Denver fue condenado a prisión por el femicidio de quien fuese su novia.
Lleno de venganza al salir juro vengarse de quien consideraba había sido su principal verduga y causante de haber ido a prisión siendo inocente. Esto sería su libertad a cambio de la que el perdió.
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Cap 18. Mi Lugar Seguro
Siento sus brazos rodear mi cuerpo y me asusto por un momento él parece notarlo abrazándome más fuerte. Me tranquilizó al mirar su imagen en el espejo y le sonrió le hago pequeñas caricias a su mano tatuada.
Doy la vuelta para encontrarnos de frente ahora soy yo la que me abrazo a su cuerpo, siento tanta seguridad. Él me separa y pregunta:
-Estás lista?
Le sonrió: -Sssi.
Veo sus ojos esos ojos de gato que parecieran cambiarán de color por su estado de ánimo. Desliza su dedo por el contorno de mi nariz se me escapa un suspiro.
Necesito relajar las pulsaciones de mi corazón. Sonríe y se forma esos pequeños hoyuelos tan perfectos en sus mejillas. Acaricia mi cachete con el dorso de su mano y toma mi cara:
-Vamos que nos esperan.
-Ya llegaron las chicas?
-Si, pero antes daremos una pequeña vuelta. Salió conmigo de la habitación llevándome de la mano.
Ha pasado un mes desde que hemos regresado al país, extraños a mis padres pero no he querido irlo a visitar como me encuentro. Sabrán que algo me pasa ya de por si con mi constante llamada han sospechado. Las pesadillas han ido cesando de a poco.
He golpeado más de una vez a Denver luego de despertar en medio de una pesadilla. No me ha dejado sola en ningún momento.
A ido a todas las terapias conmigo, me a hecho compartir más con las chicas ellas igual siente que algo ha pasado porque me han sentido diferente
Denver le ha dado vacaciones forzada a Mía para que este conmigo.
Le he contado que tuve una perdida y me tiene tan depresiva. Odios todas estás mentira pero como contarles la verdad.
El me lleva a las caballerizas a ayudar con la alimentación de los animales.
Es una sorpresa, no estaba preparada para ir con el al establo; si no para recibir a Mía, Emma y Samy que vendrán a casa porque Denver las ha invitado. Me tiene preparado una gran sorpresa.
Salimos de la habitación y me toma de la mano, es un día muy hermoso.
Vamos en carro, mi atuendo no es para ir a caballo. Cargo un vestido blanco con mi traje de baño abajo. Estaba preparada para un días de piscina Denver haciendo tiempo a querido que vayamos a ayudar con los animales.
Al llegar Denver me lleva agarrada de la mano. Esos ojos de gatos me tranquilizan tanto siento que es mi lugar seguro. Aunque no se en que irá a parar todo esto, se supone que me odia, pero ahora está sanando mis heridas.
No he querido cuestionar nada, todo es mejor que aquel infierno que vive. Siento miedo y jalo suavemente a Denver de la mano y lo abrazó. En sus brazos encuentro mi lugar seguro. El me abraza y besa mi frente caminamos al establo le damos comidas a los caballos, peino algunos son tan hermosos.
Las gotas de agua mojan nuestra ropa. El tiempo se a tornado gris algo oscuro y triste. Vamos al establo con algo de prisa.
Los recuerdo de aquel día huyendo a plena madrugada a medio vestí, pidiendo ayuda y siendo ignorada como loca. Nadie me entendía ni yo a ellos.
Denver se para detrás de mi y me abraza, trato de tranquilizarme el está conmigo. Lo beso, lo necesito y el me recibe con mucha delicadeza sujeta mi cachetes y profundiza el beso. Mi cuerpo ya no siente frío. El deseo va aumentando.
Me pega al marco de la ventana cuando el beso cada vez se vuelve más excitante sus manos recorrer mis piernas me aferró a su espalda besando todo su cuello.
Besa mis senos baja por mi abdomen y me ve con esos ojos que tanto me gustan hasta que se agacha y se posiciona entre mis piernas. Baja mi traje de baño me ve con tanto deseo, mete sus manos por mis nalgas y me acerca a su cara. No quiero recordar pero el recuerdo me nubla hasta que toma mi pierna y la sube a su hombro cuando su boca suavemente se posiciona sobre mi sexo el detonante de los recuerdos de aquella noche drogada golpean mi cabeza.
Lo empujó y grito:
-No...
Me siento con mis piernas recogidas a mis pecho mis brazos alrededor de ella llorando sintiéndome culpable y sucia.
