MI RANCHERO ERMITAÑO

(Yo no sabía nada de esto y con nuevas noticias esto se va emparejando).

--Fue muy fuerte para mí el enterarme días después que se había fugado con tu padre, yo estaba en mi trabajo y puse a toda la policía a buscarla... Fue una tortura pensar que algo le había pasado y tus tíos cuando fui a preguntarles por mi hija ellos negaron haberla visto y es más me dijeron que tu padre estaba con tu tío el que estaba en la iglesia y eso fue el infierno porque tenía la esperanza de que por lo menos estuviera con él y poder recuperarla y traerla a casa, pero no fue así y la espera de noticias fue horrible.

--¿No te avisaron en cuanto se fueron?

--No, ellos se fueron y hasta el quinto o sexto día me hablaron y me dieron la noticia por teléfono, tu padre no tuvo los pantalones bien puestos para venir y darme la noticia en persona, de todos modos no podía hacer nada ya se la había llevado y no iba a regresar conmigo.

--No puedo creer todo lo que te hicieron pasar.

--Y todavía tus tíos se enojaron porque yo estaba enojado de la manera en que tu padre hizo las cosas, porque según ellos yo no tenía derecho porque los hijos son prestados y más las hijas, que tenía que haberme acostumbrado a la idea de perderla.

--No lo puedo creer.

--Después me dijeron que se habían ido a vivir a Los Ángeles y me pidieron dinero y por supuesto yo no quería que mi hija pasara hambre o cualquier necesidad y les mande dinero.

--¿Les mandaste dinero?.

--Si en varias ocasiones les mande dinero, pero yo no podía mantenerlos si se juntaron era porque ya sabían de qué iban a vivir o en que trabajar, pero no tu padre no había estudiado y ella no termino sus estudios y así se fueron lejos. La verdad me canse de mantenerlos y después de eso ya no les mande más dinero. Ellos también debían ver como salir adelante ellos mismos, después me enteré de que Isabel estaba embarazada y que estaba trabajando y volví a mandarle dinero, pero no sé si no sabían administrarlo, se acostumbraron a que yo les mandaba, pero me prometí ya no mandarles pues los estaba acostumbrando a que yo les resolvía sus problemas y ese no es el punto de tener hijos, después me dijeron que estaba enferma y la verdad yo no lo creí, mi hija siempre fue muy sana y que estuviera enferma tan de repente... No les creí y fue mi peor error porque perdí mi tesoro, la única familia que me quedaba y fue mi culpa, completamente mi culpa y no sabes como me arrepiento, en su momento yo creí que me estaba inventando eso de la enfermedad para que les mandara dinero nuevamente y yo no creí nada.

--¿Por qué eso no me dijeron?.

--¿Qué te dijeron?.

--Que no les enviaste dinero para la enfermedad de mi madre.

--Sabes la gente dice solo lo que le conviene y jamás se va a echar la culpa de nada.

--Si es de lo que me estoy dando cuenta.

--Después de saber que ella murió yo abandone mi trabajo que amaba y me vine a encerrar aquí en esta casa pues ya no tenía razón de vivir y mucho tiempo estuve muy triste, bebí m, deje de comer, deje de dormir y solo me lastime y fue cuando toque fondo y si no fuera por doña chayo yo no estaría aquí porque ella se encargó de hablar conmigo y hacerme compañía todos los días, ella fue mi salvación y me ayudo a salir del oyó en el que yo mismo me metí, castigando por no creerle y ayudarle para salir adelante de su enfermedad.

(Ahora entiendo muchas cosas y justo que mi padre no está para aclarar todo esto que me está contando el abuelo, le cayó muy bien huir y yo pensando que el mártir era mi padre, pero no considere que había otro padre involucrado en esta historia y perdió a su única hija y su única nieta estaba muy lejos del cómo para que convivieran).

--Abuelo la verdad yo no sabía que tú existías, hasta hace poco me enteré de ti y también me enteré de que era tu culpa la muerte de mi madre, por eso no quise venir a verte desde que llegamos aquí.

--Si me lo imagine, pero tú puedes darte cuenta de las cosas y saber bien a detalle lo que paso, si ellos estuvieron mal jamás lo van a admitir porque sienten vergüenza de admitir que se equivocaron.

--Abuelo yo vine aquí a reclamarte la verdad porque mi mamá se fue muy rápido y no recuerdo nada de ella, y ahora vengo a enterarme de una historia que jamás me contaron.

--Tu madre Isabel era todo lo que me quedaba de su madre Eleonor y ahora todo lo que me queda de ellas dos eres tú y te doy las gracias por estar aquí, por escuchar lo que yo tengo que decir.

--Hay cosas que quiero saber de ella y creo que tú eres el más indicado para contarme de ella.

--¿Tu padre no te hablaba de ella?.

--No y ahora entiendo por qué, yo soy su viva imagen y me imagino que fue doloroso hasta tenerme cerca porque le recordaba a ella todos los días.

