Esperanza es una organizadora de bodas que dejó de creer en el amor y los finales felices cuando siempre por una u otra razón sus romances perfectos acababan abandonandola en el día más importante de su vida, su boda. Sus padres le concretan un matrimonio pero quién sería su esposo escapa dejándola en el altar y en lugar de ser el hazme reír la otra familia pone en lugar de su hijo a su sobrino del cual poco se sabe pero mucho se comenta. Entre ellos habrá una loca historia, un contrato y muchos problemas. ¿Me acompañas a descubrirla?
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Capítulo 19 EVASIVOS
...NARRADORA...
En el vehículo donde se transportaban dos personas que acababan de casarse y no se soportaban se respiraba la tensión.
-¿Cuánto tiempo debe durar éste matrimonio?- preguntó el antes de llegar
-Por lo menos dos años- rugió molesta, no sabía nada del acuerdo
-Tendremos que aparentar mucho tiempo así que vete acostumbrando, no quedaré en ridículo por éste matrimonio. No quieres ésto, yo tampoco recuérdalo- le advirtió molesto
Mariano no tenía idea de las clausulas de dicho acuerdo, nadie le había podido explicar bien porque no era momento de hablar y entrar en detalles en la iglesia. Tampoco le interesó lo que sucediera cuando su tío le contó sobre el acuerdo matrimonial porque no era él quien estaba implicado y como se arrepentía.
Al llegar al salón donde la fiesta sería celebrada él le abrió la puerta para que bajara del vehículo como todo un caballero. Incluso sonrieron a loa fotógrafos que estaban esperando allí.
Varios menúes diferentes habían para elegir y Esperanza se sintió abrumada por tanta cantidad de personas en el lugar. Aún quería pellizcarse y descubrirse soñando algo muy loco o una pesadilla muy extraña y retorcida.
Luego de saludar a los presentes ya con sus rostros doliendo por fingir tanta felicidad ellos fueron a sentarse en la mesa principal. La comida fue servida para los esposos y finalmente comenzaron a degustar lo que les fue servido.
Los novios necesitaban hablar a solas con sus familias para saber exactamente por qué estaban casados y cuáles eran las pautas a seguir. Si bien la boda fue planeada con cuidado y dedicación los novios no sabían dónde vivirían, si tal vez podrían hacerlo separados, incluso si solo debieran verse para algún evento o reunión sería más que suficiente.
No sé conocían, el novio había sido cambiado y apenas si debido al shock del momento se soportaban, de tener que convivir acabarian lanzandose los platos por la cabeza.
La fiesta transcurrió y aunque podrían con sus familias haber hablado así sean unos escasos minutos los integrantes se ocuparon de estar en alguna conversación con algunos invitados, evadiéndolos obviamente.
-Creo que para guardar apariencias debemos hospedarnos en el mismo hotel ésta noche así mañana cada uno vuelve a su casa- ella le susurró por lo bajo y él escuchó perfecto
-Que inocencia la tuya, ¿Piensas que eso se verá bien? Los recién casados en habitaciones separadas y los primeros días juntos separados trabajando. Todos esperan que estemos esta noche sin poder salir del cuarto y que los primeros días sean iguales pero en otro destino- le dijo con naturalidad pero una gran molestia
¿De verdad aquella muchacha poco menor que él podía ser tan ingenua?Además el no poder controlar la situación lo tenía más que molesto, furioso. Él siempre ordenó todo con responsabilidad y anticipó todo lo que haría. Nada jamás se salió de su control, todo perfectamente en orden. No le gustaban las sorpresas, a menos que fuera algo laboral prefería abstenerse.
Ahora todo había cambiado. No solo lo sorprendieron sus tíos por culpa de su inútil primo sino que no tenía idea de cómo serían los próximos días ni dónde estaría. Todo era tan molesto.
Además Esperanza solo tenía un lindo nombre que cualquiera juraría que quien lo posea sería dulce y tranquila. Ésta novia no era dulce y mucho menos fácil de tratar.
Las malas experiencias la habían convertido en alguien solitario con problemas de confianza bastante serios y una personalidad muy hermética donde apenas unas pocas personas podían entrar a su vida. Las bodas fallidas y los novios idiotas habían terminado de convencerla de no darle oportunidades al amor. Los príncipes que conocía se transformaban en sapos rápidamente, ya sabía cómo todo sucedía.
Siempre soñó casarse pero ahora le tenía miedo a su esposo y no creía que eso pudiera cambiar. La fama de mafioso y el mal carácter la asustaban más, era alguien peligroso de quién naturalmente se mantendría a kilómetros de distancia pero estando casados no podría hacerlo.
Hasta su manera de besar era autoritaria, ¿En qué lío la habían metido? Rogaba acabar viva ese matrimonio pero tenía ciertas dudas. Aunque el contrato que habían hecho le garantizaba cierta seguridad, se aferraría a él con uñas y dientes.