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Esposa Abandonada

Esposa Abandonada

Status: En proceso
Genre:Traiciones y engaños / Dejar escapar al amor / Venganza de la Esposa / Divorcio
Popularitas:210.8k
Nilai: 4.7
nombre de autor: Jess Queen

Novela en emisión! no desesperen por favor! Y para las nuevas lectoras, les informo que es una novela, no historia corta. Escribo con amor, por lo que espero lo mismo de ustedes.
Gracias por leer ♥️

NovelToon tiene autorización de Jess Queen para publicar essa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Cap 8

Salgo de casa con una sonrisa en el rostro y una energía renovada para el día. La mañana está despejada y el aire fresco parece prometer un buen día.

—Buenos días, Henry. — Saludo al chofer que me abre la puerta. — Vamos a la empresa.

El trayecto hacia la empresa es largo, ya que mi mansión en Chelsea está bastante alejada del bullicioso centro de la ciudad. El viaje toma casi una hora, pero la tranquilidad del trayecto me da tiempo para organizar mis pensamientos.

Al ingresar a la empresa, mi sonrisa sorprende a muchos. El ambiente, normalmente cargado de estrés y rutina, parece responder a mi actitud positiva. Mi asistente, Bárbara, que está habituada a verme con una expresión más severa, me mira con una mezcla de sorpresa y curiosidad mientras me acerco a mi oficina.

La oficina está impecable como siempre. El orden meticuloso en el que están apilados los documentos a mi izquierda es un reflejo de la precisión que intento mantener en mi vida. Pero mi mirada se detiene en algo que me desconcierta, una taza de té de hierbas en lugar del café que suelo tomar a primera  hora para empezar el día.

Miro a Bárbara, que está absorta en su tablet, revisando la agenda del día. Al notar mi silencio, su rostro cambia de color, y se pone visiblemente nerviosa.

—Calla — le digo levantando la mano. — Dime, ¿por qué hay un té de hierbas cuando lo que debería haber en mi taza es un delicioso café?

Su reacción es inmediata; se pone completamente roja, como si el color le hubiera subido a la cabeza. Trata de hablar, pero las palabras se enredan en su garganta mientras baja la mirada a sus pies, claramente incómoda.

—Bárbara, no te quedes mirando el piso. Mírame, por favor. — Intento ser amable, recordando que ayer me disculpé por mi comportamiento anterior. — No eres una sirvienta maltratada, eres mi asistente.

Finalmente, levanta la vista y me mira, sus ojos se posan en la taza de té. Me recuesto en el sillón, esperando su explicación mientras me tomo un sorbo del té que, a pesar de ser sabroso, no es lo que esperaba.

—Lo siento... es que... yo leí... — Hace pausas después de cada palabra, y su nerviosismo me resulta casi cómico. — Investigé que las madres embarazadas no deben consumir café en gestación porque puede alterarlas, y supuse que usted...

Ruedo los ojos, la mezcla de su nerviosismo y el intento de cuidado sutil me parece algo irónicamente gracioso. Dejo la taza vacía sobre el escritorio y la miro con una sonrisa suave.

—Cálmate, mujer. No te voy a despedir por eso. — Señalo el asiento frente a mí. — Mejor siéntate, que de pie me pones nerviosa.

Bárbara duda por un momento, pero finalmente se sienta en la silla frente a mi escritorio. Su expresión sigue mostrando un rastro de nervios, pero también un alivio palpable.

—No volverá a pasar — dice, su voz temblorosa.

Valoro el gesto, aunque el pánico en sus ojos me hace sonreír. A pesar de mis propios temores y confusiones con el embarazo, es reconfortante ver cómo alguien se preocupa por mí, aunque de una manera un tanto torpe. El pequeño acto de cuidado de Bárbara me recuerda que, a pesar de todo, no estoy completamente sola en esto.

Suelto un suspiro al darme cuenta de que, a pesar de sus nervios, Bárbara es una chica eficiente y atenta, y lo más importante, trabaja rápido.

—Bien, gracias por el té de hierbas, pero voy a querer mi café al llegar, aunque puedes prepararlo mas suave. — Le indico, con una sonrisa que espero sea reconfortante. — Quiero que te relajes para que podamos trabajar bien y que esto — Señalo mi vientre con una ligera sonrisa — por ahora, quede entre nosotras dos.

Bárbara asiente, claramente aliviada por mi actitud relajada. Nos ponemos a trabajar, ella concentrada en sus tareas y yo en las mías. Mi mente está enfocada en encontrar un buen vicepresidente entre los empleados que llevan años trabajando aquí. Necesito a alguien capaz de asumir el cargo y hacerse cargo de la empresa mientras yo me ocupo de mi embarazo. Solo vendré cuando sea estrictamente necesario.

La mañana pasa rápidamente entre juntas y correos. La oficina está tranquila y el ritmo de trabajo fluye sin problemas.

—Señora Moore, se está pasando por alto la hora del almuerzo. ¿Quiere que le pida algo? — Me recuerda Bárbara, con un tono de voz que demuestra su preocupación por los detalles.

