UN VECINO COMPLICADO

Pasaron 3 días, en los cuales Alina no modifico su estilo de vida, seguía cantando, bailando, hablando por teléfono, y hasta fue a dar paseos por su nuevo barrio y empezar agendar lugares para sus futuras compras. En el mientras tanto, Fernando, había evitado con mucho esfuerzo, volver a espiar a su vecina.

Tocan el timbre de Alina, ella va corriendo a la puerta, la abre y se le dibuja una sonrisa. Se olvidó que se había puesto una mascarilla en su rostro.

- hola Mateo, te esperaba, sabía que el enojo se iba a ir y que ibas a venir a ver a tu hermana.

- hola Alina, todavía estoy un poco enojado, pero no puedo vivir sin ese huracán que provocas en la vida de las personas. Cómo estás?, veo que muy bien, tenes cara de payaso.

- ah, si, perdon, me olvide que tengo puesta la mascarilla, todavia tengo que esperar 20 minutos para sacarla (se rie), entra, sentate, ya preparo unos mates y charlamos.

Mateo se sienta y empieza a observar el nuevo departamento de su hermana. Le grita para que ella escuche lo que le dice, ya que ella esta en la cocina.

— LINDO EL DEPARTAMENTO, ES LA PRIMERA VEZ QUE VISITO ESTE EDIFICIO .

Alina le contesta también gritando.

- SI, VISTE, PAPÁ LO TENIA ESCONDIDO, PERO A MI NO SE ME ESCAPA NADA.

Los gritos llegaron hasta los oídos de Fernando.

- escuche una voz masculina, tengo que mirar, ya me porte muy bien, no será ese Leandro...

Se dirige a la ventana y abre muy poquito la cortina. Se encuentra con un muchacho, con muy buena presencia, prolijo, de traje. Alina llega con una bandeja con mates y galletas, otra vez no puede ver su rostro.

- que tiene puesto en la cara?, no si es como yo digo, esta chica está loca.

Sigue observando, Alina deja la bandeja y se dirige hacia Mateo, lo abraza por detrás y le apoya su rostro sobre él. Fernando al ver esto, sale de la ventana, vuelve la transpiración y los temblores. - Cálmate Fernando, cálmate, no puede ser Leandro, ella dijo que no le vería más la cara, pero quien es?, ya se enamoró de nuevo?- Se calma, sigue espiando.

En el otro lugar ….

- salí Alina, me vas a manchar todo con eso que tenés en la cara.

- ay, siempre el mismo, cuando éramos más chicos, tenía que sacarte todo el tiempo de mi lado, ni al baño me dejabas ir, me acuerdo que me esperabas afuera, siempre que abría la puerta del baño, ahí estabas, con esa sonrisa hermosa, que heredaste de mami.

- eran otros tiempos, vos eras más tranquila, y además cumplía lo que papá me dijo el día que me contaron que estabas en la panza de mamá,

"Mateo, viene un hermanito o hermanita, cuento con vos para que me ayudes a cuidarlo, campeón". Y así fue, toda la vida, y es por eso lo del enojo.

- ay que dulce, pero tenías 5 años, como te acordás?

- lamentablemente, recuerdo muchas cosas...

- si lo sé, como el día que atentaron contra tu vida...

- así es, costo mucho, muchos meses de rehabilitación, no entendía nada, vos no habías nacido, pero aquí estamos, verdad?

- si hermanito de mi alma, yo te quiero mucho sabías?

- si lo sé, chica tonta, pero... como no me contaste lo del idiota ese, yo te lo presente!, se hacía el amigo el muy cobarde. Te juro Ali, cuando me enteré, solo quería ir a matarlo.

- Mateo, ya pasó, si?, hay que seguir adelante, mirá, ahora estoy aquí, y por suerte la estoy pasando muy bien. Es más, deberías imitarme y hacer lo mismo, es un viaje de ida.

- no, ni loco, tengo un hogar, comida servida todas las noches, ropa limpia, auto en la puerta, mujeres bonitas, las caricias de mamá y las complicidades con papá. No me falta nada.

- si, te falta madurar.

- para eso hay tiempo.

Fernando seguía observando y escuchando, no sabe por qué, pero sintió alivio cuando escucho que era el hermano mayor. - me recuerda a cuando yo era como él, espero que la mujer que elija algún día, no le pague de la misma forma que a mí.-. Fernando sabía de Mateo Gales Alcoser, que era hijo adoptivo de Alejandro, no lo conocía personalmente, pero si de su existencia, sabía que era el nuevo presidente de la empresa de los Alcoser, y que era mujeriego, su porte y su sonrisa volvía locas a las mujeres, lo único es que no sé dejaba fotografiar, ni cazar.

- muy ricos mates hermanita, te salen casi como a mami.

- si, ella me enseñó, acordate que mamá es una ingeniera del mate, que hay que poner la yerba así, que el agua, que el momento de poner la bombilla y de cómo cebarlo. (ambos se ríen a carcajadas).

- la cara que le pone a papá cuando él ceba los mates, no tiene desperdicio, al viejo, se le lava enseguida.

- hablando de otra cosa, sabes quien viene mañana a quedarse a dormir?

- no, ni idea.

- mi amiga Daisy.

- quien, la que se recibió junto a vos?

- sí, dale Mateo, no te hagas como el que no la conoces, siempre se te fueron los ojos cuando la ves.

- pero que decís Alina?, si, soy atento cuando está con vos, pero nada que ver.

- dale Mateo, a mí me encantaría esa pareja.

- olvídate hermanita, tu amiga, justamente por el lugar que ocupa en tu vida, no es para mí, tendría que ponerme de novio y no estoy para esas cosas aún, es hermosa, simpática, pero ella querría una relación que en este momento no puedo ni quiero dar.

- algún día, Daisy va a conocer un lindo chico, y vos te vas a querer matar.

- escúchame bien Ali, no hay chico más lindo que yo, no te preocupes.

Mientras los hermanos se reían, por las ocurrencias de Mateo, el mismo levanta un poco la vista y puede ver que la cortina del departamento de al lado, estaba un poco corrida y se movía. En vos baja se acerca un poco a Alina y le dice...

- Che, Ali, no te gires, pero me parece que el vecino nos está espiando.

- quien el de al lado?, nooo, acordate que él no quiere saber nada con nadie, no te contó papá?

- si, algo me dijo, me acuerdo, porque resaltaba que no lo podíamos molestar.

- por eso, no creo, es un amargado. Debe haber sido el viento.

Fernando se quedó con las ganas se escuchar esto último, ya que hablaban muy bajo.

- bueno, tengo que volver a la empresa.

- ay que pena pasó rápido el tiempo, de hecho, no me saque la mascarilla, es por tu culpa Mateo...

Su hermano se ríe, se levanta, le da un abrazo y un beso a su hermana y dirigiéndose a la puerta...

- no me culpes a mi hermana, muy responsable al final no sos, no estás al tanto de tus tiempos de payasa.

- mira que sos malo eh!, te amo hermano. Volve pronto.

- bye, bye, hermosa. Cuídate.