En el fascinante cruce de caminos entre la amistad y el amor, surgen dilemas que desafían nuestras percepciones más profundas.
¿Qué sucede cuando los lazos que nos unen se ven puestos a prueba por los sentimientos más intensos?
Ferrán y Yerai son dos amigos cuyas vidas brillan con promesas y secretos, donde cada decisión puede cambiarlo todo. En un viaje de autodescubrimiento, se enfrentarán a la complejidad de sus emociones, revelando que el verdadero amor a menudo se oculta en los lugares más inesperados. Prepárate para adentrarte en un relato donde las lealtades se tambalean y los corazones hablan su propio lenguaje.
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Cap 18: tristeza y arrepentimiento
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ALMA: ¿Qué te sucedió? ¿Por qué vienes molesto?_(viendo a su hijo entrar a la casa)
FERRÁN: Nada importante, madre.
ALMA: Si no fuera importante, no vendrías así de furioso.
FERRÁN: Una discusión con el idiota de Yerai._(subiendo las escaleras para ir a su habitación)
ALMA: No trates así a tu amigo.
Ferrán no dijo más y fue a su habitación, estaba molesto por como Yerai trató a Emma, estaba furioso por la manera en que el hombre lo insultó, estaba furioso porque Yerai rompió su amistad y estaba aún más furioso por haber dicho lo que le dijo al chico.
FERRÁN: (( No debí insultarlo…. Pero él tiene la culpa por insultarme e insultar a Emma.))_(pensaba mientras se tiraba en su cama)
Yerai por su lado, estaba en su habitación llorando desconsoladamente, nunca pensó que Ferrán, el chico en quien confiaba, su mejor amigo, el hombre con el que se sentía seguro, lo insultara de la forma en que lo hizo.
YERAI: (( Es un maldito mentiroso, me dijo que me aceptaba tal cuál soy y en la primera oportunidad que tiene me insulta y me desprecia))..... Desde hoy no existirás Ferrán Valtierra, desde hoy borraré la mancha que has sido en mi vida.
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Yerai casi toda la noche se la pasó llorando, se sentía un estúpido al creer en las palabras y en la amistad de Ferrán, jamás debió creer en él. El chico llegó a la conclusión de que jamás debía creer en la amistad que alguien le ofreciera, nadie era su verdadero amigo, sus antiguos amigos se alejaron de él, la que creía era su mejor amiga al parecer lo odia y trata de que él no sea feliz, su mejor amigo lo insulta y desprecia por defender a esa mujer que lo maneja a su antojo.
El chico se levantó con sus ojos hinchados de tanto llorar, sin muchos ánimos se alistó para ir a la universidad pues debía presentar una exposición.
YERAI: (( Debo sacar sus cosas de aquí)) _(pensaban mientras recogía la ropa y algunas cosas que Ferrán tenía en esa habitación)
El chico puso todo dentro de una bolsa y bajó al comedor a desayunar.
YERAI: Buenos días, mami.
MAREN: Buenos días, Yerai._(viendo a su hijo triste y con los ojos hinchados)
YERAI: Mami, ¿podrías enviar esto a la casa de la señora Alma?_(mostrando la bolsa)
MAREN: Está bien, más tarde lo enviaré… siéntate a desayunar
YERAI: Gracias, mami.
MAREN: ¿Por qué discutieron tan fuerte? Él me había dicho que quería solucionar todo.
YERAI: No quiero hablar de eso, a partir de hoy, ese sujeto no es nadie en mi vida.
MAREN: Entiendo.
Mientras desayunaban, el chico recibió un mensaje de Octavio. Dicho mensaje le daba los buenos días acompañado de un poema de amor. Yerai respondió unos buenos días y dejó el teléfono a un lado.
MAREN: Hijo, tienes tu rostro hinchado, no creo que debas ir así a la universidad.
YERAI: Tengo que presentar una exposición importante, mami.
MAREN: Está bien, pero no sigas llorando.
