En un mundo donde los Alphas están arriba de todo y los Omegas abajo, Aria Vance una trabajadora de un club exclusivo para Alphas dominantes, donde se ofrecen servicios para ayudarlos a liberar la carga de sus feromonas, siendo que todos los empleados de la servidumbre estrictamente son Betas, por lo cual ella tuvo que mentir en su sub genero para poder trabajar allí, escondida en la cocina como ayudante. Todo iba bien hasta que un día de trabajo una serie de eventos inesperados la pusieron frente a Liam Vidal, un Alpha dominante, que llevado por sus instintos se abalanza sobre ella. Después de allí comienzan a ocurrir sucesos que la obligan a correr lejos de la vida de aquel hombre, entre ellas es el hijo que ahora llevaba en su vientre.
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Capitulo 6. En lo profundo
La presión en su pecho le impedía respirar de forma adecuada, sus manos temblaban y su corazón latía fuerte, la única forma de poder aliviar todo ese dolor que sentía, era dejando que sus lágrimas salieran, quería gritar, pero no podía hacerlo, no allí, freten al doctor.
- Veo que se encuentra en shock – le dice el doctor viéndola afectada – por ahora, trate de descansar, la enfermera pasara más tarde para realizarle unos exámenes de rutina – le dice suspirando, sabiendo que no podía hacer nada por ella.
Después de que el doctor se marchó, Aria por fin pudo romper a llorar, cubriendo sus gritos con la almohada, tratando de asimilar todo lo sucedido, mientras buscaba la respuesta a lo que debía hacer de allí en adelante, ¿Qué le depararía el futuro?, tenía miedo.
Lloró hasta mas no poder, cuando sus ojos ya estaban cansados, hinchados y adoloridos, acompañado a eso, su garganta estaba en peor estado que antes.
Pasado un tiempo llego una enfermera, para tomar la muestra de sangre, seguida del personal de la cocina, quien dejo sobre la mesa de la esquina una bandeja con su comida, algo que Aria no quiso ni tocar.
- ¿Cuándo podré salir de aquí? – le pregunta a la enfermera, su voz era casi inaudible
- El doctor evaluará los resultados de los exámenes y decidirá si debe quedarse más tiempo o si ya puede ser dada de alta – le dice la mujer luego de terminar de tomarle la muestra.
- Entiendo – dice cabizbaja, sus fuerzas eran casi nulas
La enfermera se machó dejando nuevamente a Aria sola en aquella habitación, apenas cerro sus ojos, cayó en un sueño profundo, en él, nada de lo que ahora le estaba sucediendo había pasado, era como estar en la realidad al lado de su madre, visitándola en el hospital, viendo su sonrisa y escuchándola hablar de cualquier disparate, luego ir a trabajar en la cocina del club de forma normal, viviendo su realidad y pensado que todo lo demás fue solo un mal sueño, pero como siempre, todos los sueños se terminan en algún punto, regresándola a la cruda realidad.
Abrió los ojos y nuevamente vio aquel techo blanco, aunque ahora estaba decorado con los colores del atardecer que se filtraban por la ventana, se sentó y respiro profundo, sabía que debía afrontar esa realidad, pero era más fácil decirlo y pensarlo, que el hacerlo.
- Por fin despierta – se escucha una voz a su izquierda, rápidamente Aria volteo en esa dirección, en la esquina, sentado en un pequeño sofá, se encontraba un hombre de traje negro.
