Anne Williams es una chica de 26 años amable, sencilla e inocente, cuida de su pequeña hermana Gracie de 9 años desde hace unos meses cuando murió su madre de cáncer... Ahora está perdida en su rutina trabajando en esa cafetería, hasta que la desgracia llama a su puerta, abusos, policías y contratos.
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CAPÍTULO 20
Anne había pasado gran parte de la noche en compañía de Eva, quien insistia en que le contará lo que había pasado, no fue hasta que Gracie logro dormir que Anne se animó a platicar con su nueva mejor amiga.
Si bien era cierto Anne nunca había tenido amigas, no tenía el tiempo para tenerlas pues siempre estuvo ocupada en la universidad, su casa, su madre y su hermana, nunca pudo salir al cine o a una fiesta con alguien, ni siquiera sabía que era experimentar eso, había tenido una vida tan restringida que se le hacía extraño el siquiera pensar que tenía una, pero con Eva todo fue diferente, aún la mujer siendo algunos años menor que ella y teniendo la vida tan privilegiada que tuvo, Anne sentía que Eva la comprendía, la escuchaba y con solo verle la cara ya sabía lo que sentía.
-¿Porqué te golpeó? -le dijo Eva sentándose en el sofá junto a ella. Anne bajó la mirada y sus ojos se cristalizaron.
-Le dije cosas horribles, que había sido una persona aprovechada con mi situación y que me orillo a firmar ese contrato. -La primera lágrima rodó y Eva suspiró.
-Esque Isaac es tu idiota. -dijo la chica entre dientes. -Jamas había escuchado que Isaac golpeara a una mujer, no te mentiré, en su adolescencia era el pan de cada de mis padres se peleaba con cualquier hombre que se le acercara, pero realmente pensé que había cambiado.
-Pues no cambio Eva y yo no puedo estar en una casa donde voy a comenzar a temer por la vida de mi hermana y por la mía. -Anne sorbió los mocos y se talló la nariz. -Sé que puede demandarme por ese contrato y aunque no tengo el dinero de la multa estoy dispuesta a correr con ese riesgo, no puedo vivir con miedo. -dijo, la chica asintió.
-Contarás conmigo para todo lo que necesites, Anne, pero por el momento no podrás salir de casa sino hasta que se calmen las cosas. -Anne lo comprendía así que no dijo nada. -Me dan ganas de ir con Isaac y golpearlo hasta cansarme, es que es un bruto.
-No puede saber que tú me ayudaste Eva, tampoco tus padres. -Sentencio la rubia. -Y yo soy una estúpida que no me lo saco de la mente.
-¿Te enamoraste de mi hermano? -Dijo Eva sin poder creer lo que escuchaba, Anne se cubrió la cara con ambas manos mientras sollozaba. Eva resopló y volvió a abrazarla.
-¡No sé lo que siento, lo quiero lejos de mi pero a la vez también quiero que esté aquí conmigo! -Sollozo. -Nunca me habían roto el corazón, le entregué todo Eva, todo se lo di, hasta mi virginidad. -Eva abrió los ojos impresionada.
-¿Me estás diciendo que eras virgen, Anne?
-Si, en la luna de miel fue la primera vez que estuve con alguien sexualmente, me trató como todo un caballero, me cuido y se preocupó por mí en todo momento, ¿y ahora? Se convirtió en el monstruo que sabía que era desde un inicio. -Sollozo. -Soy una estúpida.
-No eres una estúpida, eres una mujer enamorada. -Anne la miró con su cara inundada en lágrimas, su labio inferior resaltó y abrió los brazos para abrazar a Eva quien únicamente acariciaba su espalda.
-Insisto en qué quiero romperle la cara a ese idiota y si mamá o papá se enteran de lo que te hizo se querrán morir.
-Lo que menos quiero es preocupar al señor Greg, sigue delicado por su enfermedad y no quiero ser la causante de que empeore, júrame que no dirás nada Eva, juralo. -Anne levanto su dedo meñique y Eva entrelazó el suyo.
-Lo juró y no te preocupes por eso, no lo sabrán, ahora ve a dormir que tengo que irme, mañana tengo cosas que hacer, pero vendré a verte por la tarde. -Anne asintió aunque no tenía sueño, solo el día anterior habían regresado del viaje tan maravilloso que tuvieron y ahora todo era un caos. -Traje despensa y ya está en la cocina.
