La Reencarnación De La Emperatriz Sanguinaria.

Victoria estaba en silencio tras las palabras del emperador, sabe que ese hombre esta decidido a casarla con Axel por el beneficio que le otorga. Así que solo deja salir un leve suspiro.

— comprendo padre, pero, por favor, hable con Lethia, si no le agrado, ahora me odiara.—

Tras decir esto, Victoria no espera nada más y se retira de la sala, siendo seguida por Axel, quien estaba seguro de poder convencerla de aceptar el matrimonio sin quejas, aunque, sin importar si Victoria quiere, el emperador ya ha decidido el matrimonio. Axel la alcanza sosteniendo su brazo mientras le pide hablar, ella acepta siguiendo al chico hasta una banca que queda cerca del jardín.

— se que le preocupa los sentimientos de su hermana, pero, la verdad, quien realmente me gusta es usted, alteza, siempre la he admirado por su valentía.— Axel sostiene la mano de Victoria.

— ¿en verdad cree que me importan los sentimientos de Lethia?— pregunta con frialdad.

Axel se sobresalta por la respuesta de Victoria y la expresión preocupada que tenía hace un momento, había cambiado a una mirada afilada.

— en-entonces no habrá problema, aunque usted no guste de mi, yo prometo hacerla feliz y apoyarla en todo.— expresa con amabilidad.

— ¿de verdad me hará feliz?— sonríe ladina.— así que, si para que yo sea feliz, usted debe morir, ¿se quitaría la vida?

Axel miraba fijamente los ojos de Victoria, estos parecían brillar mientras en sus labios se mantiene una sonrisa llena de malicia. Victoria le entrega una daga.

— muera por mí y seré feliz.— murmura.

Un escalofrío recorre el cuerpo de Axel al tener la daga en su mano, repentinamente una risilla nerviosa se deja escuchar de sus labios.

— usted si que tiene un sentido del humor muy extraño.— le devuelve la daga.— por favor, tome en serio mi promesa, juro que la amare.

Victoria se levanta y da un par de pasos lejos de Axel y comienza a reír, para después mira fijamente a Axel.

— bien, casémonos, pero no le aseguro que pueda permanecer con vida por mucho tiempo, amo mi libertad y si para eso tengo que matarlo, lo haré.— le mira fijamente mientras levanta la daga.

Sin que Axel pueda reaccionar, la daga que le había devuelto a Victoria, se clava justamente a milímetros de su entrepierna, causando que se de un salto lejos del asiento.

— alteza...usted...—

— piense bien lo que quiera, y si aprecia su vida, no se meta en mi camino.— dicho esto, Victoria siguió sus pasos lejos del chico.

Axel por su parte se quedo en silencio en medio de aquel lugar, pues estaba pasmado por las palabras amenazantes de Victoria.

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Más tarde, en la mansión Dagger, Axel caminaba de un lado a otro en medio de la sala, mientras que el duque observa a su hijo desde su asiento.

— te lo juro padre, si ella hubiera querido me mataba en ese instante, sus ojos eran los de una asesina.— expresa nervioso.

— por los dioses, Axel, solo es un berrinche de niña mimada, tiene veinte años, ya ha pasado la edad casadera y esta molesta porque ya no podrá seguir con su vida de puta en medio del ejército.— responde con molestia.

—¿que?, ¿estas diciendo que ella se ha acostado con otros?.— frunce los labios.

— ¿por qué crees que ellos siguen sus órdenes?, los mantiene a su merced con su cuerpo.— se burla.

— maldita sea, me tengo que casar con una zorra...— patea la mesa de centro.

Axel estaba ya enojado, aunque no se puede quitar de la cabeza la mirada amenazante de Victoria. Su plan era enamorarla, para tenerla bajo su control, pero, esa mujer parece ser más astuta y su carácter es una molestia.

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En el palacio, durante la cena, el emperador le hace saber a Lethia y Abel sobre el compromiso que se ha pactado entre Victoria y Axel. Lethia frunce los labios, aunque se trata de su plan para tener el trono, no puede evitar sentirse molesta.

— padre, estás a tiempo de cancelar esto, no me quiero casar con el hombre que mi hermana ama.— Victoria agacha la mirada.

Lethia se sobresalta al escuchar las palabras de Victoria y voltea a ver a su padre, quien mantiene una expresión seria.

— este compromiso nos beneficia y Lethia entiende eso, ¿cierto?— le pregunta a Lethia.

— p-padre tiene razón...el joven duque solo es un conocido, no hay sentimientos de por medio.— habla casi en balbuceo.

— ¿ya lo ves?, no hay excusas, el matrimonio es un hecho.— afirma.

— padre, no creo que Axel Dagger sea el adecuado para casarse con Victoria, su estatus es bueno, pero, si ya se acuesta con Lethia, ¿no sería mejor que se case con ella?— explica Abel.

Lethia deja caer la copa de su mano al escuchar las palabras, mientras que el emperador golpea la mesa con el puño.

—¿que dices?, ¿sabes lo que estás diciendo Abel?— grita el emperador.

— hermano, no puedes manchar así mi reputación...yo no...—

— los vi teniendo sexo en la sala privada del segundo piso, ¿dices que miento?, ¿por qué lo haría?— responde Abel.