- ¿Quién es usted? – le dice Aria al hombre
- Yo soy Darius Vidal – le dice en tono formal – quizás usted no me conozca, pero yo la he estado estudiando durante todas estas horas – dice levantándose del sofá
- ¿Qué quiere conmigo? – le dice sintiendo un nervio recorrer su cuerpo - ¿Por qué motivo está interesado en mí? – le dice en estado de alerta
- Más que interés, diría que tengo un cabo suelto el cual atar – le dice viéndola fijamente – usted, jugó un juego muy peligroso, el cual no le permitiré ganar – le dice viéndola con desprecio
- ¿Juego?, no entiendo a qué se refiere – le dice confundida
- No finja inocencia, eso no funcionara conmigo – le dice lanzando una carpeta sobre las piernas de Aria – usted planifico todo el incidente con mi hijo Liam – le dice en tono severo
- ¿Plan?, ¿Liam?, ni siquiera se a quien se refiere – dice alterada
- Ya le dije que dejara de fingir – le dice haciéndola callar – en esa carpeta esta toda su mentira. Usted falsifico su identificación de género, con ello entro a trabajar en el club, qué conveniente, ¿no? – le dice dudando de Aria
- Eso fue porque…
- Ahórrese sus explicaciones rebuscadas – le dice molesto – no he venido aquí para escucharla hablar – le dice suspirando, tratando de calmar su molestia – estoy aquí porque la quiero lejos de mi hijo – le dice en tono imponente
- Q.… que, ¿Qué va a hacerme? – le dice asustada
- No la matare, si es lo que piensa – dice serio – lo que se hace en estos casos es levantar una denuncia, por la cual usted podría ir muchos años a prisión, falsificación de documentación, liberación de sus feromonas e incitación a un Alpha dominante – le dice de forma amenazadora – creo que el tiempo le daría muchos años, para pensar en ¿Qué fue lo que le salió mal? – su voz mostraba odio profundo, mientras veía a Aria sumirse en la desesperación – pero no lo hare, un escándalo de ese tipo es lo de menos que necesitamos, dado que Liam la marcó, abran muchas opiniones divididas, así que, estoy aquí para darle una salida de todo esto – le dice viéndola fijamente
- ¿Salida? – le dice confundida
- Comprare esa maldita marca, pero a cambio quiero que se marche de aquí y vuelva jamás – le dice con ira – tendrá todo el dinero que necesite para vivir su vida de forma cómoda durante un largo tiempo, un trato más que justo después de todo lo que ha hecho, ¿no le parece? – le dice
- Pe, pero yo no puedo…
- Si decide rechazar esta oferta, le aseguro que la próxima vez que nos veamos deseara no haberse negado a esta oportunidad – le dice viéndola de forma amenazante – piénselo bien, en la carpeta hay un número de teléfono, avise cuál será su decisión, tiene entre hoy y mañana para hacerlo – le dice caminando hacia la puerta – ah, lo olvidaba – se voltea a verla – ni siquiera piense en ir director a la prensa, es bien conocido lo mucho que les gusta victimizarse a ustedes los Omegas – le dice en tono despectivo, luego vuelve a retomar su camino – doctor, gracias por su trabajo arduo – le dice el hombre viendo al doctor tras la puerta y luego se marcha
Aria quedo sin palabras ante la conversación que acababa de suceder, sin poder decir nada ante los hechos que, aunque fueran mal interpretados, sin duda era verdad que ella había falsificado su identificación de género.
- ¿Qué debería hacer? – dice entre llanto, sin importarle que el doctor estaba allí viéndola
- Discúlpeme por intervenir en sus problemas – le dice el doctor en tono empático – pero creo que lo mejor para usted es aceptar a esa propuesta – les dice sintiendo pena por aquella paciente
- Pero, si lo hago estaría aceptando que yo planeaba manipular a ese hombre, y no fue así – dice desesperada
- Entiendo su posición, pero esas personas no van a entender razones, a los de arriba no les importa la palabra de los que están por debajo de ellos – le dice suspirando – y es peligroso estar en la mira de alguno de ellos, así que, a veces es mejor simplemente agachar la cabeza y aceptar las cosas como vengan – le dice
- ¿Cómo podría? – le dice cabizbaja.
- Debe poder, más ahora que tiene un propósito al cual proteger – le dice mostrándole los resultados de los exámenes – usted está embarazada – le dice viéndola fijamente.
Cuando estas bajo tierra e intentas subir, cavar hacia arriba no es una opción, entonces ¿Qué se hace en esos casos?, de esa forma se sentía Aria.
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En la primera saga que escribí sobre este genero (Omegaverse) se explicó que los omegas a diferencia de los Beta, muestran los signos de embarazo de forma rápida, ya que el embarazo tiene una duración menor a la de los Beta.