La Segunda Oportunidad De La Princesa

Bruno por su parte despide a esa gente de allí y después se fue a su oficina a trabajar.

Allí estaba Cristian, quien se quejaba porque estaba aburrido.

—Como pago por mis horas sacrificadas, tienes que acompañarme una noche de estas a tomar hasta perder el conocimiento, no se me hace justo ser tu esclavo y no disfrutar de la buena vida— se queja Christian con aburrimiento.

—Ya quisieras, yo no soy como tu amante del vino y de las mujeres— le responde Bruno con desagrado a Cristian y esté se ríe.

—Eres un virginal, tienes casi treinta años y aún no te has ido a la cama con nadie, al paso que vas, vas a dejar a tus padres sin descendencia— dice Cristian y en esos momentos los padres de Bruno quienes estaban en su casa de retiro descansando después de jubilarse jóvenes, estornudaron al mismo tiempo.

Ellos le entregaron a Bruno el trono cuando Bruno era joven, y se dedicaron a disfrutar de su juventud, fue tan así, que tienen una hija pequeña, como de unos 10 años, quien los acompaña para todas partes también.

Llevan diez años en su retiro y de vez en cuando van al palacio cuando es necesario.

—Me enteré de que el imperio tiene una vista especial, el imperio de Estevia mandó a su princesa a hacer la renovación del tratado de paz, me dicen que esa princesa parece una flor de loto, si tan solo ese hijo no filiar se fijará en ella, yo sería la madre más feliz del mundo, una mujer así merece este imperio — se lamenta la madre de Bruno con pesar, el nombre de ella es Noemí.

—No creo que quiera estar al lado de un hombre tan feo y amargado como mi hijo, si parece una flor, Bruno ha de ser un ogro entonces — se burla el mayor y ambos se ríen con burla de su propio hijo.

Su pequeña hija, quien había ido a traer postres y té, escuchó lo último y también se unió a la conversación.

—Mi hermano no está tan feo, y creo que si dejara de ser tan amargado, fuera el hombre más guapo del imperio, pero esa cara de perro que tiene el día entero, no deja que los demás vean su belleza, no sé cómo tiene tanto fanáticas locas— dice la niña quien lleva por nombre Angélica.

Todos se rieron de lo dicho por Angélica y después de eso, disfrutaron de los postres y té que trajo la niña.

Bruno en el palacio estaba sintiendo un pitido en los oídos y se sentía incómodo.

Cristian quien lo ve incómodo le pregunta.

—¿Qué cara tan fea es esa?— pregunta Cristian y Bruno le explica lo que siente.

—Todo está bien, pero siento un pitido en los oídos— dice él y continúa con su trabajo.

Pero Cristian por molestar le dice.

—Eso es alguien que está hablando mal de ti, ya me imagino yo quien— se burla Cristian.

—Hasta yo, nadie además de ustedes tres indecentes se burla más que mi familia, merecen ir a la cárcel por burlarse de su soberano— se queja Bruno y eso hace que Cristian se burle más.

El enojado le lanzó una esfera de agua y Cristian desapareció antes de que el agua le alcance, cosa que enojó más a Bruno.

Jonás llegó a la oficina y miró el panorama, y sin preguntar limpio el desastre con su magia de viento.

Ya se imagina a quién le lanzaron el ataque de agua.

Pero cómo decir algo es hacer nada, mejor se queda en silencio e información sobre lo que vino a hacer a la oficina.

—La princesa Bianca Mondragón solicita su presencia en el jardín imperial para compartir el té, vaya ahora antes de que ella sospeche de que le estamos viendo la cara— dice Jonás y deja escapar un suspiro.

No le agrada para nada este juego del emperador con esa princesa, quien se ve buena gente y se ha portado muy amable con todos en el palacio.Trata a los sirvientes muy bien, y no es arrogante.

Bruno rápidamente le encargó lo que estaba haciendo a Jonás y se fue a ver a la princesa Bianca al jardín imperial, y al llegar se quedó deslumbrado por su belleza y sencillez.

Ella estaba corriendo detrás de su doncella, quien hace unos minutos le había dicho en forma de broma que ella necesitaba un amante que le ayude a quitar todo el estrés del trabajo por las noches.

Cuando ambas vieron llegar a Bruno dejaron de correr y se compraron.

Bruno no quería reír, pero se ríe de la situación.

—Parece que llegue en buen momento, ¿puedo unirme a ustedes, a qué juegan?— pregunta Bruno divertido y sin filtro Nely le dice lo mismo que le dijo a su ama hace poco.

—Asistente Cristian, ya que estamos en confianza le diré, le he dicho a mi ama que debe conseguir un amante que le ayude a quitar el aburrimiento, está mujer es una piedra, solo piensa en trabajo— dice Nely y Bianca se atraganta con su saliva y comenzó a toser avergonzada.

Nely es una mujer sin filtro que no teme decir lo que piensa.

Bruno no sabe qué decir y mejor sonríe apenado, la pobre Bianca para no perder la cara más de la cuenta, cuando dejó de toser invitó a Bruno a tomar asiento y ella misma le sirvió todo lo que había mandado a preparar con esa loca de Nely.

Ella no decía nada y estaba avergonzada por lo dicho por Nely, quien se había ido al ver a su ama tan avergonzada.

Es mejor que digan por aquí corrió, a qué digan aquí murió.

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Nota

Nos vemos el viernes con más