¿Qué Tiene De Especial?

Al ver que no respondía, la dama se puso cada vez más nerviosa. Normalmente, era la Nana Mu la que se ocupaba de las comidas del guardaespaldas de su Señorita, sin embargo, ella quería verlo y se ofreció voluntariamente a preguntar si ya quería almorzar.

Aunque el rostro del hombre era muy normal, sus ojos, cejas y aura le daban un encanto indescriptible que ella no pudo ignorar, era completamente de su gusto.

Se sintió atraída desde que lo vio hacía ya un mes, también sabía que a su Señorita parecía gustarle mucho jugar con él, pero no era más que eso, un juguete ¡Aún tenía una oportunidad!

-No.- Respondió Feng Lanxi con indiferencia antes de darle la espalda, su cuerpo firme soltó un aura fría y sombría, asustando un poco a la sirvienta.

La chica se mordió el labio inferior y retorcía con más fuerza el pañuelo. Este tipo no se habrá enamorado de su Maestra ¿verdad? Sería estúpido de su parte si lo hiciera.

Ella dio algunos pasos adelante y se acercó a él, tratando de ocultar su nerviosismo, le dijo con amabilidad -El Señor Feng necesita alimentarse sano, yo... quiero decir que me parece un hombre muy amable y de grandes sentimientos, incluso si siempre muestra frialdad, siento que es alguien de gran valor, por eso, me gustaría decir que... si el Señor Feng tiene sentimientos hacia la Señorita, es mejor que los deseche, personas como nosotros, solo obtenemos sufrimiento por mezclarnos con personas de una clase superior...

Feng Lanxi sintió la sinceridad en las palabras de la mujer y no pudo evitar mirarla, su aura cruel desapareció.

-Lo sé, conozco mi lugar.- Fue lo único que dijo antes de caminar hacia ella, indicándole con la mano que guiase el camino.

No sintió malas intenciones por parte de esta mujer, solo sinceridad y preocupación, a pesar de no conocerla y de que aún le tenía miedo, le dijo algunas buenas palabras, eso lo hizo sentirse un poco a gusto con ella.

-Todos en la villa sabemos que la Señorita solo juega con este pobre perro callejero para divertirse, no hay necesidad de decir cosas buenas sobre él, ni siquiera lo vale...- Una voz irritante vino desde el pasillo en el momento en el que ambos ingresaron por la puerta.

-... ¡Es tan triste y das lástima! Cuando la Señorita se aburra de ti, te lanzará como el asqueroso trapo sucio que eres.- La sirvienta que hablaba se burló con crueldad, mirando a la pequeña sirvienta y a Feng Lanxi con desprecio.

Esta era la sirvienta encargada de la Mansión, siempre había sido arrogante y dominante con las empleadas de bajo rango, y a la única que respetaba era la Nana Mu, sin embargo, cuando la mujer de mediana edad no estaba presente, amaba intimidar a los demás empleados.

La pequeña sirvienta bajo la cabeza con miedo y retrocedió, no tenía permitido ofender a la sirvienta de mayor rango, ella solo estaba encargada de la cocina.

Feng Lanxi ignoró completamente a esta molesta mujer bocona, encontrándola irritante, estaba listo para pasarla de largo cuando la escucho decir -Con el corazón cruel y despiadado de la Señorita, ni siquiera tú lograrías ganar algo de apoyo...

Las palabras de la mujer se detuvieron de golpe, todas quedaron atascadas en su garganta.

Una mano grande aprisionó su cuello, asfixiándola. Sus ojos miraron con horror a este tipo que por un momento pensó que le temería. El rostro del tipo estaba tan oscuro y sombrío que una sensación de miedo infinito la abrumo.

Sus ojos se llenaron de desesperación cuando el aire en sus pulmones comenzó a faltarle.

-¡Señor Feng, suéltela, a la Señorita no le gusta este tipo de conducta entre sus empleados!- La pequeña sirvienta trató de apartar a Feng Lanxi, sin embargo, el hombre era tan poderoso que no logró apartarlo ni un centímetro. Ella se asustó.

- Cómo subordinada, no deberías hablar sobre los pensamientos de tu Maestra, deberías decir cosas buenas de ella, no restregarla en el suelo como si fuese alguien mala. Debería matarte por tratar de ensuciar su nombre.- Las palabras de Feng Lanxi fueron duras y extremamente frías.

El rostro de la sirvienta se puso azul por la falta de aire, sus uñas se clavaron desesperadamente en las manos de Feng Lanxi, tratando de que soltara su agarre sobre su cuello.

-¿Qué sucede aquí?- Una voz estricta y seria vino desde el pasillo, haciendo que los ojos de la sirvienta brillarán con algo de esperanza.

-¡La Sirvienta Mayor dijo algunas cosas groseras sobre la Señorita, el Señor Feng se enojó porque ofendió a su Maestra!- Explicó apresuradamente la pequeña sirvienta, esperando de todo corazón que ella sí persuadiera al joven guardaespaldas.

Ella miró con ojos suplicantes a la Nana Mu, quién miraba a Feng Lanxi con firmeza, aunque en su corazón le tenía algo de miedo, no se permitió demostrarlo, sin embargo, la mirada helada del hombre cayó sobre ella, haciéndola temblar.

Sabía que esta persona era aterradora por su aura, sin embargo, cuando estaba enojado, daba incluso más miedo que su Señorita cuando estaba furiosa.

-Sólo escucho las órdenes directas de la Maestra, nadie más tiene derecho a darme una sola orden en este lugar.- La voz de Feng Lanxi no tenía ni un solo rastro de emoción.

Sus ojos cayeron sobre la sirvienta como si solo viese un muerto, un cadáver ya putrefacto y apestoso que necesitaba ser limpiado.

-Entonces te lo digo directamente, te ordenó que sueltes a la chica.- Una voz indiferente vino desde detrás de la Nana Mu, trayendo consigo alivio a las tres damas.

La mano de Feng Lanxi se apartó de inmediato del cuello de la sirvienta, quién ya tenía el rostro casi morado y comenzó a toser con fuerza en el suelo.

La Nana Mu se acercó apresuradamente a ayudarla, mirando con alivio a su Señorita.

Al parecer, ella es la única a la que el guardaespaldas Feng Lanxi escucha. Eso de cierta forma era aterrador.