¿Qué tiene de malo ser pobre?
Yo solo quería trabajar y llevar una vida en paz lejos de mis hermanos.
Alejandro un CEO egocéntrico que me convierte en su protegida.
NovelToon tiene autorización de Luna Azul para publicar essa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Estoy embarazada
Como era costumbre ir con Ale al trabajo, esa mañana me alisté y me fui con él. Estando en la oficina me senté a pensar.
Alejandro me miraba.
— ¿Ya te sientes mejor? Debería llamar al médico y que revise. No quiero que mi esposa este enferma.
— No. Ya me siento mejor. Ale, haz pensando alguna vez en tener hijos.
— ¿Por qué preguntas? Siendo sincero nunca había pensado en niños y si llegase a tener me gustaría a los 30.
— Entonces en estos momentos no quieres— le dije con un tono molesto.
—No te molestes. Esa es la verdad nunca me había puesto a pensar en hijos, pero si tú quieres por mí está perfecto.
Me levanté y salí de la oficina. Me fui a la cafetería de la empresa.
Al regresar con Alejandro. Él me miró.
— Ya se te pasó el enojo.
— No estoy molesta. ¿Puedo usar tu computador? Quiero ver las matrículas en línea de la universidad.
— Puedes sentarte. Y ahí está.
Me senté y él en un momento me calmó.
— Te amo y no te molestes conmigo. Me alegro que retomes los estudios.
—Si pero no sé cómo haré cuando— en ese momento me callé.
— Dime. Se que escondes algo.
— Creo que voy a decirte cuando lleguemos a casa.
Ale vio su reloj.
—A penas son las 2 de la tarde. Dime o te haré cosquillas.
— No te diré. Aunque me hagas cosquillas.
Alejandro Revisó su agenda.
— No hay nada importante. Es hora de irnos.
— No. Aún no termino.
Me vio y puso una cara de amargado.
— Está bien. Desde cuando me dejo gobernar.
Cerré la laptop, me levanté y me senté en sus piernas viéndolo a los ojos.
— Voy a responder a tu comentario. Desde que me amas.
Me dio un beso a penas tocando mis labios. Pasé mis dedos por su cabello.
— Eres muy atractivo mi CEO mandón.
—¿CEO mandón? Ahora hasta apodos. Pero si eres tú quien me manda.
— No siempre. Cuando me haces el amor eres tú quien me domina.
— Te amo mi mandona — me besó.
Ya la oficina era nuestro segundo lugar donde teníamos sexo.
— Casi todos los día lo hacemos en la oficina. Parece motel— me puse a reír.
— Vámonos a la casa. Quiero que nos duchemos juntos.
Salimos de la oficina. Llegando a la casa, fuimos de inmediato al baño, entre besos y sus suspiros hicimos el amor por segunda vez, esta vez en el baño.
Nos acostamos un rato en la cama, desnudos, viéndonos.
— Eres un insaciable.
— Tú también mi bella dama. Le pediré a la empleada que nos traiga algo de comer. Aunque prácticamente ya pronto es hora de la cena.
— Comamos algo pero que sea liviano. Miremos una película, te parece.
Al cabo de unos minutos la servidumbre nos trajeron platillos ricos. Nos pusimos a ver una película en Netflix.
Sin darnos cuenta ya eran las 9 de la noche.
— Tengo sueño Ale.
Apagó la televisión y nos acostamos. Me puse en su pecho. Él cerró sus ojos. Y de la nada le dije.
— Estoy embarazada.
Abrió sus ojos inmediatamente y me miró.
—¿Qué acabas de decir?
— Eso era lo que te iba a decir en cuando viniéramos pero nos pusimos de conejo y después como no me preguntaste, ya no dije nada. Pero ya no quiero seguir ocultándolo.
— Por eso las preguntas y por eso la molestia. Solo tenías que decirme.
Me abrazó y besó mi frente.
— Te amo y eso lo sabes bien pero tenía miedo, me entraron dudas.
— Mañana iremos al médico para que te hagan todos exámenes.
— Está bien. Por ahora durmamos.
Alejandro me besó unas mil veces.
Nos levantamos y fuimos directo al medico. Me hicieron una ecografía y evidentemente tenía 7 semana de embarazo.
— Felicidades van a ser padres. Le voy a recetar toda el medicamento prenatal, vitaminas, ácido fólico, calcio y necesito que ella se alimente bien.
Ese día Alejandro se quedó conmigo en casa.
— No Puedo creer que voy a ser padre. Ni en mis sueños más lejanos estaba esa idea pero hoy esa es una realidad.
El celular de Alejandro timbraba. Él contestó la llamada.
— Es mi padre. Quiere que vaya. Vengo en un rato.
Alejandro salió a casa de sus padres.
~Alejandro~
— Hola, es un milagro que tú me llames. Dime padre.
— Es un favor. Y te lo diré sin rodeos. Vos sabés que el padre de Esther es un amigo de antaño. Y su empresa está quebrando. Y quiero ayudarle. Como ya sabrás yo me retiré de los negocios y tú eres el CEO ahora.
— No entiendo. Se claro.
— Quiero que le brindes una mano. Puedes trabajar un convenio o firmar una alianza hasta que la empresa de mi amigo salga a flote.
— Me parece bien. Déjame ese asunto.
— Estás de muy buen humor. En otros tiempos creo que te hubieses negado.
— Tengo algo que decirles a los dos. Llama a mi mamá.
En pocos minutos estaban los tres sentados.
— Voy a hacer papá— Puse una sonrisa.
ánimo!!
sugerencia: colocar imágenes de los personajes.... saludos