Dos corazones y una historia
La felicidad siempre incomoda a quienes son infelices. Un gran amor es interrumpido por la envidia y las intrigas. Ayla guarda secretos del pasado; su corazón insiste en proteger un amor que resiste al tiempo. Yuri, un atleta famoso y riquísimo, no entrega su corazón a ninguna mujer. Ambos se reencuentran años después, pero el orgullo, el dolor, los secretos y los resentimientos... causados por la supuesta traición e injusticia, ¿lograrán superar el amor? Ven conmigo, descubrámoslo juntos.
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Capítulo 15
Ayla
¡El domingo pasó volando! Ryan y yo almorzamos con Livia y la abuela Palmira.
Es un encanto, me recuerda mucho a mi abuela.
Aunque mi abuela siempre fue más sistemática, ¡puedo decir que era dura!
Solo que ella me ayudó a convertirme en una mujer fuerte y valiente. Me enseñó mucho, mucho, en el poco tiempo que estuvimos juntas.
Si hoy sé cómo arreglármelas, se lo debo a ella. Como ella decía, rendirse no es una opción.
Termino recordándola antes de partir, me dijo que cuando necesitara un consejo de ella y ella ya no estuviera presente, hablara con Doña Palmira, eran amigas...
Yuri vino varias veces a mi mente y creo que voy a seguir lo que mi difunta abuela Bene me dijo y pedirle consejo a la abuela Palmira. Solo que parece que las abuelas sienten, incluso antes de preguntar, ella...
Ayla, te veo tan pensativa. Seria... ¿te pasa algo, querida? - pregunta Palmira
Vamos, Ryan, vamos a comprar un pastel con la tía Livi, ¡vamos a dejarlas hablar de esos temas aburridos! Volvemos enseguida - dice Livia alejando a Ryan de ellas.
Ella sabía que su amiga necesitaba hablar con la abuela.
- La verdad es que sí, están pasando muchas cosas, muchas cosas, abuela... - dice Ayla seria.
- Está bien, querida, empieza contándome qué es lo que más te preocupa - dice Palmira.
- Peor que todo, pero lo que me está matando (hace una pausa para respirar hondo) es que Yuri ha aparecido, abuela, y necesito contarle a él y a Ryan la verdad.
No puedo ocultarle esto a mi hijo, y tampoco a Yuri, por mucho que se haya equivocado conmigo, tiene derecho a saberlo - dice Ayla.
- Sí, ¡tienes razón! Pero Ayla, ve a tu ritmo, ¡la única persona que merece tu respeto es Ryan! Tu hijo merece saber quién es su padre, sobre todo porque le encanta el fútbol, lo lleva en la sangre.
Y admiro tu madurez, en cuanto a Yuri, realmente se equivocó mucho contigo, pero no sirve de nada cargar con ese rencor, eso hace daño. Es mejor decírselo y dejar las cosas claras.
¡Después Yuri no puede reprocharte nada! Intentaste contarle y él no quiso escucharte, lo sabe muy bien. Todos en aquella época lo saben. Él tiene mucha culpa, pero tiene derecho a saber de su hijo.
En mi opinión, debes decírselo a Ryan después de hablar con Yuri, porque no sabemos cuál será la reacción de Ryan.
Creo que él, aunque sea un bebé, no ri..., para mí es un bebé..., sé que lo entenderá.
Pero no le diría que su padre no quiso saber, porque podría decírselo él, sé que muchas mujeres lo hacen y no me parece bien - dice Palmira.
- Ni se me ocurriría decirle eso, sé que Yuri no quiso escuchar lo que tenía que decir, pero Ryan no tiene la culpa de mis errores ni de los de Yuri - dice Ayla.
- Sé que eres una mujer admirable, responsable, fuerte...
¿Y cómo y cuándo piensas decírselo? - pregunta Palmira.
- Estoy pensando y voy a seguir tu consejo, primero se lo diré a Yuri, es un adulto y sabrá cómo lidiar con ello, espero.
Después hablaré o hablaremos con Ryan. Lo único que no quiero es perder a mi niño. Es mi mundo, abuela - dice Ayla con lágrimas en los ojos.
- ¡Y no lo harás! ¡¡¡Nunca!!! Ayla, cuidas muy bien de Ryan, eres una madre maravillosa y todos lo saben.
Estudia en la mejor escuela, juega al fútbol, siempre lo llevas a los mejores médicos, lo cuidas y lo amas. Por no hablar de que eres súper responsable, no sales, no dejas al niño tirado... eres una madre ejemplar.
Ningún juez en el mundo te lo quitaría y, aunque no conozco bien a Yuri, por lo que dicen de él, por lo que demuestra ser, no me parece que intentara quitarte a Ryan - dice Palmira.
- En eso estoy de acuerdo, creo que no lo haría. Y aunque tenga miedo de que pase algo malo, se lo contaré, no tengo salida.
Voy a esperar a que mis jefes vuelvan de viaje y encontraré la manera de citar a Yuri para un café y contárselo - dice Ayla.
- Hazlo y si quieres puedo ir contigo - dice Palmira.
- No, gracias, abuela, pero creo que es mejor que estemos solos él y yo, esta conversación tiene que ser solo entre nosotros - dice Ayla.
- ¡De acuerdo! Tendrás que ser fuerte y lo serás, ¡porque eres una mujer fuerte!
Ahora, Ayla, ¡sabes que puedes contar conmigo para lo que necesites! ¡Siempre!
Sé que no soy como tu abuela Bene, que Dios la tenga en su gloria, pero te quiero como ella, como a una nieta - dice Palmira.
Se abrazan.
- Gracias, abuela, yo también te quiero - dice Ayla.
Ayla
Pronto regresan Ryan y Livia con el pastel, ¡Ryan estaba súper emocionado porque Livia había comprado un pastel lleno de confeti y muchas otras golosinas!
Ella hace todo por Ryan, menos mal que Dios me envió a Livia y a la abuela Palmira, porque mi padre ya ni siquiera me llama, la última vez que hablé con él fue hace meses...