Denver se acerca muy despacio comienza hablarme: -Nena calma, no te haré daño, no te obligare a lo q no deseas. -Perdoname si te he presionado soy un bruto, te ruego me perdones. Lo abrazo me siento ahorcada sobre el.
Le pido perdón porque me siento sucia al recordar aquel hombre tocarme y es algo que no he logrado decir en terapia tengo miedo vuelvan esos recuerdos, no quiero.
Tengo miedo que cuando lo sepa no me quiera cerca porque lo permiti.
-Nena confía en mí. Que te han hecho?
-Siento que algo no terminas de decirme.
Me levanto y tomo mi parte baja de mi traje de baño me la pongo. Me siento y le comienzo a relatar aquella noche en la q Río intento obligarme y escape fui perseguida. Luego cuando me trajeron de regreso me mandó a bañar y vesti. El le hacía el control de calidad a toda la mercancía nueva.
Cuando volvió como me beso, tocó y solo me deje, no quería ser golpeada nuevamente y aunque no lo deseaba solo permanecí inmóvil como me dijo Mayra rogaba que funcionara. Le conté como mi mente permanecía en aquella noche loca que lo conoci hasta que Río se molestó y se fue mayra tenía razón y me sentí muy feliz pero, pero supe que eso solo era el principio de todo. Entre en pánico comencé hacer tal escándalo que vinieron para drogarme, suplique llore hasta que Mayra decidio quedarse sola conmigo.
Solo me dió la opción de que me drogara yo misma o lo harían ellos era la orden. No tuve mas opción que aceptar, pasaron poco minuto y el dolor, el miedo, todo se había ido.
Estaba eufórica, me sentia poderosa, Mayra trataba de calmarme.
Río entro le coquete, lo seduci, hasta me sentía muy excitada. Nada me importaba y ordenó que todos saliera, me beso le correspondo.
Limpie mis lágrimas, el sembraste de Denver era frío sin expresión escuchando todo y aunque tenía miedo debía decirlo todo.
Me beso como tú lo hicistes hoy aquí y en algún momento eras tu, tu cara,tus ojos y quería más pedí más hasta que bajo quitó mi blumer subió mi pierna en su hombro todo era tan rico tocaban a la puerta había llegado el padrino y me esperaba, pero Río ignoraba los toque en la puerta y yo deseaba que lo hiciera. No quería que te fueras de mi lado me lamió y grite d placer.
Abrieron la puerta y entro Dandy,Río se levantó y lo tomo del cuello y lo pego a la pared furioso le explicó que el padrino me esperaba.
Quiso cambiar todo que me sentía mal,, pero ya al parecer no se podía, salio enojado de la habitación ya había entrado en razón, seguía drogada, pero entendía ya lo que pasaba. Me llevaron con el padrino y ya el resto de la historia toda la sabes.
Estoy sucia, me siento sucia, me da asco, rabia deseo matarlo con mis manos
-Ese es mi trabajo, tu concéntrate en superar todo esto porque no es tu culpa.
-Fue mi culpa, yo lo busque, yo le pedí ayuda y confíe en un extraño nunca lo había hecho antes y esto es lo q me pasó.
-No es tú culpa, esa noche yo me porte como un animal y te viste obligada a huir, te he orillado con toda esta venganza.
-Nunca me has obligado ni lastimado, he sido libre siempre de irme.
Denver me abrazo
-Nena lo vamos a superar, y ese mal nacido tendrá su merecido no volverá a lastimar a ninguna otra mujer.
Entiendo por lo que has pasado y fui incapaz de abandonarte cuando lo averigüé todo.
Regresamos a casa ya deben haber llegado todos los invitados.
Ver a mis padres en casa fue la mejor sorpresa. Corro a sus brazo los echaba tanto d menos hablé con mi madre le conté de mi supuesta perdida para que pudiera entender porque estaba tan deprimida.
Mis padres vinieron rápido no podían permanecer mucho fuera de casa. Estaban siendo víctimas de un grupo de ladrones que estaba robado ganado por la zona.
Se encontraban en el medio de aquella investigación, pero decidieron venir con Denver a verme luego de el haberle contado que los necesitaba.
Inicio la reunión en la piscina y estaba tan segura que solo disfrute cada momento, reímos, bailamos, comimos. La tarde se fue bastante rápido. Estaba feliz, ese momento me hacía feliz.
Al caer la noche nos reunimos a la mesa para cenar, Mía, Sami, Emma, mis padres, Nancy, Cristhian con quién igual me sentía tan agradecida por haber ayudado a salvarme.
Aunque veía a Denver reír comer, hablar. Estar muy social sentía que algo no estaba bien, su mirada era fría, ese brillo que tenía no estaba, reía como fingiendo.