--Ja, ese fue su castigo por hacer las cosas mal, sabes si hubieran hablado conmigo yo habría llegado a un acuerdo, habría ayudado a tu padre con sus estudios yo tenía los medios para eso, pero le faltaron pantalones para enfrentarme y hablar conmigo de frente, sin embargo se fueron lejos y me ocultaron cosas y esas cosas hicieron que tu madre muriera.

--¿Abuelo puedo quedarme una foto de mi madre?

--Toma la que más te guste y es tuya.

--Gracias Abuelo.

--Me dijeron que estás estudiando veterinaria.

--Si, el señor Carlos es muy paciente conmigo y tiene una manera única de enseñar y estoy aprendiendo mucho con él, este fin de semana tengo que ir a Texas a hacer mi examen.

--¿Tienes los medios para ir?

--Yo...

--No me mientas porque hay gente que trabaja para mí y todos hablan y a mí me gusta escuchar ese era mi trabajo escuchar y dar solución para bien de las personas involucradas.

--Abuelo no vine aquí por eso yo...

--Me dijeron que te mueves en la camioneta de tu tía ¿Cierto?.

--Sí.

--Te mandé traer una camioneta para eso debe estar por llegar.

--No Abuelo yo no puedo...

--No aceptaré un no como respuesta

(Se levanta con mucha dificultad hasta Omar sale a su rescate y le ayuda. Camina hacia mí y me pone su mano en mi hombro).

--Que me diría tu madre si estuviera aquí y yo teniendo mucho dinero no ayudo a mi única nieta con algo que ella necesita.

--No lo sé, yo no la conocí.

--Mi nena tu madre estaría furiosa y claro me regañaría por no apoyar a mi nieta hermosa... Eres muy hermosa.

--Gracias Abuelo.

(Se escucha un claxon afuera y Omar salta porque seguramente es mi camioneta. Mi abuelo es un amor en persona y de verdad no venía por esto, pero ya que estoy aquí es bueno poder respirar y saber que mi carrera no está en peligro).

--Ya llego tu regalo.

--Gracias Abuelo.

(Salimos y veo la camioneta blanca con un gran moño rojo enfrente. La camioneta es una Ford F ciento cincuenta, que seguramente me voy a perder en el asiento porque no soy muy alta).

--Es toda tuya mi nena, te servirá perfecto para tu trabajo y para estos caminos qué se ponen muy mal con la lluvia.

--Es demasiado grande Abuelo yo no sé si alcance a manejar la bien.

(Él vendedor interviene y me dice que está pensada para mí y que el asiento se acomoda y bla, bla, bla... Todo para que compres esa camioneta y la verdad es muy hermosa nunca había tenido en mi poder una camioneta nueva o un carro nuevo. Mi padre si y él me llevaba y me traía de la escuela y no puedo creer que ahora yo tengo una camioneta y es toda mía gracias a mi abuelo).

--Súbete y ve a dar una vuelta.

(Me entregan las llaves y me subo para dar una vuelta, si acomode el asiento, pero si me acomode bien y haya vamos, veamos que tal corre mi nueva camioneta. Corre muy bien y al regresar me espera mi abuelo y verlo ahora su mirada cambió, su mirada ahora es más alegre sigue transmitiendo tristeza, pero ahora hay un poco de alegría en ella y mucho amor... Me encanta su mirada y ese cambio es por mí, por entrar en su vida. Me pregunto que me he perdido por las mentiras de mi familia para alejarme de mi abuelo).

--Muchas gracias abuelo.

--Aún no me des las gracias porque hable con Carlos y me dio toda la información de tu universidad y aquí tienes.

--¿Qué es?.

--Son las llaves de un departamento que te compre para cuando tengas que ir a hacer tus exámenes y también hay una tarjeta de crédito para que compres comida, ropa o gasolina.

(Cuando dice gasolina hace una mueca porque cuando me los encontré en el camino yo había olvidado ponerle gasolina a la camioneta de mi tía).

--Abuelo yo no sé que decir.

--Solo acepta mi nena y no digas nada solo regresan aquí para platicar conmigo o si te quieres mudar a la casa qué está aquí a un lado, para mí sería perfecto.

--Lo voy a pensar.

--Esa casa la mandé a hacer para cuando tu madre viniera a verme tuvieran algo privado donde quedarse.

--Pensaste en todo.

--Vas a regresar ¿Verdad?.

--Si abuelo, claro que vendré a verte y quiero escuchar más historias sobre mi madre. Quiero saberlo todo. Ahora ya tengo que irme abuelo y muchas gracias por esto, por tu ayuda.

--No es ayuda si viene de tu abuelo.

--Sí... Nos vemos después.

--Aquí estare esperándote con ansias.

(Me voy a casa de mi tía, tuvo alguien que manejar su camioneta, para yo poder llevarme la mía)

...