Presa De Mi Vientre

Ya había empezado la semana y Paloma volvió a su trabajo,vendiendo panes y donas en las calles.Luego de eso iba en busca de sus hermanos y a su casa de nuevo.

Gracias a los nuevos medicamentos Fernando no había estado descomponiendose y se lo veía mejor,eso la hacía tan feliz porque el simple hecho de que el se sintiera mal lastimaba a Paloma.

Una mañana mientras Paloma vendía en una esquina Alexander pasó por allí, había intentado comunicarse durante toda la semana con ella pero no había podido y Wagner tampoco le había querido dar su dirección.A Alexander le resultó conocida esa joven,Era Paloma?Pero que haría vendiendo pan después de todo el dinero que se cobro?Pensó Alex,y sin dudarlo estacionó su auto y se dispuso a bajar para sacarse las dudas.

-Hola!Cuanto cuestan las donas?-Dijo Alexander acercándose al puesto de Paloma.

-$5 pesos cada u..-Contestó Paloma pero cuando levanto la mirada pudo ver a Alexander parado frente a ella.

-Hola Paloma.Como estas??-Pregunto Alex.

-Hola Alex que haces aquí?

-Pues realmente pase por aquí y te vi,intenté comunicarme contigo pero no pude.ha sido una sorpresa encontrarte aquí.-Dijo Alexander.

-Ah si!aquí trabajo.Pero no es momento de hablar Alex tengo que atender muchas personas.

-Te ayudo! Dime que hago y te ayudare-Dijo Alexander mientras buscaba unos guantes nuevos en la caja que tenia Paloma en una mesa.

-Que??No,deja eso!-Exclamo Paloma intentando detenerlo.

-Quiero hablar contigo y si para hacerlo debo atender a tus clientes lo haré.

Paloma no sabía que hacer pero cada vez iba llegando más personas y no podía dejarlos esperando,así que trato de tranquilizarse y guió a Alexander para que la ayudara.

-Si señora quiere dona glaseada o con chocolate?? Cuantos panes va a llevar señor??-Se lo escuchaba a Alexander.Paloma no podía creer lo que estaba viendo un hombre tan culto como el estaba ayudándola.

Parecia un verdadero vendedor,se movía rápido y cobraba sin que se le escapara nada.

Luego de unos minutos Paloma había terminado de atender a todas esas personas con la ayuda de Alex.

-Muchas gracias Alex,no se que hubiera hecho sino estabas.-Dijo Paloma mientras se quitaba los guantes.

-No hay de que.Pero quiero saber porque no contestaste mis llamadas y tampoco mis mensajes.

-Yo no recibí nada Alex pero tu también sabes que no puedes llamarme.Nisiquiera deberías estar aquí.

-No digas eso,realmente me quedé con ganas de verte y conocerte mejor.

-Ven quieres sentarte??Tengo café. -Dijo Paloma mientras le ofrecía una taza con café.

-Gracias.Pero como estaba diciendo quiero conocerte mejor.-Alexander mientras tomaba un sorbo de café.

-Alex creo que estas viendo bien,tu no perteneces aquí,mírate con traje aquí sentado tomando un café barato.Y inclusive ayudándome a vender panes.No somos del mismo mundo y no creo que quieras conocerme.-Trato de explicarle Paloma.

-Dame una oportunidad de conocerte,si no somos compatibles simplemente dejamos de vernos y ya.

-Ya ves que no lo somos.Pareces una buena persona,dulce y tierno pero esto es lo que soy ,una vendedora ambulante.-Mientras se señalaba.

-No importa,podríamos salir a cenar que dices..? y sacar esos prejuicios de vendedora que tienes.

-No quiero romper el contrato,yo realmente necesito el dinero.Tampoco podría devolvérselo porque es demasiado para mi.

-Olvídate de eso! deja atrás el contrato.Vamos a cenar y ya.Que puede hacerte???

Paloma suspiro estirando sus brazos.

-Vamos pequeña sino estaré aquí vendiendo todos los días contigo-Dijo Alexander.

-No me vendría mal un nuevo ayudante.-Contestó Paloma con una sonrisa.

-Bueno dame tu dirección y paso por ti a las 7pm?? Que dices?

-Ok! voy a ver como me arreglo.-Dijo Paloma mientras viraba sus ojos.

-Bien.Dame tu número y arreglamos todo.-Alex

-Esta bien toma. -Paloma mientras le daba su número anotado.

Alex no iba a perder la oportunidad y esta vez la llamo para saber si realmente era su número y allí se dio cuenta que el número que le había dado Wagner no era el mismo y aunque eso lo enfado un poco trato de dejarlo pasar para que Paloma no se diera cuenta.