Un Esposo Para Navidad

-Disculpen si interrumpo su cálido abrazo- dijo mamá muy seria.

-Camila las empleadas están empacando sus maletas y las de tu esposo, quiero que te vayas en estos momentos de esta casa y no quiero volver a verte en mi vida-

-Es enserio Sara, estás sacando a tu hija de una casa que ni siquiera te pertenece, has perdido el juicio mujer- dice mi padre muy enojado.

-No te metas en esto Adolfo, tu menos que nadie tiene derecho a opinar, eres el responsable de la rebeldía de nuestros hijos, siempre apoyándolos y consintiendolos en todo, pero ya no más, ahora mismo voy a tomar cartas en el asunto-

-Perfecto Sara, entonces yo también voy a empacar todas mis cosas y me voy, no tengo porque estar en un lugar donde mis hijos no son bienvenidos- dice mi padre abandonando el salón.

-Y tu Camila antes de irte con tu flamante esposo dime dónde está Sofía- dice mamá

-No mamá nadie te va a decir dónde está Sofía, no vamos a permitir que le sigas arruinando la vida, ni a ella ni a ninguno de nosotros, si quieres quedarte sola hazlo, Tania y yo también nos vamos no tenemos nada que hacer acá- dice Eduardo muy molesto saliendo del salón.

-Tú también estás en mi contra, que es lo que pasa con ustedes ya no respetan a su madre- grita al verlos salir.

-No mamá tú no puedes exigir algo que no das- respondo.

-Eres una insolente Camila Montero- dice acercándose a mí e intenta pegarme.

-Que pena con usted señora pero no va a volver a tocar a mi esposa- dice Andrés deteniendo la mano de mamá en el aire.

-Y tú quién te crees para meterte en estos asuntos, quien te dijo que podías opinar, tú no eres nadie, no tienes ningún derecho- dice madre a los gritos.

-Soy el esposo de Camila y no voy a permitir que nadie le haga daño, ni siquiera su propia madre, además, tengo todo el derecho del mundo de defender a la mujer que amo- responde Andrés.

-Largo de aquí, no los quiero volver a ver en mi vida, tu Camila olvídate que tienes madre, lárgate con ese bueno para nada, me imagino que solo está contigo por el dinero de tu familia, pero ambos se pueden olvidar de eso, no van a ver ni un solo centavo de mi parte, a y ten por seguro que voy a encontrar a Sofía-

-No te preocupes mamá, yo nunca he necesitado tu dinero, y Andrés menos, nosotros podemos salir adelante sin tu ayuda, y si ya mismo nos vamos, a y a Sofía no la vas a encontrar, por una vez en tu vida deja que al menos uno de tus hijos sea feliz-

-Ya estamos listos- dicen Eduardo y Tania bajando las escaleras con los niños y todas sus pertenencias.

-Nosotros también- responden Maximiliano y Adriana.

-Yo también estoy listo, Sara no te preocupes cuando regreses a casa ya no voy a estar ahí- dice papá mirándola a los ojos.

-Entonces vamos, hasta luego señora- dice Andrés tomándome de la mano.

-Eso váyanse todos, no los necesito, son unos malagradecidos, olvídense de que tienen madre, y tú Adolfo olvídate que tienes una esposa- dice mamá a los gritos al vernos salir del castillo.

Todos juntos salimos del castillo, allí dejé una parte de mi corazón con mi madre, nunca imaginé que mi fuese a reaccionar de aquel modo, a tal punto de dejar ir a papá, ellos siempre han estado juntos y al parecer a ella no le importó que él se fuera, es muy triste y me siento culpable, solo espero que Sofía esté bien y que pueda realizarse como persona.

-Y ahora a dónde vamos- pregunta papá.

-Pues regresemos a casa papá, si quieres te puedes quedar con nosotros- dice Eduardo.

-Gracias hijo, espero que tu mamá reaccione pronto- dijo papá muy triste.

-Maximiliano y yo nos regresamos con ustedes- dice Adriana.

-Y nosotros también regresamos- le digo.

-No, si no hay problema quiero quedarme unos días, es nuestra luna de miel cielo- dice Andrés mirándome a los ojos.

-Sí quédense, conozcan la ciudad, disfruten su matrimonio- dice papá- usen la casa de campo que había alquilado para después de la boda- le dice a Andrés entregando las llaves

-Muchas gracias papá, es una excelente idea, vamos a tener nuestra luna de miel- le digo dándole un abrazo.

Mi padre, mi hermano y su familia, Adriana y Maximiliano se fueron hacia el aeropuerto, al despedirnos de ellos Andrés y yo nos subimos al coche camino a la casa de campo.

-Estas bien mi vida, has estado muy callada- me pregunta Andrés al verme mirando por la ventana.

-La verdad no estoy bien, nunca imaginé que mamá nos hiciera esto, menos a papá él siempre ha estado con ella, él no se merece que ella lo trate así- le respondo.

-Te entiendo amor y se que es difícil para ti toda esta situación, pero creo que en este momento lo mejor es que le den a Sara un espacio para estar sola y pensar en lo sucedido- me dice Andrés intentando tranquilizarme.

-Tienes razón cariño, es lo mejor para todos-

-Qué te parece si solo por unos días nos olvidamos de lo sucedido y disfrutamos de nuestra luna de miel- me dice dándome un beso.

-Estoy de acuerdo, gracias mi amor por estar conmigo en estos momentos en lo que más te necesito-

-No tienes nada que agradecer mi vida, de ahora en adelante siempre va a ser así, ya casi llegamos estas lista para vivir este nuevo viaje conmigo- me pregunta.

-Estoy más que lista, creo que estos días serán inolvidables para los dos- le digo dándole un beso 😘