—Dejemos en el olvido eso de “señora Moore”. — Le respondo con un tono más amistoso. — Llámame por mi nombre de pila y pide para las dos.

Bárbara parece sorprenderse un poco por mi flexibilidad, pero rápidamente se adapta.

—¿Qué se le apetece?

DORMIR, PERO NO PUEDO.

—Lo que tú quieras, mientras no contenga picante. — Mi comentario es una mezcla de broma y verdad; lo último que quiero es que la comida tenga un sabor que me descomponga aún más.

Bárbara asiente y se encarga de hacer el pedido, asegurándose de especificar que no quiero orégano en los alimentos. Vuelve a su lugar y se sumerge de nuevo en su trabajo.

Las horas pasan, y la ultima reunion que tenia hoy por la tarde, la he pasado para mañana por impuntualidad, ser flexible no implica que me hagan esperar mas de una hora.  Me siento más ligera y lista para irme a casa.

—Bárbara, quiero que me envíes las carpetas a mi correo de los candidatos más adecuados para el cargo pero sin decir nada aun, no quiero que eseculen ni que este edificio se velva una batalla sangrinta por el puesto. — le indico mientras recojo mis cosas. — Y mañana quiero que vayas a mi casa porque trabajaremos desde allí. Me tomaré una semana y después iremos a Italia para hacer lo mismo en las empresas de allá.

Ella asiente con determinación, tomando nota de las nuevas instrucciones mientras me preparo para salir. A pesar de todo, es reconfortante saber que cuento con alguien que, aunque a veces nerviosa, se preocupa y se adapta a mis nuevas necesidades. Salgo de la oficina con una sensación de alivio, al menos por hoy, y espero con ansias la llegada de mis mejores amigos. ¡Estoy tan feliz de verlos de nuevo!.

Bárbara asiente y mientras me levanto para recoger mis cosas, ella hace lo mismo y salimos juntas. Recibo un mensaje de Emilie informando que en dos horas estarán aquí, así que me apresuro a subir al ascensor y sube alguien mas detras de mí.

Al cerrar las puertas del ascensor, el perfume que me envuelve es una mezcla embriagadora de notas cítricas y florales, tan sofisticado y cautivador que me fascina. Sin embargo, el verdadero impacto es el hombre que lo porta. Es alto, con una presencia imponente, cabello negro corto que destaca con pulcritud, y unos ojos tan oscuros como el carbón, que parecen capturar y reflejar la luz de manera hipnótica. Su físico es atlético y bien proporcionado, y su traje formal, un elegante traje gris oscuro a medida, resalta su figura con una perfección casi escultural. La combinación de su atractivo físico con su postura segura y su mirada seductora lo hace parecer aún más irresistible.

—Buenas tardes. ¿Bajas? — Pregunta, y asiento, sintiendo una ligera oleada de calor en mis mejillas.

Presiona el botón para la planta baja y trato de disimular el rubor en mis mejillas que ya siento que se ha intensificado. El perfume se queda atrapado en el aire, envolviéndome en su aroma persistente y exótico.

—¿Qué perfume usas? Me encanta y… — No puedo evitar preguntar, intrigada por su fragancia.

Tengo toda su atención y me sonríe con una expresión que parece decir que está complacido por el cumplido.

—¿Para tu esposo? — Mira mis manos, notando la ausencia de un anillo. — No hay anillo, así que debe ser para un novio.

—No hay novio, solo me gusta y ya. — Respondo avergonzada, sintiendo que mis palabras no logran transmitir lo que realmente quiero decir.

No aparta la mirada de mi y me pone nerviosa que no l haga con disimulo, es de los tipos que si les gusta alguien lo demuestra.

—Y yo que creí que tenía un mal día, la Ceo de la empresa no estaba disponible pero fue mi culpa, me he atascado en el transito y llegue tarde y tendré que volver mañana. Pero en cambio, me alegra ver que mejoré significativamente al gustarte. Si quieres saber qué perfume uso, tendrás que aceptar cenar conmigo.

Ahora soy yo la que sonríe.

—No ceno con desconocidos. — Digo mientras me dirijo hacia el auto. El hombre no parece rendirse.—Y dije que me gustaba el perfume, no tú.

—Por favor, a mí también me gusta mucho el tuyo, acepta salir conmigo y prometo no decepcionarte. —Al notar mi silencio vuelve a insistir.— Al menos déjame saber cómo te llamas.

No estoy para perder tiempo en esto, pero me siento alagada despues de años.

Sonrío al avanzar los escasos metros a mi vehiculo, donde mi chofer espera y abre la puerta para mí.

—¿Por qué lo haría? No sé cuál es el tuyo. —Digo cortando el silencio, la sonrisa que me ofrece es endemoniadamente encantadora. Él saca una tarjeta de su billetera y la tiende hacia mí antes de que suba al coche.

—Klaus Bulgari. Un placer, señorita… — Su voz tiene un toque de humor y simpatía.