-Gracias por todo lo que haces por nosotras, Eva, eres mi mejor amiga. -Le dijo la rubia, Eva sonrió ampliamente y le dio un último abrazo.
-Tu también eres mi mejor amiga. -Le sonrió.
Eva se retiró y Anne quedó sola en aquella sala de estar, si bien la calefacción estaba encendida aún así Anne tenía frío, pero nada de sueño, todos los pensamientos que atacaban su mente no la dejaban dormir, cuando por fin estaba sumergiéndose en un sueño escucho gritos y el llanto de su hermana, Anne se levantó rápidamente para encontrar a Gracie llorando, después de varias semanas volvía a presentar pesadillas.
Anne la abrazó y la niña abrió los ojos de a poco. -Volvió a soñar con mamá. -Sollozo la niña.
-Gracie, sé que la extrañas tanto como yo. -le dijo mientras tenía a la niña en su pecho, está asintió.
-¿Crees que aprenderemos a vivir sin ella? -murmuro la niña, Anne suspiró.
-Espero. -le dijo.
-Solo me mencionaba un nombre, Aarón. -dijo la niña. Anne la miró. -No sé quién es Aarón.
-Ni yo. -Dijo Anne sin comprender.
A los minutos cuando Gracie pudo quedar dormida, Anne se acomodó en la cama con su hermana y cayó en un profundo sueño, olvidando por todo lo que estaba pasando.
§§§§
Isaac suspiró de alivio pues pensó que Anne se había ido al departamento de Eva, quizá el enojo la hizo darse un respiro, pero seguro volvería, pensó.
Decidió no llamar a Eva e ir directamente a su departamento, tocó la puerta y le abrió Joseth, la señora del servicio de la chica. -Buenos días, señor Isaac, la niña Eva está dormida.
-Buenos días, ¿de casualidad está aquí una mujer y una niña? -la señora lo miro sin comprender.
-No, aquí no ha venido nadie. -Dijo la mujer. -Pero si gusta pasar, yo le hablaré a la niña.
Isaac y Joshua pasaron a la sala de estar de Eva quien momentos después salió en una bata y pantuflas.
-¿Qué quieres, no sabes que hora es? -una Eva visiblemente molesta lo miró.
-Eva, no quiero perder la paciencia contigo, ¿dónde está mi esposa? -Dijo Isaac acercándose, Eva lo miro burlona.
-¿Esposa? Mmmh. -Eva se puso el dedo en la barbilla y simuló que estaba pensando. -Ay, fíjate que no lo sé, ¿no le pusiste GPS? -Eva hacía alusión a lo que Isaac habla hecho con Kate y eso hizo enfurecer al hombre.
-¡Isaac basta! -grito Joshua. -Te comportas como un animal.
-¡Dime dónde está mi esposa! -Le gritó acorralándola en una pared, puso su mano sobre el cuello de su hermana quien lo miró aterrorizada.
-¡Suéltame Isaac! -Dijo apenas en un susurro, pues la estaba apretando fuerte. Joshua intervino y libero a Eva del agarre de su hermano. -¡No puedes venir a mi casa a agredirme así, estúpido!
-¡Solo quiero saber dónde están! -Grito Isaac frenético.
-Primero lárgate a bañar, que apestas a cantina de mala muerte y te ves terrible, que asco. -Dijo su hermana viéndolo con repudio. -Si papá te viera así, empeora.
-Eva por favor. -Dijo ya más tranquilo. -Quiero recuperar a mi familia, solo dime dónde encontrarlas.
-¿Tu familia?, ¡ja, ja, ja! -Se burló la hermana. -A la familia no se le agrede como lo hiciste con ella y ahora conmigo. -Le dijo con desprecio mientras se tocaba el cuello dónde Isaac la había lastimado. -Mírate, eres un pobre diablo que vienes con la cola entre las patas pidiendo clemencia.
Las palabras de Eva eran duras y le dolían a Isaac en lo más profundo de su alma, sabía que su hermana tenía toda la razón, pero se rehusaba a permitir que Anne saliera de su vida.
-Dile a Anne que espere noticias de mi abogado. -Dijo dirigiéndose a la puerta. Eva se rió.
-Contrata a otro abogado para tu caso porque Mosby ya está ocupado, hablé con él anoche y lo mismo te digo, espera noticias del abogado de Anne. -Isaac salió hecho una fiera, Eva jamás le dirá dónde está su esposa así que tendría que averiguarlo por las buenas o por las malas.