YERAI: No lo haré madre, no lloraré por quién no vale la pena.
El chico terminó su desayuno para dirigirse a la universidad.
ALDO: Yerai, ¿Por qué tan triste?_(viendo que el chico se sentó en su lugar sin saludarlo)
YERAI: Buenos días, Aldo.
ALDO: Dime, pequeño hámster, ¿Quién te molestó? ¿Fue esa tonta que tienes por amiga?
YERAI: Ayer discutí con Ferrán, me insultó y dijo que se arrepentía de ser amigo de un maldito afeminado._( conteniendo sus lágrimas)
ALDO: Que le pasa a ese idiota, ¿por qué te insultó?
YERAI: Emma.
ALDO: Maldita arpía, desgraciada.
YERAI: Aldo, tu si eres mi amigo ¿Verdad?
ALDO: Claro que soy tu amigo, Yerai, nunca te dejaré solo.
YERAI: Aldo, ¿por qué nadie me quiere? Creí que él era mi amigo.
ALDO: yo te quiero, Yerai, te quiero mucho, Rose y Qaeda también te quieren y valoran tu amistad…
YERAI: Aldo, me duele mucho que me insultara de esa forma.
ALDO: Cuando lo vea le romperé la cara por idiota.
YERAI: Nunca fue mi amigo, aunque dijera que me aceptaba, nunca lo hizo y solo esperó la oportunidad para insultarme.
ALDO: No le hagas caso a ese imbécil, tu eres muy lindo y tus gustos no tienen por qué importarle a nadie más.
YERAI: Gracias por estar a mi lado siempre que te necesito.
ALDO: No tienes que agradecer, eres mi amigo y como tal te quiero y te valoro mucho.
Ellos siguieron hablando un rato más, cuando el profesor llegó cada uno tomó su lugar, minutos después Yerai presentó su exposición.
Ferrán por su lado, tampoco durmió mucho, estaba arrepentido de haber insultado a Yerai, se reprochaba el haberle hablado de esa forma al chico.
FERRÁN: (( Aunque estuviera enojado, no debí hablarle así.))
Después de alistarse, bajó a desayunar, antes de llegar al comedor vió a su madre entrando con una bolsa grande en sus manos.
FERRÁN: Que traes en esa bolsa, madre.
ALMA: Son las cosas que tenías en casa de Yerai.
FERRÁN: ¿Mis cosas?
ALMA: Si, Maren me las dió, dijo que Yerai no las quería ver.
En ese momento Ferrán recordó que Yerai no le dejaba llevar las cosas a su casa, ya que decía que le gustaba tener su presencia en su habitación y que el día que él permitiera que se llevara sus pertenencias era porque ya no lo quería más en su vida.
FERRÁN: Madre, ¿estás segura de lo que dices?_(un poco intranquilo)
ALMA: Si, eso me dijo Maren… Ah y me dijo que no vuelvas a su casa, no perdonará la manera en que trataste a su hijo. ¿Qué le hiciste a Yerai?
FERRÁN: Le grité y lo insulté, pero él también me insultó.
ALMA: Toma tus cosas y no vuelvas a molestar a ese chico…. Cuando lo conociste te dije que lo trataras bien y lo cuidaras.
FERRÁN: Lo trato bien y lo cuido, madre, pero desde que soy novio de Emma, él no para de molestarla.
ALMA: ¿Cuántas novias y aventuras has tenido? ¿Yerai se llegó a meter con alguna de ellas?
FERRÁN: No y eso es lo que no entiendo.
ALMA: ¿Hablaste con él? ¿Le preguntaste qué sucedía?
FERRÁN: Lo hice y negó todo.
ALMA: Bien, deja a ese chico en paz.
Ferrán no contestó si no que tomó sus pertenencias y volvió a su habitación.
FERRÁN: (( pequeño pollito.))_(dejando las cosas a un lado con una sensación de vacío en su corazón)
Sacando esos pensamientos de su cabeza, salió de su habitación para ir a la universidad.