— esto es inaceptable, no puedo creer que seas tan descarada.— señala el emperador a Lethia.— solo traes vergüenza a esta familia.

El emperador, furioso por lo que escuchó, lanzo contra Lethia un par de platos, Lethia se cubre con los brazos recibiendo el impacto.

— padre por favor, no le crea a Abel...es mentira...jamás haría algo así...— responde Lethia en llanto.

— calma padre, todo tiene una solución. Que revisen a Lethia, si se comprueba que aun conserva su virtud, entonces Abel deberá disculparse y recibir un castigo.— sugiere una calmada Victoria.

— ¡no!, no me sometere a algo tan vergonzoso, solo por las mentiras de mi hermano.— responde Lethia.

— ¿lo ve padre?, si fuera inocente aceptaría la sugerencia de Victoria. Es inevitable, Axel Dagger debe hacerse responsable de mi hermana, ¿o quiere que se quede soltera para siempre?, sabemos que nadie más la aceptará, porque ya esta sucia...— mira a Lethia a los ojos.

Lethia se sobresalta al escuchar esas palabras, pero el emperador se había quedado en silencio, procesando todo lo que se hablaba, si en verdad Axel tomo la virtud de Lethia, tiene que hacer que se haga cargo o de lo contrario la reputación de ella quedará manchada, nadie querrá casarse con ella y también será humillante para la familia. El emperador dejo de lado la discusión y se marcha del comedor, sabe que todo se ha complicado, porque a cambio de las tropas del duque Dagger, él prometió que Axel subiría al trono junto a Victoria. Y aunque Lethia también es su hija, ella no es la adecuada, sus actos demuestran que actúa sin pensar.

En el comedor, Victoria pasa a retirarse. Lethia por su parte se dirige a Abel, estaba furiosa por como ha actuado, ahora sus planes estaban arruinados y seguramente Axel estará decepcionado de ella. Al llegar ante él, levanta la mano para golpearlo, pero Abel le detiene la mano y la empuja causando que caiga sentada.

—¡maldito!, ¿como has podido arruinar mi vida así? ¿Que hay malo que yo haya tenido una aventura con el joven duque?, no te da derecho a decírselo a mi padre.— grita furiosa.

— que malagradecida eres, yo lo dije para que pudieras casarte con él, los había visto tan enamorados.— habla con cierto tono de burla.

— idiota...juro que pagaras por esto...—

Lethia se levanta y se marcha del comedor, mientras maldice a Abel. El chico solo ríe, era divertido el haber arruinado la vida de Lethia, es lo que se merece. Abel regresa a su habitación y se recuesta en el sofá tras servirse una copa de vino, aunque la deja sobre la mesa, pues solo se queda mirando a la nada.

Por supuesto, Abel tenía un motivo para tenerle odio a Lethia, un profundo odio que no se irá hasta que ella sufra y su vida sea un infierno.

Hace diez años, cuando Abel tenía 15, tenía una prometida, la joven de nombre Claire, era amable y ambos estaban enamorados, incluso planeaban casarse aunque apenas eran jóvenes, no era nada extraño en la sociedad. Pero todo se arruinó, cuando una amiga de Lethia se fijo en Abel, pero no había oportunidad de casarse con él. Lethia al parecer no le agradaba la prometida de Abel, así que junto con su amiga planearon algo, Lethia drogo a Abel y después hicieron creer que él y la amiga de Lethia habían dormido juntos, los padres de esta chica exigieron que Abel se hiciera responsable, así que para calmar todo, el emperador aceptó que Abel se casará con ella, rompiendo el compromiso con Claire, ella confiaba en Abel, sabía que todo era un malentendido, pero como sus padres eran de estatus bajo y los padres de la otra chica, eran de más alto rango, el emperador aprovecho la oportunidad.

Por supuesto, tras la ruptura de su compromiso con Claire, esta fue obligada a casarse con otro hombre, uno que la trataba mal, la golpeaba y abusaba de ella. Esto causo que Claire se deprimiera, Abel por su parte intento salvarla, demostró el daño que ella recibía por parte de su esposo, incluso le prometió a sus padres que si aceptaban que Claire se divorciara, él se casaría con ella. Por supuesto a la amiga de Lethia no le gusto esto, así que envío una carta imitando la letra de Abel, donde le decía a Claire que ya no la amaba, que estaba sucia y que jamás la sacaría de esa casa, que solo aceptará la vida que le toco, como la chica ya estaba sumida en la depresión, esa carta la llevo a quitarse la vida.

Cuando Abel supo esto, enfurecio, en especial cuando descubrió la carta que fue enviada a su nombre y de inmediato supuso que de quien se trataba, así que cegado con la irá, cuando la amiga de Lethia se presento ante él, Abel la tomo del cabello y la tiro desde el tercer piso del palacio. Como nadie fue testigo, todo quedo en que ella se suicido porque nunca logro tener la atención de Abel. Lamentablemente no logró demostrar que todo era culpa de Lethia.

Tras ese amargo recuerdo, Abel cerro los ojos, esperando que con lo sucedido esta noche, la caída de Lethia inicie y seguramente Victoria será quien se encargue de eso.

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