Melanie fue llevada a la guillotina, junto con su familia, gracias al descubrimiento de sus crímenes. Sin embargo, se arrepentía del ser que fue, ¿tendrá una segunda oportunidad para cambiar sus decisiones?....
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Capítulo 18
Antes que pudieran seguir con las preguntas, el carruaje frena y yo salto prácticamente de él.
Mis hermanos me seguían, no podían creer que estemos los tres juntos de compras.
Compré ropa realmente cómoda, no vestidos pomposos, era lo que más quería desde que llegue aquí.
Luego fuimos a comer, entramos en un restaurante, ya estaba por caer la noche. Mientras discutíamos que comer, en una mesa cercana, unos hombres pasados de copas, comienzan a molestar a una de las meseras, si bien la chica era ruda, los hombres seguían insistiendo y el dueño miraba para otro lado.
Sin pensarlo mucho, me levanto de mi lugar y voy a gritarle a esa parva de borrachos. Mi hermano fue tras mío, primero quiso detenerme, hasta que los escuchó
-Eso ricachón deja a las mujeres y vete, las haremos saber que son los hombres de verdad-
En un abrir y cerrar de ojos el sitio pasa a ser un caos total, mesas, botellas, platos, entre otras cosas, volaban por todos lados, en un momento, mi hermana, me toma del brazo y me arrastra fuera del lugar, aproveche para que en la pasada mi hermano tomara mi mano. Por alguna extraña razón, él trajo a la mesera
-¿Está bien señorita?-
-Sí, estoy acostumbrada, igual gracias, pero sé defenderme sola, mi padre me enseño algo de combate-
La observé por un rato, me parecía conocida, de dónde la tengo, debo sacarme la duda
-Disculpa, ¿quién es tu padre?-
-Fue un general en el Ducado Liberto, el general Jon Kepler-
Miré a mis hermanos
-¿No era la mano derecha de padre?-
Mi hermana se mostró pensativa y mi hermano fue el que contesto
-Sí, él me enseño el uso de la espada, un gran maestro, pero enfermó, nadie lo pudo ayudar, por ellos nuestra hermana mayor estudió medicina….-
-Así que ustedes dos son el orgullo de mi padre, siempre los nombraba… que recuerdos…. Bien, gracias por la ayuda, pero si no trabajo no como-
Mi hermano la frena
-Espera, no me lo perdonaría nunca tu padre, si te dejo así… Ven al ducado cuando gustes, allí nos ocuparemos de ti, podemos buscarte para que estés cómoda…-
-¿Podría trabajar y elegir mi trabajo?-
-Si pruebas ser buena, las puertas de nuestra casa están abiertas, si no buscaremos algo que si encaje contigo-
-Déjenme pensarlo…-
-Cuando gustes…-
Mi hermano hizo una reverencia y beso el dorso de su mano, con mi hermana nos mirábamos, nunca fue amable con nadie más que con nosotras.
Al final no comimos y volvimos al ducado, para escabullirnos en la cocina y comer algunas sobras, los tres nos divertimos mucho, hasta que cometimos un error, bebimos mucho alcohol, como me iba a imaginar que ninguno de los tres soportaba beber alcohol.
A la mañana siguiente, nos despertó el grito de una de las criadas, que se encargaba de la cocina
-¿¡Por dios, están bien, jóvenes amos!?-
Me imagino que sorprendió a todos la vista de los tres esa mañana.
Estábamos durmiendo en el suelo, mi hermano tirado con el cuerpo estirado, mirando hacia arriba, mi hermana apoyada en sus piernas abrazando uno de sus pies, el cual estaba sin su calzado y yo encima del pecho de mi hermano, con los pies encima de mi hermana y mis manos en la cara de mi pobre hermano que fue la almohada de ambas toda la noche.
Mientras nos incorporábamos, aparece mi padre, preguntando qué pasaba, por el alboroto, hasta que nos vio. El pobre hombre no sabía si reír o llorar. Por lo que solo nos mandó a nuestras habitaciones. Sin embargo, se notaba que estaba feliz que estemos los tres juntos, sin pelear.
Mira todo lo que perdí en mi vida anterior, si tan solo hubiera escuchado a la gente que me quería y no a las falsas amistades…
Aproveché y me fui a dar un baño, necesito algún remedio para la resaca, duele mi cabeza como mil demonios…
Mientras pensaba en que inventar para la resaca, viene Doris con una carta… llegó la hora de enfrentarme con la sociedad…. Era lo que más temía, en realidad me lo esperaba, ya que el día anterior me pasee con mis hermanos por todos lados, por lo que hoy sería, básicamente, el chisme de todos.
Abro la carta, era para una fiesta de té, para mi fortuna, la fiesta se realizaría un día antes de irnos, por lo que después no escucharé los rumores que creen…
No puedo esconderme para siempre y debo enfrentar a estas damas que creen tener el mundo a sus pies…. Lo sé bien, porque yo también fui una chiquilla incluso peor que ella.
Siento que soy una anciana yendo a una fiesta infantil, espero que por lo menos den ricos pasteles.
Le pido a Doris que envíe como respuesta que allí estaré.
Ya que vamos a hacer sociales, veremos si hay alguna niña a la que pueda hacer mi aliada, o incluso que pueda ayudar. Yo tuve otra oportunidad… ella no….