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Amor Bajo Contrato

Amor Bajo Contrato

Status: En proceso
Genre:Posesivo / Matrimonio arreglado / Hija rica en bancarrota / Juego del gato y el ratón
Popularitas:7k
Nilai: 5
nombre de autor: America Blancas

Violeta Meil siempre tuvo todo: belleza, dinero y una vida perfecta.
Hija de una de las familias más ricas del país M, jamás imaginó que su destino cambiaría tan rápido.

Recién graduada, consigue un puesto en la poderosa empresa de los Sen, una dinastía de magnates tecnológicos. Allí conoce a Damien Sen, el frío y arrogante heredero que parece disfrutar haciéndole la vida imposible.

Pero cuando la familia Meil enfrenta una crisis económica, su padre decide sellar un compromiso arreglado con Damien.
Ella no lo ama.
Él tiene a otra.
Y sin embargo… el destino no entiende de contratos.

Entre lujo, secretos y corazones rotos, Violeta descubrirá que el verdadero poder no está en el dinero, sino en saber quién controla el juego del amor.

NovelToon tiene autorización de America Blancas para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

La mujer equivocada

**Capítulo 15:**La mujer equivocada

(Desde la perspectiva de Damien Sen)

“El destino no siempre se equivoca, a veces solo se divierte viendo cómo elegimos lo que más nos destruye.”

El rugido del motor del Rolls-Royce era lo único que llenaba el silencio dentro del auto.

Damien Sen mantenía una mano firme sobre el volante, los nudillos marcados por la tensión, mientras las luces del país M se deslizaban por el parabrisas como destellos de neón.

La lluvia caía ligera, golpeando el techo del auto con un ritmo irregular que acompañaba su humor.

Había dejado atrás la mansión Meil hacía poco más de una hora.

La reunión había sido tan tediosa como irritante.

Y la idea que lo perseguía desde entonces seguía sonando en su cabeza como una maldita burla:

Casarse con Violeta Meil.

Soltó una carcajada baja, irónica, casi sin vida.

—Qué ironía… —murmuró—. Toda mi vida evitando caer en trampas, y ahora me obligan a meter la cabeza en una.

El reflejo de su propio rostro en el vidrio lo observaba con frialdad.

Cabello oscuro, barba apenas marcada, ojos azules sin un ápice de brillo.

Su abuela, Rosa Sen, le había dicho que debía hacerlo “por la familia”, “por el legado”, “por su futuro”.

Pero él sabía que, en el fondo, su abuela quería verlo amarrado a una vida que él jamás eligió.

Aunque no lo admitiera, lo que más le dolía era que una parte de su vida ya había estado escrita… solo que con otra mujer.

Mia.

El nombre cruzó su mente como una herida que nunca cicatrizó.

Apretó la mandíbula, desviando la mirada a la carretera.

Habían pasado tres años desde que ella desapareció de su vida sin mirar atrás.

Tres años desde que supo —por boca de sus propios padres— que la habían hecho alejarse “por su bien”.

Que “ella no era suficiente para un Sen”.

Damien había ido a buscarla.

Había removido cielo y tierra.

Pero Mia se había ido. Sin dejar rastro, sin explicación.

Solo una carta breve.

“Lo siento, Damien. No puedo seguir contigo. No quiero esta vida.”

Durante meses creyó que era mentira.

Que ella lo amaba.

Hasta que su madre, con una frialdad que solo una Sen podía tener, le confesó que la habían “ayudado a entender su lugar”.

Y aunque nunca se lo dijeron abiertamente, Damien lo entendió todo:

La compraron.

Le dieron dinero para que se fuera.

Y ella… aceptó.

Desde entonces, el amor para él no era más que una palabra vacía.

Una mentira elegante.

Un error que no pensaba volver a cometer.

El teléfono vibró sobre el asiento.

—¿Qué pasa, Caleb? —contestó con voz grave, sin apartar la vista del camino.

Del otro lado, su asistente y mano derecha sonó como siempre: calmado, preciso, demasiado correcto para el caos que era su jefe.

—Solo confirmo la reunión con los inversionistas japoneses mañana a las nueve. Dijiste que querías tener todo listo antes de fin de mes.

Damien asintió.

El proyecto Heaven Towers era lo único que lo mantenía cuerdo.

