Un Matrimonio Por Conveniencia.

Abi se levanta muy temprano. Como todos los días llama a su padre para trabajar en los últimos detalles de la exposición, que se llevaría a cabo la próxima semana. Sin embargo, a pesar de estar muy ocupada con eso no puede sacar de su cabeza la llamada de Juliet, ¿Por que querrá hablar con ella? ¿Por que insiste en que ambas se conozcan personalmente? Seguramente debe ser por Lucca, sabe que tiene que ir porque se comprometió, pero su intuición le dice que algo anda muy mal.

Abi se encuentra con Lucca en el comedor desayunando, es muy extraño que aún no se haya ido a trabajar, quizás hoy lo haga desde aquí, Abi intenta seguir hacia la cocina, pero su esposo la detiene en seco.

—Ven a desayunar conmigo, Abi, por favor necesito hablar contigo — Lucca le habla con tanta dulzura que ella no puede negarse y se sienta a su lado a tomar el desayuno.

—¿Qué quieres, Lucca? —pregunta un poco sorprendida por la actitud de su esposo.

—No estés a la defensiva, Abi, solo quiero desayunar contigo y hablar como lo hacíamos antes.

—¿No tienes trabajo que hacer? La exposición es la próxima semana.

—Si, pero estoy cansado y quiero quedarme en casa contigo y que por un momento nos llevemos bien ¿puede ser?—Abi presiente que su esposo esta triste. Puede verlo en sus ojos ¿habrá pasado algo? Por un momento ve al Lucca que conoció en el pasado.

—¿Estas bien? —pregunta preocupada.

—No Abi, no estoy bien. Estoy agotado, necesito descansar, y sobretodo no pensar de que mi abuelo está muriendo.

—¡Dios mio! ¿le paso algo al abuelo?

—Lo lleve ayer a hacerse nuevos estudios y el tumor se exparcio por todo el cuerpo, ya no queda nada por hacer, solo le quedan semanas, quizás dos meses, con vida —Abi, sensible por el embarazo comienza a llorar, tantos deseos tenía el abuelo de conocer a sus bisnietos y no llegará a eso.

—Abi por favor no llores, sabes que soy vulnerable a tus lágrimas.

—Lo siento Lucca, de verdad lo siento. Quisiera que todo esto fuera diferente. Haberlo conocido antes y que tu no estés pasando por este dolor.

—Mi querida Abi —Lucca, con sus dedos, seca las lágrimas de Abi en forma de caricias —eres tan sensible, pero a la vez tienes ese carácter que me vuelve loco.

—Lucca, por favor...

—Lo siento no quise incomodarte —Abi puede ver en los ojos de su esposo lágrimas de tristeza y sin Pensarlo se levanta de la mesa, se acerca a él, lo abraza por detrás y Lucca se deja contener.

—Estaré aquí para ti, pase lo que pase—confiesa Abi.

—Tu no sabes lo importante que es para mi el abuelo, cuando perdí a mis padres quería morir Abi, me sentía culpable por su muerte, por haber sido el único en sobrevivir, lloraba noches enteras pidiendo que Dios me llevara con ellos, por eso me convertí en la persona que soy, fría, sin sentimientos, solo viviendo para adorar a mi abuelo y llevar adelante sus finanzas, por eso me importa tanto el dinero, porque es lo único que me queda de mi madre y de él.

—Se que he sido cruel contigo pero no es verdad que no tienes sentimientos, el abuelo me contó toda tu historia, la muerte de tus padres, tu sufrimiento, y déjame decirte que no es tu culpa, que eras un niño de 11 años que no podías hacer nada, el abuelo me dijo que tienes el corazón más grande que esta casa, pero escondes tus sentimientos para no volver a sufrir.

—No puedo creer que pienses eso después de todo lo que te hice, te obligue a casarte conmigo.

—Pero yo acepte, Lucca, y tenemos que poner lo mejor de los dos para que este año tengamos un buen matrimonio.

—Abi... —Lucca no puede terminar porque se acerca a ella y le da un beso en los labios, apasionado, increíble, un beso como los del pasado y Abi no puede evitar responder, un beso tan dulce y apasionado que Lucca sube a Abi encima de él y sigue besándola y acariciandola. El cuerpo de ella se encuentra en un descontrol total, entre las hormonas del embarazo, el deseo y la angustia por el abuelo son un combo mortal, sin embargo, no sabe que hacer no quiere volver a entregarse a él, no quiere volver a destruir su corazón otra vez, ahora que esta sanando poco a poco y aun recuerda que tiene una charla pendiente con Juliet, su amante.

—Lucca espera por favor... —manifiesta Abi, agitada por el deseo

—Abi, sabes que nos deseamos ¿por que detenernos?.

—Porque solo quieres estar conmigo para tener un hijo, nada más.

—Te equivocas mi amor, no solo es por un hijo. Sabes que te deseo desde la primera vez que vi tu foto en la oficina de tu padre, ni hablar cuando te sentaste a mi lado en el avión y la semana que pasamos en Italia, no puedes olvidarte de todo lo que vivimos.

—Lo peor es que no puedo olvidarlo y por eso me lastimas, porque quisiera que fueras el Francesco Capelli del que me enamore—comenta Abi, con lágrimas en los ojos.

—No quiero lastimarte, nunca querría lastimarte, pero se que es lo único que hago, eres hermosa Abi y como te dije esa vez por teléfono, pase lo que pase siempre voy a amarte.

—Yo también te amo Lucca, pero interpones entre nosotros el dinero y esto jamas llegará a buen puerto.

—Lo se, por eso después de un año te dejare ir, no quiero retenerte a mi lado. No quiero seguir lastimandote, solo quedan 11 meses, mi amor y luego serás libre.

Abi se siente muy mal por Lucca, es la primera vez que él abre su corazón de esa manera. ¿Será verdad lo que dijo su abuelo, que ella es la única capaz de sanarlo con su amor? No quiere quedarse a comprobarlo porque ahora en su vida están sus hijos y ellos son más importantes que cualquier otra cosa, incluido su amor por él.

Después de desayunar, ambos tienen cosas que hacer, Lucca se dirige a la empresa y Abi se prepara para encontrarse con Juliet. No quiso decirle a su esposo que se encontraría con su amante, de lo contrario no la dejaría ir.

Abi sube a su auto y se dirige al bar en el que quedó con Juliet. Cuando llega se encuentra con una mujer Morena,delgada, ojos cafés, una belleza de mujer, ahora sabe porque Lucca está enloquecido con ella y no puede dejarla ir.

—Hola—saluda Juliet muy amablemente.

—Hola Juliet.

—Siéntate por favor necesito hablar contigo Abigail Moreno.

—Te escucho...—responde, mientras toma asiento frente a su acompañante.