SÁLVAME

Javier desayunó en compañía de su madre, a quien veía igual o más preocupada que su padre. No sabía si era prudente preguntar, pero la verdad era que la curiosidad lo estaba matando.

_ Madre, tú sí me dirás que está pasando.- pregunto Javier.

_ De que hablas.- dijo ella.

_ Es evidente que algo está pasando, solo mira la cara que te cargas y ni que decir de la de papá.- le dijo Javier a su madre.

_ No te hagas ideas, porque mejor no te vas con tus hermanos.- ella cambió el tema por completo.

Ella no quería hablar del tema, así que no insistió, pero algo tenía que averiguar, así que debía hablar con sus hermanos.

_ Y donde están ellos.- pregunto Javier.

_ Están en el club.- le contesto.

Bien, tomaré una ducha y los alcanzaré.- me puse de pie y me acerqué a ella. Aunque lo nieguen, sé qué algo pasa, mamá ya soy un adulto, sé que mi comportamiento no ha sido bueno, pero sabes que puede contar conmigo.

_ Lo sé hijo y gracias.

Javier besó la frente de su madre y luego ingreso a la casa.

…

Javier.

No quería pensar más en el asunto, pero la verdad era que me era imposible, con la idea de averiguar que era lo que estaba pasando, salí rumbo al club. Mis hermanos se encontraban jugando golf, así que me uní a ellos.

_ Que bueno que estás aquí.- me dijo Jaime.

_ Sí, ven, juega con nosotros.- agrego Dante.

Estuvimos jugando como una hora, luego nos fuimos a la piscina, no había mucha gente, pero sí una que otra hermosa chica. Y si mis hermanos y yo, llamamos la atención, cosa que los tenía incómodos a ellos, todo lo contrario para mí.

Ya hacía varios días que andaba sin hacer nada, así que decidí buscar con quién pasar un buen rato.

_ Ten cuidado con lo que haces, recuerda que papá tiene los ojos sobre ti.- me advirtió Dante.

_ Lo sé, así que tendré cuidado.- le dije antes de alejarme de ellos.

Jaime negó con la cabeza, pero no dijo nada, yo caminé hacia un grupo de chicas que nos miraban desde lejos.

Entre ellas había una hermosa chica pelinegra, ella al verme acercarme acomodo su bikini, esa fue la señal para saber que era la indicada para pasar un buen rato.

_ Hola.- le dije al acercarme.

_ Hola guapo.- me dijo ella guiñándome el ojo.

_ Te gustaría tomar algo.- le ofrecí.

Ella asintió, y nos alejamos de las otras chicas, mis hermanos me observaban desde lejos, pero no les preste atención, así que nos fuimos directo al bar, en donde pedimos dos whiskys.

_ Como te llamas.- me pregunto.

_ Jaime.- mentí.

_ Mucho gusto Jaime, Karen.- dijo tendiéndome la mano.

_ Vienes muy seguido aquí.- le pregunté.

_ En realidad no, pero estoy feliz de haber venido el día de hoy. - eso me lo dijo cerca de mi oído, haciendo que mi amigo despertara.

_ Que te pareces si vamos aún lugar más íntimo.- no quería perder tiempo, así que le propuse el irnos a otro lugar.

_ Yo encantada.- me contestó.

La tomé de la mano y salimos rumbo a la recepción para pedir una habitación, pero para mi mala suerte todas las habitaciones estaban ocupadas, pues al parecer hoy se le dio a todos los miembros del club venir.

_ Lo siento joven.- me dijo la chica de la recepción.

_ No se preocupe, no es su culpa.- le dije.

Mi plan de pasar un buen rato había fracasado, o eso pensaba, pues la chica me tomo de la mano y me llevo hasta los vestidores del área de la piscina.

…

Valentina, disfruto de un masaje relajante, después de eso fue llevada a la piscina en donde pudo nadar con ayuda de instructor. Había sido una gran idea, la del padre de Valentina, ella fue consentida de una manera maravillosa, así que se sentía relajada.

Además, en ningún momento me tropezó con las víboras, cosas que la relajo aún más.

_ Señorita Carvajal, que le pareció, fue de su agrado.- pregunto Sandra.

_ Estuvo estupendo, no sabes como te agradezco.- le contesto Valentina.

_ Me hace muy feliz escuchar eso, espero y la próxima pregunte por mí.- le dijo.

_ Cuenta con eso.- le dijo Valentía con amabilidad.

Ella sonrió contenta, luego empujo la silla de ruedas desde la piscina hasta los vestidores en donde Valentina empezó a recoger sus cosas para luego dirigirse a su habitación, pero la repentina llegada de dos personajes, interrumpió su intención de salir de ese lugar.

La situación era realmente incómoda, pues ella estaba en la parte de Al fondo y paras salir debía pasar por donde estas dos personas teniendo intimida.

_ Qué calenturientos.- susurro.

Valentina no sabía qué hacer, pues no tenía intención de quedarse ahí hasta que ellos terminara.

_ Por favor, podrían cubrirse en lo que yo salgo.- grito Valentina desde al fondo de los vestidores.

Las dos personas se quedaron en silencio, pues se sentían avergonzados.

_ Tomaré ese silencio como un sí.- le dijo Valentina al tiempo que empujaba su silla hacia la salida.

Pero la curiosidad le gano y volvo a ver de quién se trataba, pudiendo ver por el reflejo de un espejo, es rostro de Javier, quien con sus manos cubría su parte íntima, Valentina no pudo evitar reír, pues no sabía que Javier era tan arriesgado. Así que tomo la decisión de darle una lección, por lo que se acercó a una de las bancas y recogió la ropa de Javier y la chica.

_ Ya pueden continuar.- les grito antes de cerra la puerta con seguro.

Valentina se alejó lo más rápido posible, mientras contenía la risa.

_ Espero y con esto aprendas a comportarte.- dijo Valentina cuando ingreso a la habitación.

Entre risa se vistió y salió rumbo al restaurante en donde se encontraría con su padre y las otras dos mujeres.

_ De qué tanto té ríes.- le pregunto Sara al encontrársela en la entrada del restaurante.

_ Solo me paso algo gracioso.- contesto ella.

Valentina ingreso al restaurante, seguida por Sara.

_ Disculpen la tardanza.- dijo Valentina al estar cerca a la mesa.

_ No te preocupes, hija, pero dime que tal estuvo.- pregunto Fernando.

_ Estuvo bien, la verdad es que me divertí mucho.- contesto valentina.

Sara se sentó en su lugar al lado de su madre.