Bernada, estaba con el alma rota y un gran dolor en el alma, un angel le envío un gran regalo y ella resurgió de entre sus cenizas para tomar revancha, pero..., sin poder evitarlo, el amor la encuentra y ella solo podía decir. "Cariño, déjame ayudarte"
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Cap. 7. Oh, entiendo
Bernarda había decidido que debían cambiar algunas cosas, su trato era demasiado formal, tarde o temprano se darían cuenta de su farsa.
—Alex, deberías llamarme de una forma más cariñosa, algo así como, mi vida, mi amor, mi cielo, no sé, algo así —dijo mirándolo con esa tranquilidad que resulta escalofriante mientras Alex se pone rojo como un tomate.
—Oh, entiendo, somos muy formales, voy a corregir eso —dijo sin poder mirarla de nuevo, esto era habitual para él, la hermosa Bernarda lo dejaba como tonto.
—Bien, gracias cariño —dijo para ir hacia las niñas, quería hablar con ellas, sin embargo, el pobre Alex casi se atraganta con su saliva cuando la escuchó decirle de esa forma.
Bernarda se acercó a Samira, quien aún sollozaba. Había estado llorando de repente durante la tarde, pero cuando su padre le preguntaba la razón de su tristeza, ellas no querían hablar.
—Samira, ¿si sigues llorando, tus ojos se van a poner rojos e hinchados, y no creo que la situación valga la pena, ¿Quieres contarme? —dice mientras se sienta a su lado?
La niña guardó silencio por un rato, mientras que Bernarda estaba tranquila y no presionaba.
—Tía, Bernarda, hoy en el colegio, mis compañeros me llamaron mentirosa, porque les dije que ya tenía mamá y que era muy bella. Todos se rieron de mí, dijeron que mi papi es solo un pobre mecánico y que yo era una mentirosa —dijo comenzando a sollozar.
Bernarda asintió.
—Bien, cuando pase algo así, quiero que me hagas llamar, iré para arreglar las cosas, ¿de acuerdo? —dijo tranquila mientras que Samira se iluminó como un sol, ella asintió varias veces, estaba emocionada.
Bernarda fue con Belle, es una edad difícil y en el tema emocional, ella no tuvo contención, siempre estaba en internados y sus padres no eran los más amorosos.
—¿Belle, puedo entrar? —dijo tranquila, mientras que adentro solo había silencio.
Bernarda parpadeó un par de veces y decidió chantajear.
—En mi trabajo me regalaron una bolsa Gucci, me nombraron la trabajadora del mes, pero la verdad, es muy juvenil para mí, es más para tu edad, mañana te lo puedo traer —dijo, mientras que de repente, unos hermosos ojos se asomaron cuando se abrió un poco la puerta.
—¿Es bonito? —dijo suavemente.
—Es muy bonito, me dijeron que confirme el color, ¿qué color te gusta? —dijo mientras que Belle parpadeó varias veces.
—Me gusta el verde menta —asevero con entusiasmo.
—Oh, ya veo, bien, así lo pediré, ahora, ¿podemos hablar de tu molestia? —dijo mientras empuja la puerta suavemente, no dejaría que esa niña se quede sin hablar con ella.
Belle se sonrojó de vergüenza, se siente tan tonta.
—Lo que pasa, es que…, hay un niño en un curso de arriba y siempre está molestándote, diciendo que seré su novia, que solo debe esperar, lo que más me molesta es que dos compañeras de mi curso están interesadas en ese chico, y me molestan todo el tiempo, dicen que soy una coqueta, que los chicos me buscan porque soy una desvergonzada, pero no es verdad, ese chico ni me gusta —dijo suavito mientras que Bernarda se acerca y le da un suave abrazo.
—Belle, eres muy bonita, entiendo que los chicos estén comenzando a notar tu belleza, en especial los más grandes que ya están interesados en las chicas, ahora, si ese chico no te gusta solo dilo claro y fuerte, que le dé vergüenza estarte molestando, y si esas niñas se pasan de la raya, debes defenderte, llama a tu maestra y dile que te están molestando y que no quieres estar en esa situación —dijo Bernarda mientras que Belle asiente suave, sin embargo, ella no cree tener el valor.
—Belle, si algo pasa, no dudes en llamarme, ¿de acuerdo?, yo iré rápido y voy a aclarar esto, no te quedes callada, yo me encargo —dijo tranquila mientras que la niña asintió con una ola de renovado valor, si Bernarda la apoya, ella será feliz.
Así pasaron las semanas, Bernarda salía todos los días con sus muñecas, las dejaba en el colegio y se iba a cambiar auto, ropa y look para ser la CEO más enigmática y poderosa de la ciudad.
La familia de Bernarda también fue a molestarla, claro que ellos estaban indignados, los Davis los estaban desprestigiando acusando a Bernarda de ser una mujer avariciosa que no se mide con nada por dinero.
Bernarda, por otro lado, había muerto emocionalmente con esa gente.
El día que le contó a su madre lo que pasó en su luna de miel, Alina, su madre, la reprendió por más de 20 minutos, Arnold sería incapaz de hacer algo así, según ella. La acusó de ser una mujer mimada que no quería ajustarse a su matrimonio, que estaba viendo cosas que no eran, que, si Arnold y Sisi se amaran tanto, se habrían casado hace mucho tiempo.
Bernarda ya sabe la razón por la que no se casaron, e inmediatamente se declararon su amor.
Resulta que Sisi, estaba enrollada con un hombre metido en cosas turbias. El tipo aún la acosaba y fue solo cuando el hombre entró preso por lavado de dólares y narcotráfico. Fue que Sisi quedó libre de peligro y Arnold también, ya que lo había amenazado antes y Arnold, como el cobarde que es, no se animaba a luchar con el hombre.
Bernarda era un negocio seguro y que sería una buena alianza comercial, sin embargo, ahora Bernarda era la que era un peligro para todos.
—Madre, sal de mi oficina, no tengo tiempo, estoy ocupada, así que no me fastidies —dijo sería, mientras mira sus papeles.
—Bernarda, es el colmo, primero te divorcias de Arnold haciéndonos perder la cara completamente, eres tan desconsiderada, manchas el nombre de la familia, devuelve esta empresa de una vez, además, Sisi y Arnold se casan en dos meses, debes asistir para que no se generen malos comentarios de ellos —dijo la mujer mientras que Bernarda sigue revisando sus papeles.
—Eso no va a pasar, ni lo uno ni lo otro, quiero que te quede claro que no voy a devolver la empresa a los Davis, me deben un hijo, me deben mucho dolor, sus padres lo sabían todo, eran sus alcahuetes al igual que ustedes, pero no creas que me he olvidado de ustedes, claro que tendrán su parte del pastel —dijo tranquila hojeando los contratos, ella no era una amenaza, era un hecho.
... sin embargo, todo hay que decirlo: tu trabajo es muy bueno, está historia es bella y atrapante. Ánimo, continúa. tienes mucho, pero mucho Talento... saludos