Esta es la historia de 6 lobos, que con ayuda del buscador de mates Nolan Suche, parten en busca de sus parejas destinas, llegando a lugares a los que nunca se imaginaron visitar y experimentando todo tipo de experiencias que los podrán a prueba, pero para estos 6 lobos, ninguna prueba es lo suficientemente difícil, si la recompensa es esa personas que estuvieron esperando toda la vida.
Esta es la continuación de mi historia “La Buscadora de mates” espero que les guste.
Esta historia se concentrara en los hijos de Susana y Malik, los de Donia y Kalil, y los de Elizabeth y Julian.
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Capítulo 4
EMMA
Ha pasado casi un mes desde que Haran se fue, y lo extraño demasiado, nunca había estado tanto tiempo ausente, y si bien se había ido antes, nunca se ausentaba más de una semana, pero ahora ya han pasado tres, y su ausencia comienza a pasarme factura, estoy tan desesperada por verlo, que si llegara y me pidiera permiso para morderme, se lo concedería sin pensarlo y eso que sus mordidas duelen muchísimo.
La verdad no entiendo ese afán que tiene Haran por morderme, puesto que desde el día uno que nos conocimos él me mordió, y de allí, todos los años, el mismo día me vuelve a morder, justo en el cuello, cerca de mi hombro izquierdo, la primera vez que me mordió, fue gracias a un engaño en el que, por extraño que parezca, participo mi padre, después lo hizo por medio de juegos, pero cuando note mis sentimientos por él habían cambiado, me ponía muy nerviosa tenerlo tan cerca de mí, así que comencé a huir de él, pero sin importar cuanto lo evitará, siempre terminaba con su marca en mi cuerpo, algo que me hacía molestarme con él, puesto que ese hombre tiene los colmillos más afilados que he visto, porque vaya que duele cuando me muerde, y si bien nunca pude estar mucho tiempo enojada con él, eso no evitaba que el siguiente año estuviera más atenta para evitar la dichosa mordida.
Me encuentro en mi habitación, dando de vueltas en mi cama, puesto que no puedo dormir, mi mente se niega a dejarme conciliar el sueño, puesto que a ella vienen un millón de escenarios distintos, donde Haran encuentra a la mujer de sus sueños en su viaje, y al volver, lo hará con ella del brazo presentándola como su novia, así que cuando el reloj marca la una de la madrugada, me rindo, así que, en un intento de poder dormir, me dirijo a la cocina por un vaso de leche tibia, en muchas de las películas he visto, usan esto como remedio para el insomnio, y yo estoy desesperada, así que intentaré lo que sea, pero antes de llegar a la cocina unas voces me detienen.
- Veo que al fin volviste, se te extraño por aquí – oigo que mi padre habla.
- Ya sabe que no puedo estar mucho tiempo separado de ella – oigo que le contesta Haran, quien es la persona con la que está hablando.
¿Ella?, quién es ella, ¿quién es la mujer de la que Haran no puede estar lejos?, me pregunto muerta de celos, además ¿Cuándo volvió?
- No iras a dormir en su habitación, ¿o sí? – le pregunta mi padre a Haran.
- Prometo portarme bien, e irme antes de que ella despierte, estuve demasiado tiempo lejos de ella, necesito sentirla cerca – le dice Haran a mi padre, y yo no doy crédito de sus palabras, ¿acaso habla de mí?, no, eso es imposible.
- A veces olvido lo intensos que pueden ser ustedes, pero debo decir que como padre, no pude pedir mejores parejas para mis hijas, primero Víctor para mi Tara, y ahora tú, para Emma, pero recuerda tu promesa, nada de nada hasta que ella cumpla 18 – lo amenaza mi padre y yo estoy que salto de alegría, si habla de mí.
- No se preocupe, di mi palabra y la cumpliré, he esperado ya mucho por ella, que son dos años más – le contesta Haran.
Yo estoy que salto de alegría, yo soy la mujer de la que Haran está enamorado, eso si no me lo esperaba, está la mejor noticia que me he oído en mucho tiempo, entonces mi felicidad es interrumpida cuando oigo como mi padre y Haran se dan las buenas noches, y después como, los pasos de mi futuro novio se acercan hacia mí, por lo que me escondo en la habitación que está a lado de las escalares, y solo hasta que oigo como Haran llega hasta su habitación y cierra la puerta, me dirijo hacia mi habitación muy rápidamente y haciendo el menor ruido posible, puesto que lo último que quiero es que Haran se dé cuenta de que estuve espiando la conversación que tuvo con mi padre, una vez en mi habitación, y me arreglo un poco frente al espejo, y me meto en la cama, esperando ansiosa a que Haran entre por la puerta, puesto que dijo que dormiría conmigo.
HARAN
Después de tres semanas de arduo trabajo, pudimos exterminar a los renegados que asechaban la manada Luna Rosa, y al fin estoy de vuelta con mi amada, entro en la casa, intentando hacer el menor ruido posible, puesto que lo último que quiero es despertar a Emma y a su padre, pero mis esfuerzos son en vano, puesto que no llevo ni 5 segundos en la casa, cuando el señor Armando aparece frente a mí.
Ambos comenzamos a hablar, cuando de repente a mí llega el olor de mi compañera, lo que significa que ella está cerca, muy cerca, oyendo nuestra conversación, la verdad poco me importa lo que llegue a oír, mientras no mencione nada relacionado con mi verdadera naturaleza, no hay ningún problema, no es que mis sentimientos por Emma sean un secreto, es más, yo no he sido muy discreto que digamos a la hora de cortejarla, por lo que si Emma aún no ha deducido lo que siento por ella, no creo que tarde mucho en hacerlo, oiga o no está conversación.
Una vez me despido del señor Armando, me dirijo a mi habitación, pero antes paso por la de mi compañera y veo que mis sospechas son ciertas, ella no está allí.
Entro a mi habitación, y decido darme una ducha, en verdad la necesito, y una vez termino, me dirijo al cuarto de mi mate, y desde el otro lado de la puerta puedo oír el sonido de su corazón acelerado, señal de que aún no está dormida, por lo que regreso a mi habitación a matar el tiempo, y una vez me aseguro que Emma está profundamente dormida, tomo mi forma lobuna y me acuesto a los pies de su cama, esta es la única forma en la que el señor Armando me deja dormir con ella, y yo, con tal de estar a su lado, la cumplo con gusto, y así con el olor de mi compañera a mi alrededor, me duermo con una sonrisa en mi rostro.
cuánto falta
ya falta poco