La princesa reencarnada, ayuda a un malhumorado príncipe en su venganza...
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Príncipe de las Arenas
Pasaron unos días y los planes de los príncipes se pusieron en marcha.
Se supo en el reino, que en la zona cercana al nuevo orfanato, un hombre importante de lejanas tierras había encontrado una mina con piedras de maná, que en valor eran incluso más costosas qué el oro o las joyas, ya que usando esas piedras, se podía almacenar maná, lo que puede servir para fortalecer los diferentes tipos de magia e incluso para realizar algunos hechizos.
Unos días después, Bella recibió una visita nuevamente en su habitación, pero ahora mientras dormía, el mercenario se subió en su cama y cubrió su boca, para evitar que ella gritara al despertar.
- Shhhh! silencio niña -
Cuando Bella despertó instintivamente sacó su daga y apunto al cuello del príncipe, él al ver su reacción, sonrió complacido y se sentó a su lado en la cama.
- Nuevamente, usas esa ropa rara.
- déjame de mirarme y dime que quieres .
- tengo el título de principe de las arenas del norte.
- de quien? no había un lugar más creíble.
- ese lugar existe niña, son islas de arena, qué parecen olvidadas por los Dioses.
- ¿y como conseguiste el título?
- no querrás saberlo.
- bien, pero ¿es legal?
- si, ya fue validado, por la iglesia de plata.
- muy bien, por cierto, ¿quien te ayuda? es imposible que hagas todo solo.
- hay un grupo de familias sobrevivientes del reino de oro y de ahí, un grupo pequeño, es el cercano a mi.
- que bien. no es bueno que estés siempre solo.
- mañana por la noche es la fiesta.
- Si lo sé. ¿asistirás?
- conseguiré la forma de entrar.
- te hubiese invitado como mi acompañante, pero te soy tan desagradable como mujer, que no es lo mejor.
- ...
- suerte! ahora déjame dormir, que desde temprano, tendré que estar presentable para recibir a todos.
- Tú duque y cuñado ya esta en el palacio.
- ese idiota...
- pero, ya no te siguen, por lo menos, no lo hacen ahora.
- ¿como? no he podido saber quienes son.
- es mejor que solo sepas, como ya nadie te sigue....
Flashback:
- Así que ustedes son los que reciben dinero del duque Mondragón.
- ¡suéltanos! tenemos el favor de la segunda princesa, ella es buena.
- y aun así se atrevieron a traicionarla.
- no hicimos nada malo, el duque solo quiere información para protegerla, quizás después se casen y así la princesa estará siempre protegida.
- entonces, si son tan buenos le dirán a la princesa lo que hacen a sus espaldas.
- ...
- bien. Ahora sufran!
El príncipe levantó sus manos y unas ráfagas de fuego atravesaron los cuerpos de los sirvientes corruptos.
...
En ese momento se escucharon unos gritos y tocaron fuertemente la habitación de Bella.
- Princesa, necesitamos que abra la puerta, el palacio fue atacado.
(susurrando) - ¿que hiciste?
- no fui yo, no harían tanto escándalo por unos sirvientes.
- Princesa vamos a entrar!
- ¡maldición!... ¿Qué haces? ¿Por qué te estas metiendo en mi cama?
Vitorio se metió en la cama con Bella, y como la cama era muy grande y estaba llena de colchas desordenadas y la cama estaba alejada de la puerta, disimulaba bastante bien.
(susurrando) - sale de mi cama, no me toques...
Se escucho un fuerte golpe y cuatro soldados, una doncella y el duque Mondragón entraron en la habitación.
- ¡salgan de mi habitación!
- disculpe princesa, pero la habitación de Lady Estela fue robada, es posible que el ladrón esté aún en el palacio.
- Aquí no hay nadie. ¡salgan ahora!
- Princesa podría acompañarnos para revisar el lugar.
- Disculpe Duque, pero la princesa no puede mostrarse en pijamas frente a jóvenes, la etiqueta no lo permite. Además, sabemos que la princesa Bella tiene entrenamiento de haber ingresado algún intruso ella lo hubiese notado.
- Así es. Ahora salgan de mi habitación.
- Bueno mi lady, permitame decirle que se ve hermosa, recién despertada con su pelo al natural...
- Gracias duque, pero creo que mi hermana es quien necesita más su apoyo en estos momentos.
- por supuesto. nos vemos mañana, espero me acompañe al desayuno.
- Lo siento, pero mañana debo recibir a los delegados de los otros reinos.
- ¡oh! veo que ya esta haciendo tareas de una gobernante.
- solo cumplo órdenes de mi padre, ahora si me permite, necesito descansar.
- muy bien. buenas noches.
Cuando se fueron Bella levantó sus mantas.
[Acaso esta sonrojado, aprovecharé de vengarme de este principito]
- Seguramente, reforzarán la guardia, si que será mejor que te quedes esta noche.
- ...
Bella se dio la vuelta y lo abrazo poniendo sus brazos sobre su pecho y cruzó una pierna sobre las del mercenario.
- ¿Qué crees que haces?
- Intento dormir, estas más abrigado que mis almohadas. Así que quédate quieto, que necesito descansar.
- Tú no me das órdenes mujer.
- ...
Bella no mentía, en realidad estaba muy cansada y el calor del príncipe ayudó para que en minutos se quedara dormida.
[Maldición, me siento más cómodo matando que en esta cama, con esta niña, que acaso no sabe que no se debe confiar en nadie]
Cuando amaneció, en el cambio de guardia, Vitorio pudo salir de la habitación, pero antes escucho algo que llamó su atención.
- la princesa aun no sale de su habitación.
- Bien mantenganla vigilada, quiero acompañarla a saludar a los delegados, debo comenzar a conocer mis deberes reales.
- Y si Lady Estela pregunta por usted.
- Esa mocosa, ya sabe que conmigo no se puede meter, ayer le quitamos la única prueba que tenia de nuestros encuentros, si quiere que me haga responsable por su virtud, la tomaré como concubina.
- Pero señor, si el rey se entera.
- Seré viudo y después me quedaré con Bella. Seré rey mi viejo amigo. Es solo cosa de tiempo.
...
Una rabia se apodero del corazón del mercenario.
[No puedo dejar que se case con ese imbécil, ella es la clave para alcanzar mis planes]
Vitorio salió del lugar y al llegar a su nueva casa, en el terreno de las minas, se encontró con varios baúles con joyas y vestimentas, además de un lujoso carruaje, con bordes de oro y toques de un pequeño rubí rojo.
Mientras revisaba el primer baúl, cayó una nota.
"Que esto sea el primer paso para una larga y prospera vida, que la fortuna guíe tus pasos principe"
Con cariño,
BC
El príncipe notó que los colores de su capa y vestimenta eran rojos y dorados, similares a los colores de su antiguo reino y que su escudo era una antorcha encendida.
Detrás del escudo había una segunda nota más pequeña.
"El sol esta hecho de fuego y todo incendio empieza con una llama"
El príncipe quemó ambas notas, solo moviendo sus dedos.
- Esa mujer no es tan inútil. No se la dejare a ese idiota de Mondragón.