Un desarrollo de lujo que consolidaría a los Sen como la familia más poderosa del país M y del N.

Más incluso que los Shao.

Y esa idea lo llenaba de una satisfacción silenciosa.

—Perfecto —respondió seco.

—Por cierto —añadió Caleb—, tu abuela me dijo que mañana te recogerán a las cinco de la tarde.

—¿Para qué? —preguntó con fastidio.

—Dijo algo sobre una “cita oficial” con tu prometida.

Damien rió con sarcasmo, apoyando un brazo en la ventanilla.

—Mi abuela debería escribir telenovelas —dijo entre dientes—. Tiene más imaginación que todos los guionistas del país juntos.

—Podría ser peor —respondió Caleb divertido—. Al menos Violeta Meil es guapa.

Damien bufó.

—La belleza no quita lo convenenciera. Esa mujer es una copia exacta de su familia: elegante, perfecta… y podrida por dentro.

—Tal vez deberías conocerla mejor.

—Ya la conozco —replicó él, tajante—. Trabajó en mi empresa. Sé exactamente quién es. Una chica mimada que finge independencia, pero que en el fondo solo busca poder.

El silencio se extendió unos segundos.

Caleb suspiró.

—Solo… no cierres tanto la puerta, Damien. A veces el pasado no debería dictar todo tu futuro.

Damien apretó los dientes.

—El pasado me enseñó lo suficiente. No hay nada más que aprender.

Colgó antes de que Caleb pudiera responder.

Llegó a su residencia temporal poco antes de medianoche.

Una casa moderna, amplia, fría.

Todo lo que un hombre como él necesitaba: lujo, orden y silencio.

Dejó el saco en el sofá y caminó directo a la barra del bar, sirviéndose un trago de whisky.

El líquido dorado ardió al pasar por su garganta, pero no más que sus pensamientos.

Se dejó caer en el sillón, mirando las luces de la ciudad a través del ventanal.

Por un momento, recordó la mirada de Violeta durante la cena.

Altiva.

Fuerte.

Con una tristeza oculta que él no quiso reconocer.

Ella no era como las demás, eso era evidente.

Y tal vez por eso lo irritaba tanto.

Porque tenía esa forma de mirarlo como si lo conociera, como si viera algo más allá de su coraza.

Y eso lo enfurecía.

“Bruja.”

El pensamiento le cruzó la mente con fuerza.

Sí, era una bruja.

Una bruja con cara de ángel y alma de tormenta.

Y él no pensaba caer bajo su hechizo.

El sonido de la lluvia volvió a llenar el ambiente.

Damien se recostó, pasando una mano por su rostro.

El cansancio lo alcanzaba, pero su mente seguía despierta.

Cada vez que cerraba los ojos, Mia aparecía.

—¿Por qué lo hiciste? —murmuró al aire.

No esperaba respuesta.

Nunca la tendría.

A veces imaginaba que ella aún lo amaba.

Otras veces, que lo había olvidado por completo.

Pero lo que más lo consumía era no saber por qué lo había traicionado.

Había querido creer que sus padres la forzaron.

Pero la duda siempre estaba ahí.

Tal vez Mía simplemente eligió el dinero.

Y si eso era cierto… entonces él había sido el estúpido que creyó en un amor que nunca existió.

A la mañana siguiente, el sol apenas asomaba cuando Damien entró a su oficina temporal.

El edificio era de cristal y acero, minimalista, con vistas al corazón financiero del país M.

Su traje negro impecable, su expresión fría y sus pasos firmes bastaban para que cualquiera en el pasillo se apartara al verlo.

Sobre la mesa lo esperaban los planos del proyecto Heaven Towers.

El desarrollo más ambicioso de Sen Holdings:

—Rascacielos residenciales de lujo con tecnología de punta.

—Inversión multimillonaria.

—Y la promesa de superar incluso a la familia Shao.

Mientras revisaba las cifras, su mente se mantenía en calma.

Aquí, en el mundo de los negocios, nada dolía.

Todo era predecible, medible, controlable.

No había mentiras, solo resultados.

Y él era el mejor obteniéndolos.

Pero ni siquiera el brillo de su éxito podía distraerlo del hecho de que su vida personal era una jaula.

