Después de encontrar a su hermanastra junto a su prometido en la cama. Lina Connor huye despavorida y mete a una habitación prohibida que le cambiará la vida al ser devorada por un extraño ardiendo en deseo.
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El amor, se asoma.
Lina dió un profundo suspiro mientras bebía una taza de te, se detuvo con detenimiento a obvervar a las personas que pasaban por la calle, tras los grandes vidrios de la cafetería.
—Dios, mi vida es un asco.—Mientras se lleva un sorbo a la boca, llena de fustración .
El apetito se le fué junto con sus lágrimas, tras saborear el insabor del momento.
—¡Lina!.
La voz ronca y estremecedora sonó a espaldas de ella. Lina escupió el sorbo de te que había bebido, paralizándose al istante. Esa voz hipnotizante no era más que del sexy dios griego.
El se acercó a ella y se sentó en frente.
—Lina, yo..... No malinterpretes las cosas entre Rous y...
Lina no lo dejó terminar la oración, tomó un gran sorbo de aire y se aclaró la garganta.
—No tiene que darme explicaciones Señor Said, hace momentos me tomé muy en serio la actuación como su esposa, fue impertinente de mi parte.
—Lina...
—Se muy bien que sólo es un negocio—Dijo de lo más tranquila, mientras bebía el te, reprimiendo sus sentimientos en lo más recóndito de su corazón.
—Lina, en verdad yo....—dudó por un instante mientras se mordía el labio.
—No tiene que explicárme, tiene libre albedrío para estar con cuantas mujeres quiera.—Respondió Lina con una sonrisa falsa, mientras se disponía marcharse.
Said no sabía que decir, estaba como idiota sintiendo que las palabras se le enrredaban en la garganta, nunca en su vida una mujer le había dejado sin palabras.
—Si me disculpa tengo que volver, permiso.
Said vió la silueta de Lina perderse en la salida, mientras reposaba el puño en la mesa de cristal con impotencia.
—Que demonios me pasa.
Se aflojó la corbata que parecía estar ahorcándole y se puso en pie para marcharse....
Lina puso todo su ahogo en el trabajo, eran las 8 de la noche cuando recogió sus cosas para dirigirse a casa. Al llegar Tutty la recibió como todos los días.
—Señora, buenas noches, que bueno que llega los señores la están esperando para cenar.
—Ok, gracias.
Los ánimos de Lina estaban por los suelos, de mala gana se dirigió al comedor.
—Hija, ven, siéntate con papá.—Dijo el Señor Camay con emoción al verla acercarse.
—Buenas noches con todos.
El rostro de ella reflejaba descontento, con pasos firmes se dirigió a sentarse en su lugar de siempre. Said la observó muy serio, le molestó que Lina no se sentara junto a el.
—¿Hija estas bien?.—preguntó Camay, al ver el rostro agobiado de ella.
—Si, solo estoy un poco cansada, eso es todo—Respondió Lina forzando una sonrisa.
—Mmmm, hija puedes decirme lo que sea, si este mocoso te hizo algo sólo házmelo saber para darle una buena regañada—Mientras miraba a Said muy serio.
—Jeje, está bien.
Todo la cena Said estaba muy serio, mientras que Lina y el Señor Camay disfrutaban de una amena charla.
—Bueno, paso a retirarme, pa-padre ten un buen descanso.—Dijo Lina sonrojada, mientras se ponía en pie.
No se acostumbraba a llamarlo de esa manera, se sentía muy raro.
—Claro que sí mi niña. Buenas noches. —Afirmó Camay muy satisfecho.
Lina salió a prisa del comedor, al llegar a su habitación se dirigió a la ducha, después de relajarse con el chorro de agua tibia se dispuso a tomar la pijama y descansar.
Después de dormir por unos 20 minutos, unos brazos la rodearon por la cintura, Lina se despertó de un sobresalto y giró el cuerpo al instante.
—¿Qué se supone que haces? —Mientras miraba el embriagante rostro de Said fijamente.
—¿Estas molesta?.
—Claro que no, solo que no quiero seguir con este juego. —La voz de Lina reflejaba molestia.
—Lina, Rous no es nada para mi, como decirte eso....
Después de pensarlo por un segundo, el tomó valor mientras se mordía el labio con sensualidad.
— ¡Me vuelves loco!......, creo que estoy enamorado.—Sus hermosos ojos profundos la miraban sin parpadear, eran tan profundos que Lina podría ver su alma. El jamás se habia confesado por lo que parecía muy nervioso, las relaciones que tuvo solo fueron aventuras insignificantes.
—¿A caso me estás tomando el pelo?—El rostro de Lina mostraba enojo con una pizca de asombro.
—Lina, soy muy sincero contigo, ninguna mujer despertó este sentimiento.—Mientras sujetaba las manos de Lina con fuerza.
—No podría ser amor, sólo es un deseo ardiente, osea sólo sexo.—Dijo Lina con sarcasmo, sonriendo con amargura.
El la acorraló presionándola contra su pecho desnudo, ese pedazo de piel era una tentación irresistible. Lina tragó saliva mientras respiraba su aliento abrasador.
—Jamás fui tan sincero en mi vida. ¡Mujer eres mía!, y siento que te amo. Se acercó lentamente a sus labios y la envolvió con sus ardientes besos, mientras que Lina estaba estupefacta.
¿A caso el destino le regalaba la oportunidad de ser amada de verdad? la sola idea hacia latir su corazón a toda prisa.
—Ha-hablas en serio.—susurró Lina con la voz ahogada a causa de sus ardientes besos.
Said se detuvo y le regaló la sonrisa más hermosa.
—Te pertenezco, no se que hiciste para volverme loco, te has convertido en mi droga.
Ni bien terminó su oración volvió a envolverla con su carnosos labios, quitándole la ropa como un león hambriento, dejándola desnuda al instante. Lina muy ansiosa le quitó la pijama de seda que cubría la parte de abajo, dejándolo como vino al mundo. Se sumergieron en sus deseos sexuales sin desperdiciar un solo segundo, el la tomó con delicadeza, haciendo que la habitación se llene de gemidos de placer.
Camay que pasaba por ahí sonrió de oreja a oreja.
—¡Oh Yesss!—Mientras mostraba el pulgar hacia arriba.—Nietitos o si, se vienen nietitos que feliz que estoy.
Bailando de felicidad se retiró hacia su habitación sin dejar de sonreír.....