MI AMAZONA

Natalia se encontraba frente a frente con el hombre con quien se suponía pasaría su vida, encontrarse en esa situación no era fácil de aceptar.

___ Aún puedes arrepentirte de cometer el error de casarte conmigo __ le dice Natalia a Santiago pensando que su actitud tenía frutos.

Santiago miraba a Natalia con ganas de darle un beso aún antes de que el sacerdote lo anunciará. Sonriente, se acercó y tomó sus manos y le dijo al oído: ___ No me arrepiento ni lo haré en el futuro. De hoy en adelante, te convertirás en "MI AMAZONA".

Natalia miró la seguridad de Santiago que la hizo dudar de poder recuperar su libertad. Ambos se pusieron de pie frente al sacerdote, quien empezó la ceremonia.

La misa avanzaba con solemnidad y emoción __ Por la autoridad que me ha sido conferida, declaró a Natalia y Santiago marido y mujer. Santiago puedes besar a tu esposa.

Santiago notó la incomodidad de Natalia, su mirada baja y su mano temblorosa.

Con una sonrisa, Santiago tomó la mano derecha de Natalia y la beso suavemente en la palma.

El gesto fue inesperado, pero lleno de amor y respeto. Natalia levantó la mirada, sorprendida por la delicadeza de Santiago. Por un momento, sintió un alivio en su corazón .

Mientras se retiraban del altar Natalia se cuestionaba la tranquilidad que sentía, debería sentirse tensa, pero allí estaba, del brazo de un hombre que le estaba generando una tranquilidad extraña.

La ceremonia terminó, los invitados disfrutaron del banquete, aprovechando para hablar de lo sucedido con Natalia. Las dos familias se reunieron en la sala de la casa cuando Natalia entró al salón, el señor Jiménez la esperaba hecho una furia.

____ Tú no entiendes lo que es disciplina, yo te voy a enseñar ___ dijo Osvaldo, mientras se le acercaba a Natalia con la intención de volver a golpearla.

Pero antes de que lo logrará, Santiago se interpuso por delante de Natalia.

___ Natalia ahora es mi esposa, no permitiré que nadie la maltrate, ni siquiera usted, señor Jiménez ___ dice Santiago, mostrando una personalidad que no le conocían.

___ No debes intervenir en esto, Santiago, te avergonzó frente a todo el pueblo___ dijo Rodolfo, quien también estaba furioso.

___ No sé dé que hablas, papá, Natalia no ha hecho nada malo, si te refieres a su vestido, no era con un vestido, con el que quería casarme, es ella la que ahora es mi esposa y no permitiré que la agredan____ dijo Santiago, sosteniendo con fuerza la mano de Natalia.

___ Está bien, por ahora lo dejaré pasar, pero debes dejarle claro a tu esposa los límites de la decencia y la etiqueta de nuestras familias ___ dice Osvaldo.

Los demás guardaron silencio, Richard y Marcos miraron a Natalia y con una sonrisa le aprobaron la intención de desafiar a su padre, pues ellos no se hubieran atrevido.

Osvaldo y Rodolfo se retiraron a la oficina, mientras que los demás se quedaron en la sala principal.

___ Hija, que cosas se te ocurren ___ dijo la señora Evelyn___ pero de igual manera estás hermosa, si no mira la cara de mi hijo.

Todos los demás soltaron una risa más calmada y Natalia.

Natalia logró soltar su mano sé la dé Santiago, le dolía un poco, pues Santiago no había medido su fuerza, lo único que quería era protegerla.

___ Hermanita, estás muy hermosa con ese traje, ¡baya tienes carácter!, Santiago, parece que no la tienes fácil ___ dice Marcos, como siempre con sus bromas en el momento más tenso.

___ Santi, hermano, estos son los boletos para viajar a tu luna de miel ___ comentaron las hermanas Reyes, entregándole el paquete de viaje

Santiago miró a Natalia, quien se encontraba de brazos cruzados mirándolo, con esa mirada de que algo trama.

___ Ni siquiera lo pienses, recuerda que te lo advertí, no quisiste aprovechar la oportunidad que te di, ahora no hay vuelta atrás. Di mi palabra de casarme contigo, nunca que sería tu mujer, no voy a ir a ninguna luna de miel, pues ir tú solo, por ahora me quedaré en esta casa, no te atravieses en mi camino. Cada uno vivirá su vida por caminos separados __ dice Natalia, dejando a todos con la boca abierta, ya no se podía esperar nada más.

___ Señorita, esta es la habitación del joven Santiago, y también ahora es suya, por favor pase. Ahora le traigo sus maletas ___ dijo la señora ama de llaves, quien era muy amable.