Una jaula dorada con un nombre grabado en la puerta:

Violeta Meil.

—No pienso ir a esa cita —dijo en voz baja, mirando por la ventana.

Tenía mejores cosas que hacer que fingir una relación con una mujer que lo odiaba tanto como él a ella.

Sonrió con ironía.

Tal vez ese odio era lo único real entre ambos.

Esa noche, ya de regreso en su residencia, el silencio volvió a acompañarlo.

El whisky y el insomnio se habían vuelto sus compañeros fieles.

Se quitó la corbata, encendió un cigarrillo y salió al balcón.

La ciudad brillaba bajo las luces, indiferente a su tormenta interna.

El humo ascendía lento, mezclándose con la brisa nocturna.

—Mia… —susurró su nombre como si fuera un fantasma.

Recordó su risa, su voz, sus promesas.

Recordó cómo juraron construir un futuro juntos, uno lejos de los Sen, lejos de los arreglos, lejos de todo.

Y cómo todo se desmoronó cuando ella lo abandonó sin mirar atrás.

Apretó los puños.

—Me juraste que me amabas —murmuró con amargura—. Me juraste que no me dejarías.

El viento sopló, llevándose su voz, y él sintió que el pecho le ardía.

No por amor, sino por orgullo.

La amó una vez.

Y fue su error más grande.

Desde entonces había jurado no volver a amar.

Y no pensaba romper su palabra.

Apagó el cigarrillo, dejó el vaso vacío sobre la mesa y miró una última vez hacia la ciudad.

—El amor no es para mí —susurró.

—Y si lo es… elijo no tenerlo.

El reloj marcó la medianoche exacta.

Afuera, la lluvia comenzaba otra vez, cayendo sobre la ciudad como un recordatorio de que incluso el cielo llora por los errores del pasado.

Damien Sen cerró los ojos, y antes de entregarse al sueño, murmuró la promesa que lo había mantenido en pie:

“Nunca más. No volveré a amar.

Porque la mujer correcta… me traicionó.

Y ahora me obligan a casarme con la mujer equivocada.”

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Jessica Gonzalez
espero que no se quede con el
Jessica Gonzalez
asta ahora me gusta mucho está novela el ego de Damien es muy grande pero se encontrará con ella que no se dejará pasar a llevar
maria alejandra landaeta
excelente 😘
maylen urquiza
por favor querida escritora no me hagas sufrir más a nuestra querida violeta deja que ese mamón se de cuenta de la arpía que es esa mía pero que sea demasiado tarde y que ya violeta se le haya borrado ese amor y que le pongas a alguien que si la ame de verdad y que ese idiota de Damien se coma su hígado cuando se de cuenta que perdió a la mejor mujer que pudo tener a su lado gracias y espero su actualización 🥰🥰🥰
bela
por favor en lo mejor...espero que se valla que mande todo por un caño un asco de hombre.....espero que actualicé y que conozca la bruja que esta poniendo en su propia casa No aguanto esto ....que asco
maylen urquiza
uf querida escritora me tienes con los nervios de puntas y loca por ver cómo termina está belleza de novela que me tiene loca desde que la empecé a leer por favor actualiza rápido y que tan lindo como hasta ahora gracias 🥰🥰🥰🥰🥰🥰🥰
Gladys Torin
Que horror, me dejas en ascuas, no se vale
maylen urquiza
hola querida escritora me tienes loca con esta novela espero que nuestra querida violeta no sufra tanto y espero que el idiota de Damien se de cuenta de lo que está perdiendo por ser un tonto de lo peor y que cuando se de cuenta de no sea demasiado tarde para recuperar a nuestra querida violeta espero que siga así de linda y hermosa tu novela como hasta ahora la cual me gusta mucho 🥰🥰🥰🥰
maylen urquiza
querida autora me tienes enganchada con la novela por favor sigue actualizando así rápido 🥰🥰🥰🥰🥰🥰
maylen urquiza
hasta ahora excelente escritora espero y hagas que ese estúpido se arrepienta de haberla tratado como lo hizo y que cuando quiera regresar ella ya lo haya olvidado que se encuentre un hombre que la ame de verdad y la respete por lo que es y por favor no la embarazes de ese estúpido porque no se la merece ella merece algo mejor
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