después de nacer siendo un Alfa Dominante fui vendido por mis padres y aunque viví una vida llena de lujos, también fui usado y violentado por mi familia adoptiva, luego de morir de manera trágica, despierto siendo un Omega un lugar extraño.
¿mi vida cambiará o seré nuevamente usado y luego desechado?
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Salvando a los suegros
Comenzamos a caminar hacia la dirección que huyeron los reyes, mientras caminábamos más nos alejábamos del palacio imperial, yo estaba cansado y tanto el príncipe como su guardia estaban perdiendo la esperanza hasta que escuché una voz masculina que decía:
-no se acerque más, juro que los mataré a todos.
Aunque estaba cansado, tome dos de mis cuchillos y corrí hacia el lugar de donde provenía la voz, luego vi a lo lejos a dos hombres cerca al gran árbol que marcaba el límite de la ciudad imperial y el sur, esos hombres estaban acercándose cada vez mas a la pareja real, así que sin pensarlo dos veces corrí con uno de mis cuchillos en la mano derecha y les hice un corte en las piernas a todos los hombres amenazantes que pude, los hombres al sentirse heridos se enojaron se fueron sobre mi, cuando ellos se ponían a mi altura aprovechaba para cortar en un punto vital, generalmente cortaba sus cuellos o muslos mis cortes eran profundos y precisos haciendo que se desangraran en cuestión de minutos y mientras más entraban en pánico más sangraban lo cual era todo un espectáculo, solo me tomo 10 minutos acabar con ellos y liberar a los reyes, quienes estaban en estado de shock al ver a un niño tan pequeño acabar con 7 hombres alfa de gran tamaño él solo, además estaba cubierto de sangre lo cual hacía más terrorífico verme.
Cuando todos estaban a salvo dije;
-aun quieren ir al palacio imperial?
El guardia respondió por todos, ya que su asombro por la situación no los dejaba:
-si, deseamos ir al palacio.
-bien, entonces siganme, nos tomara al menos una hora y media llegar al palacio.
Todos nos pusimos en marcha y tal como había dicho llegamos una hora y media después al palacio, en cuanto entre los sirvientes que ya me veían como un monstruo me tenían aún más cuando me vieron cubierto de sangre, ellos huían y me miraban con desprecio, asco y temor, lo cual no me importaba, ya que estaba acostumbrado, cuando entramos a la torre principal donde se encontraba el maldito tirano, me sorprendí al ver que ese imbécil estaba allí y no en su amada sala del trono, en cuanto me vio ignoro por completo a la familia real del norte y se acercó a mí rápidamente, luego me agarró fuertemente los brazos y me grito diciendo:
-DONDE DIABLOS ESTABAS?, ¿POR QUE CARAJOS LLEGAS CUBIERTO DE SANGRE?
Voltee a mirar a la familia real quienes miraban al emperador con admiración y ternura, en ese momento me di cuenta de que ese desgraciado se estaba mostrando como un padre amoroso, devoto y preocupado por su hijo lo que me enojo, así que me liberé bruscamente de su agarre y luego le dije:
-ja, a caso está preocupado por mi?
-si.
-ja, ja, ja, tal parece que solo era necesario que llegará la familia real del norte para que usted mostrará preocupación por mi, su hijo monstruo que desecho como basura en cuanto nació.
-tu Jano, no hables así.
-por que debería callarme?, siempre he hablado de esta manera, tal vez mi comportamiento tan poco respetuoso y sin etiqueta se deba a que creció como un sirviente en lugar de un príncipe.
-CALLATE.
-hubiera cerrado la boca si usted se hubiera evitado tal obra vergonzosa de fingir preocupación, recuerde que solo soy un monstruo que fue dado a luz por la persona que odiaba.
-QUE TE CALLES HE DICHO.
-señor emperador, me iré y cerraré la boca si me dice lo que hico con ese maldito prostituto que mato a mi madre e intento matarme a mi.
-de verdad tengo que decirlo ahora?
-si, hágale honor a su título de tirano.
-(suspiro), le corté las manos y las piernas, luego le di la orden al médico imperial que lo tratará y en cuanto se recupere será llevado a un burdel.
-al fin hizo bien, lo felicito, como recompensa por un buen trabajo cerraré la boca y me iré de aquí.
Me di la vuelta, les hice una reverencia a los reyes y me marché de allí.