—Samantha Moore, y es una pena, porque mañana tampoco puedo recibirte aqui. — Le sonrío y noto que parece reconocerme. — Pero puedo recibirte en mi casa a primera hora, siempre y cuando no llegues tarde.

Klaus me regala otra de sus sonrisas encantadoras mientras me subo al auto.

—Claro que sí, Samantha, hasta su nombre es adorable.—¿De verdad le gusto? es extraño, porque todo indica que si. Klaus me regala otra de sus sonrisas encantadoras mientras me subo al auto.— Tiene mi número. Escríbame la dirección y estaré allí, con el doble de perfume en mi cuerpo y prendas para que me ayuden a conquistarla, parece una mujer dura, pero me encantan los desafios.

Henry arranca el auto para regresar a casa, pero me regala una sonrisa que veo reflejada en el espejo retrovisor. Sonrío como una adolescente, sorprendida por el giro inesperado de mi día. Hace años que no coqueteo con nadie, y aunque Klaus Bulgari es apuesto y encantador, no está en mis planes salir con nadie, especialmente ahora que me preparo para ser madre.

Klaus Bulgari. Mi fortuna no se acerca a la de este hombre, y el hecho de que haya venido personalmente desde Grecia para verme es un indicio claro de cuánto está dispuesto a invertir en mi empresa. Aunque ha sido bastante insistente, es evidente que su interés va más allá de un simple negocio. ¿Y si en el fondo también está interesado en mí?

Me pregunto si, a pesar de mi actual situación y mis sentimientos encontrados, podría permitirme un breve desvío de mi realidad para disfrutar de su compañía. A lo mejor, en medio de este caos y soledad, un poco de coqueteo no estaría tan mal, aunque mi prioridad sigue siendo mi futuro hijo y el bienestar que quiero construir para él.

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Carmen Perez
Excelente
Maria Luisa Guerrero Vidal
ojalá le den termino últimamente puras historias a medias
Jess Queen: La plataforma no está trabajando bien hace una semana. los capítulos están pero no sé publican, no somos las autoras... todas se quejan saquen número.
total 1 replies
Nidia Esther Barrios
Muy malo
Jess Queen: Gracias
total 1 replies
selenia mendez matos
autora clauk es el hombre que ella necesita no un pelear qué se deja mangonear por su madera y familia
selenia mendez matos
elio lo hizo mug mal ojalá no la encuentre y que cuando la encuentre ella ya esté casada con clausk
selenia mendez matos
esta historia es hermosa autora espero que sl esposo de ella y familia le muy mal porque discriminaron a la protagonista y trataron y discriminaron de 8na manara muy baja
Rita Coba
samm ke mal estás tú no sabes lo ke kiereas tienes miedo de criar solo a tu hija y eso no de e ser cuando mujeres crece a sus hijos sin padre y yo creo ke Eliot de esta engañando por ya ves ke por su culpa se entere tu ex
Rita Coba
ay Sam estás en dilema por una parte tiene razón kaaul por todo lo que te ISO sufrir pero es el padre de tu hija
Rita Coba
ke mal estás Sam jusgando kassu yo sería el primero en ponerme celoso ke como loca corriste por ese idiota pero yo presiento ke kassu lo mando a a ser
Rita Coba
Sam el ISO ke lo golpeen no caigas en su juego de va a arruinar la vida de va a lejar kans
Norma Páez tellez
termine su novela y sub capitulos no se vale que dejen a medias y se queda uno con la intriga pero lo peor es malo para esta página ya no dan ganas de ver las novelas que escriben porque ya casi nunca las terminan y se quedan a medias ya está fea la pagina
Jess Queen: /Facepalm/
total 1 replies
Rita Coba
no por dios le va a pasar ahora ay amigo traicinastes a tu amiga a ver si de cuesta ke pierdas tu matrimonio cuando se entere tu mujer por ahora ese 😈le va aser la vida imposible a sam
Maria Ortiz
hola no es que uno se aburre, lo que pasa es cuando suben los otros capítulos uno ya le perdió el hilo.es muy buena te felicito.
Jess Queen: Muchas gracias.
total 1 replies
Rita Coba
ay esctidora muy interesante la novela ojalá siga así ❤️🥰🥰
Ysabel Cristina Salas
Este capítulo no me gusta ....
Ysabel Cristina Salas
Si me encanta Klaus, Felicitaciones escritora......
Ysabel Cristina Salas
Si me encanta Klaus, Felicitaciones escritora......
Ysabel Cristina Salas
Que San , siga adelante con Klaus, ese Derek es un patán no merece nada
Ysabel Cristina Salas
Me encanta la historia, ese Derek sácalo de la historia, ... no tiene derecho a nada es un cobarde
Jaqueline Leiva
oooo😱😱😱😱 autora nos dejaste como loro en el alambre quien sera ese hombre k ayudo a klaus 🤔 si es alguien cercano de ellos sabrá k sam no esta muerta en cualquier momento bueno tiene k ser alguien del círculo de amigos para k sepa el funcionamiento de la fortaleza de peter
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