General Convertido En Consorte De Tres Alfas Superiores

En cuanto regresamos al palacio real me di cuenta de que nos estaba esperando un séquito de soldados al principio pensé que nos iban a atacar, pero en cuanto nos fuimos acercando más ellos comenzaron a aplaudirnos y chocando sus espadas como muestra de agradecimiento, luego de que pasamos por el lugar donde estaban los soldados y pasamos por la puerta principal del palacio real vi que nos estaban esperando el rey y sus tres hermanos, en cuanto bajamos el carruaje aquel chico que ahora se había convertido en rey caminó de manera muy agraciada hacia mí y luego con una gran sonrisa en el rostro dijo:

- general agradezco enormemente que haya venido aquí, ya que gracias a ti hemos sido liberados y ocupado el lugar que nos correspondía desde el principio además te decidiste de las personas que nos causaban problemas por eso en el carruaje que te llevará de vuelta habrán unos cuantos regalos que deseo no rechace además también dejaré por escrito el acuerdo de paz entre el Imperio y nuestro reino siempre y cuando el Imperio no se inmiscuya demasiado en mi reino yo estaré tranquilo y haré tratos con ellos recuerde que nuestro reino es rico en piedras de maná y siempre que su imperio necesite podrá negociar con nosotros, ya que les daremos un buen precio.

Al escuchar a ese jovencito hablar de manera tan fluida y sin miedo me hizo sentir un poco tonto, ya que yo a su edad no era así, luego de que chico terminará de hablar me acerqué a él, le hice una reverencia y luego me dispuse a irme, pero antes de que pudiese hacerlo los cuatro niños hacia mí y sin previo aviso me abrazaron me agradecieron, yo muy conmovido acepté sus buenos deseos hacia mí y me despedí, luego me fui con mis hombres de regreso al campamento militar.

En cuanto llegue al campamento militar lo primero que vi fue a mi hermanita a la cual había dejado con tan solo dos años y medio ahora era una hermosa pequeña de casi 5 años, ella estaba junto a mi esposo el cual en cuanto me vio hizo una expresión un poco extraña no era de felicidad ni de enojo, era algo entre las dos cosas, luego de bajar del carruaje fui directamente hacia ellos abracé a mi hermanita quién al verme no me reconoció en lo absoluto hasta que Fua Long le dijo que yo era su hermano al que ella tanto había estado esperando luego de esa explicación mi hermana me abrazó fuertemente lloró y no me solto, asi que la tome en mis brazos y mientras yo la sotenía en mis brazos, salude de manera muy informal a quién era mi esposo, en cuanto me acerqué a él note algo extraño, así que luego de estar un rato con mi hermana, fui hacia Fua Long y le dije:

-estás embarazado?

él comenzó a ponerse ansioso caminaba de un lado a otro y evitaba responder a mi pregunta así que yo lo seguí lo tomé por los brazos delicadamente lo miré a los ojos y nuevamente pregunté:

- Fua Long, estás embarazado?

Él miró al suelo desviando por completo mi mirada y luego con la voz temblorosa dijo:

- no entiendo por qué dices eso.

- el flujo de tus feromonas ha cambiado y se parece mucho al cambio que tuvo mi padre Omega cuando estaba embarazado de mi hermana así que por eso te lo pregunto.

Él ya sabiendo que no podía mentir respiró profundamente me miró a los ojos y me dijo:

- lo estuve, pero hace poco perdí al bebé.

Al escuchar su confesión me enojé, no por el hecho de que me haya traicionado sino porque aún era muy joven, yo quería que esperara al menos hasta los 17 años ya que mi padre Omega me había dicho una vez que si un omega quedaba en embarazo antes de esa edad podría ser complicado y hasta mortal un embarazo, en el momento en que lo vi tan frágil me recordó a mi padre así que lo abracé tratando de reconfortarlo por lo que le había sucedido, luego de que él lloró un buen rato en mis brazos se quedó dormido, así que yo lo llevé en brazos a la cama y luego velee su sueño, al día siguiente él se levantó muy temprano en la mañana preparo mi desayuno y atendió de manera casi perfecta a mi pequeña hermana, al ver lo feliz que se veía mi pequeña hermanita y lo bien que la atendía me hizo darme cuenta de que debía tratarlo de mejor manera y aunque no lo amara, quise hacerlo feliz y darle una buena calidad de vida, desde ese momento hice lo mejor que pude para hacer sonreir a Fua Long, nuestra convivencia no era mala y aunque no compartíamos cuarto cumplí con mis deberes conyugales y para mi cumpleaños número 21 me enteré de que él estaba embarazado, él estaba realmente feliz, aunque yo la verdad no sentía tal felicidad; sin embargo, me prometí a mí mismo cuidar y hacer feliz tanto a Fua Long como a nuestro hijo, el día en que nos enteramos de aquella noticia mi hermanita escuchó todo y comenzó a dar saltos de alegría, mientras gritaba por todo el campamento que pronto sería tía, mis soldados nos felicitaron e hicieron un gran banquete para celebrar la feliz ocasión, bebieron y celebraron hicieron cánticos y hasta se pusieron a competir en lucha, mientras estábamos reunidos alrededor de la fogata Fua Long puso su cabeza sobre mi hombro y por primera vez tomó mi mano y mientras cerraba los ojos dijo:

- sé que nuestro matrimonio solo fue por mandato real y conveniencia, pero agradezco que me trates tan bien y que hayas cumplido tu palabra.

Yo me sentía un poco mal, ya que aunque eramos un matrimonio nuestros sentimientos el uno por el otro estaban muy lejos de ser amor y aunque nos llevábamos bastante bien, solo nos tratábamos como amigos o conocidos muy cercanos sin embargo, ya que había pasado todo esto debía hacerme cargo de mi vida tal y como era en ese momento, así que para no hacerlo sentir mal y no darle una respuesta a sus profundos pensamientos acerca de lo que estaba sucediendo toqué suavemente su cabeza y le dije:

-eres mi esposo por eso te trató bien, ya que ahora eres parte de mi familia y por eso mismo siempre te cuidaré y haré lo posible para que seas feliz junto a nuestro hijo y a mi pequeña hermana.

Él aún con los ojos cerrados sonrío y siguió disfrutando de la celebración.