Natalia agradeció y sigilosamente entró a la habitación, miró a todos lados detallando cada objeto que veía, como se lo esperaba, era una habitación muy masculina. Pero lo que si le llamo la atención, fue el jardín de orquídeas detrás del gran ventanal de vidrio, el cual dejaba ver la variedad de especies. Se notaba que fueron puestas con mucho cuidado y sobre todo tenía un toque personal. Natalia miraba maravillada la variedad de sus plantas favoritas. Pero esa paz que respiraba fue interrumpida por Santiago.

___ ¿Te gustan?, hay muchas especies que aún faltan___ dice Santiago desde la puerta del ventanal.

Natalia amaba las orquídeas, pero no daría el gusto de que lo supiera, y aparte se le había ocurrido una idea genial para empezar a fastidiarlo.

___ Solo miraba, y si voy a vivir aquí, cambiaré muchas cosas de esta habitación, espero que no te moleste, de ser así, me lo puedes decir, con gusto me marcharé __ dijo Natalia, mirando por toda la habitación.

___ Puedes cambiar lo que quieras, incluso a mí, puedes volverme, valiente y decidido, como tu___ dice Santiago mientras empezaba a quitarse la camisa, Natalia miró dicha escena y sintió como se le aceleraba el corazón por un motivo desconocido por ella, prefirió, girarse para quedar de espaldas.

___ ¿Qué haces?, te dije claramente, que de mí no obtendrás nada __ dice Natalia, manteniéndose rígida.

Santiago se acercó asta quedar pegado a ella.

___ ¿Qué te estás imaginando?____ Santiago a pesar de sentir muchos deseos cada vez más intenso por ella, nunca la forzaría a nada.

Natalia sintió un escalofrío en todo su cuerpo, pero no permitiría que se diera cuenta de ese momento de debilidad.

___ Dejaré todo muy claro, sobre lo que cambiaré, la decoración es de muy mal gusto, y lo principal dormiré en la cama, tú dormirás en otro lugar, no importa cuál sea, respetaras mi privacidad y no puedes entrar sin tocar la puerta. Para explicarme mejor esta ya no es tu habitación, ¿entiendes? ____ dijo Natalia, dejando muy claro su punto de vista.

____ Acepto tus condiciones, dormiré en el sillón, si necesitas algo me lo haces saber ___ contestó Santiago. Estaba dispuesto a darle todo, entregarle el mundo a sus pies.

Natalia se pasó toda la semana remodelado la habitación, en mucho era para pasar tiempo, para Santiago es toda una tortura tenerla tan cerca pero a la vez no poder tocarla, las sensaciones y los problemas que tuvo con sus instintos, por verla dormir en su cama, muchas veces le causaba erecciones dolorosas que tuvo de aguantar.

Natalia no salía, y aunque Santiago insistió muchas veces, no logró sacarla de casa.

Santiago, todos los días a la salida de la oficina, prefería irse a su casa que salir con sus amigos. Tanto que los rumores de todo el pueblo era que Natalia era una mujer posesiva y no se lo permitía.

___ Natalia, sabes que aquí no eres una cautiva, puedes salir cuando quieras, no es sano quedarse encerrada todo el día, ya sé que no saldrás conmigo, pero puedes hacerlo con mi madre o mis hermanas ___ dice Santiago, preocupado por Natalia.

___ No te conviene que salga de aquí, con cualquier cosa que haga te estaré avergonzado___ dice Natalia, mientras finge leer un libro.

___ Sabes que eso no lo pienso así___ dice Santiago, acercándose a Natalia, mientras que ella no se opuso a que él tomará una de sus manos___ Todo lo que quieras hacer te apoyaré, moveré el cielo si quieres que lo haga ___ continuó Santiago.

Natalia lo miraba fijamente, y por primera vez deseaba que siguiera con sus palabras.

___ No quiero el mundo, quiero que los demás acepten que soy diferente, libre de escoger mis preferencias y opiniones. Pero eso no está bien visto en este mundo machista___ Natalia no esperaba nada de nadie, pero no se podía negar que le empezaba a gustar los ofrecimientos de Santiago.

___ Yo nunca te limitaré, déjame ayudarte, iré contigo de la mano___ Santiago se encontraba inclinado sobre el suelo, mientras Natalia se encontraba sentada en un sillón, el contacto que se estaba dando llegó en un momento que ninguno de los dos esperaba.

___ Mañana, tengo una invitación a la que me gustaría que fueras conmigo, ¿qué dices?__ preguntó Santiago.

___ No sé, lo pensaré ___ dice Natalia, poniendo nuevamente una barrera entre los dos.