y tire de la mano de Náhu) corre

Náhu: te sigo, ¿puedes correr?, luces cansada

Jeinnys: sigue corriendo (Las dos escapamos en la confusión, perdiéndonos entre la espesura de la selva, con los gritos de los indígenas resonando detrás, aun cansada en increíble que Náhu no pueda llevarme el ritmo, tengo que entrenarla, cuando nos detuvimos un momento ella me pregunto con hilo en su voz

Náhu: ¿Qué eres en realidad?

Jeinnys: creo que un monstruo, aun no la tengo completamente clara (Pero en el fondo sabía que esa era solo una parte de la verdad, el aire de la selva parecía más denso que nunca, Náhu, corría con todas sus fuerzas, aún con mi mano aferrada a la suya, el eco de los tambores retumbaba a lo lejos, cada golpe un recordatorio de que no habíamos escapado realmente, La estúpida tribu nos perseguía)

Náhu: No se detendrán…. Te temen y lo que la tribu teme… lo destruye.

Jeinnys: (apreté la mandíbula, el frío seguía latiendo en mis venas, un recordatorio de lo que acababa de liberar, sabía que mi magia podía salvarnos, pero también que cada uso drenaba mi cuerpo como si le arrancaran fragmentos de vida, debo aprender a usar esta arma, o bueno yo soy mi propia arma, de pronto, un silbido cortó el aire, una lanza se incrustó en el árbol a unos centímetros de mi cabeza, tienen algún fetiche con la cabeza, no tengo pruebas, pero tampoco dudas, otra pasó rozándome el brazo, el dolor es intenso, pero lo ignore, pinche dolor, menos mal tengo mi barita mágica personal, el bosque se iluminó con antorchas, decenas de sombras se movían en todas direcciones, rodeándonos) nuevamente pase de depredador a presa, que patética

Náhu: deja de balbucear, mira ¡Aquí! (señale una grieta entre las rocas, muy oportuna)

Jeinnys: (Ambas nos deslizamos dentro, apenas lo suficientemente ancha para esconder dos cuerpos temblorosos, nos quedamos en silencio, escuchando los pasos apresurados y las voces que rugían afuera)

Guerrero 2: La bruja… El hielo maldito

Guerrero 3: Si no la detenemos, traerá la muerte a la selva

Náhu: ¿Y si tienen razón? nunca he visto un poder como el tuyo ¿Y si realmente eres un espíritu malo?

Jeinnys: (El comentario fue como un cuchillo, desvié la mirada, en mi vida pasada, había sido entrenada para soportar la tortura física… pero esas palabras dolían más que cualquier herida) No pedí esto, no sé por qué el hielo me eligió, solo sé que… si no lo uso, moriremos, si quieres irte puedes hacerlo, no te detendré

Náhu: Jei yo…….

Jeinnys: (Los pasos se alejaron poco a poco, pero el sonido de los tambores no cesó, la caza había comenzado y no terminaría hasta que nos atraparan, cerré los ojos y apoye la frente contra la piedra fría de la grieta, allí, en ese silencio sofocante, jure algo: No volvería a mostrar compasión, si la tribu me quería muerta, entonces verían hasta dónde podía llegar el invierno que cargaba en mis venas, sentí que, aunque aún temblaba, me sujetó la mano, no dijo nada más, pero en ese gesto silencioso estaba la respuesta: tal vez tenía miedo… pero no pensaba abandonarme) Ellos me llaman bruja… Entonces que prueben lo que significa despertar a un demonio de hielo

Náhu: estoy contigo

Jeinnys: (La noche cayó con la pesadez de una losa, los tambores de la tribu habían marcado el día entero y ahora, en la oscuridad, sus voces eran como un coro enfurecido que no buscaba palabras sino el furor de la caza, nosotras permanecimos escondidas hasta el límite de nuestras fuerzas; la grieta en la roca ya no era refugio sino tumba fría para los días en que podían esperar misericordia