Segunda parte de la Saga PROMESA Y DESTINO que narra la historia de Fafner y Lugus
La existencia de Taranis Lugus ha sido marcada por el dolor, creyéndose un ser maldito, que sólo puede llevar desgracia a los que lo rodean y que no merece la esperanza del amor. Decidido a ayudar a su pequeña Libelle a traer a sus crías al mundo, Lugus elige sacrificarse, creyendo que es lo mejor para sus seres queridos, a pesar de que esto pueda significar tener que dormir un par de siglos y no volverlos a ver...
Por su parte, Fafner intenta escapar nuevamente de lo que comienza a sentir por Lugus; embarcandose en una serie de misiones que en lugar de ayudarlo a olvidar lo harán conocer más sobre la raza demoníaca y quién es realmente Lugus.
¿Podrá Fafner regresar a tiempo para volver a ver a su demonio?
¿Lugus logrará superar su terrible pasado y aceptar que él también merece amor?
Acompaña en esta nueva historia al Clan Lanira y los Dragones del Clan Nithe Ragnar.
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El regreso de Danu
A veces, al despertar, Lugus tenía la dicha de no recordar lo que había soñado y sólo sentir una leve ausencia, un dejo de nostalgia que él podía llegar a confundir con hambre, porque sí, a veces ese demonio se alejaba tanto de sus propias emociones, para centrarse en las ajenas, que las suyas las terminaba por confundir con sencillas funciones biológicas, que él asumía como el recordatorio de su condición de mestizo, ya que los demonios puros no sienten hambre o sueño.
Pero había otras ocasiones en las que recordaba todo con tal claridad que dolía, y dolía mucho, debido a que él, mejor que nadie, sabía que no podía hacer nada para cambiar las cosas. Después de todo, ¿qué podía haber hecho él? Y no era que no hubiera tenido ideas, al contrario, por su alocada imaginación habían pasado cosas tan descabelladas como; crear un sótano secreto, especial para mantenerlo cautivo, claro con todas las comodidades del mundo moderno; también pensó en algunas formas de chantajear a su familia para que se lo dieran como pago por todas las afrentas que los dragones habían cometido en contra del Clan Lanira; incluso su lado caprichoso sugirió que simplemente podía pedírselo a su hermano como regalo, sabiendo perfectamente que Dracul lo consentía en todo y que esa seguramente no sería la excepción...
Lo último que pasó por su alocada cabecita, mientras lo veía marcharse en medio de la noche, abrigado por la oscuridad, fue tratar de detenerlo; en su imaginación él ya había corrido detrás de Fafner, al mejor estilo de los dramas televisivos que disfrutaba en secreto, él ya se había enganchado a su espalda, tirando todo su orgullo y dignidad a la basura, para poder aferrarse a ese dragón, suplicando que no lo dejara o que por el contrario lo llevara con él... Pero Lugus no se faltaría el respeto así, ni a él, ni a Fafner; después de todo, ese dragón se había ganado su respeto, lo suficiente como para dejarlo en libertad. Y a pesar de lo mucho que ese dragón le agradara, para Lugus no era la primera persona que se iba de su vida, con una existencia tan larga como la suya, esto sólo era un pequeño incidente que pronto podría superar o en su defecto, olvidar...
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A pesar de la persistente sensación de desasosiego que invadía a todos los miembros del Clan Lanira, también había alegrías, y una de ellas era el gran regreso de la gemela de Libelle; Danu, era una copia exacta de su hermana, no había ninguna diferencia, por el contrario de Woden y Boreas, que aunque eran idénticos, el color de sus ojos era distinto y eso ayudaba a distinguirlos, pero con las gemelas eso nunca fue posible.
—¡DANU!— grito un efusivo Dracul —Mi princesa, al fin estas en casa, te eche mucho de menos, desde que regrese del infierno ansiaba poder verte— y sin que nadie pudiera quisiera detenerlo, el demonio ya tenía en sus brazos a su pequeña, frotando su barbilla sobre su cabeza y derramando lágrimas de emoción.
—¡Padre..! También te extrañé pero...— la pobre chica luchaba por recuperar algo de su espacio vital, por lo menos lo suficiente para llenar sus pulmones de aire.
—¿Cómo me llamas padre? ¿A caso ya no soy tu papito?— dramatizó Dracul aún aferrado a la recién llegada.
—Papá ya suéltala— intervino Libelle con calma —La estas sofocando, y yo soy la que tiene prioridad en recibir un abrazo— y con esas sencillas palabras, el Gran Demonio tuvo que soltar a su hija... —¿Te encuentras bien hermanita?
En ese momento los ojos de Danu se humedecieron de la emoción, y sin contenerse, corrió a los brazos de su gemela, para acurrucarse en ella. Danu era la gemela malvada, aunque en realidad no era mala, pero si se mostraba dura, estoica, pragmática e intransigente en sus decisiones, hasta cierto punto, todo lo opuesto a su gemela; pero todo tenía una razón, ella en realidad necesitaba demostrar su valía para sí misma, después de ver la nobleza y optimismo con la que su hermanita abordaba la vida, ella no podía quedarse atrás, llena de miedo por la posibilidad de perderla; por eso estudiaba medicina, por eso era una bruja prodigio, y por eso se había arriesgado a cursar su año en solitario lejos de su gemela; porque no podía permitir que su hermanita se llegara a sentir culpable de que ella llegara a detener su camino por su causa.
—Me hiciste mucha falta— susurró Danu al oído de su hermana, sólo ellas sabían exactamente lo que había al otro lado de su fachada y sólo entre ellas podían ser sinceras más allá de las simples palabras —Gracias por seguir aquí— cada día Danu le daba las gracias, cada día era un regalo producto del gran esfuerzo de su familia, en especial del loco de su tío, al cual admiraba como se admira la genialidad de los científicos locos, con recelo.
—Creo que ya es suficiente— intervino Ejder con un claro tono de posesividad en su voz —Estas aplastando a mis cachorros...
—¿Disculpa?— respondió de inmediato Danu con una evidente tono de indignación y agravio que perturbó a los presentes —¿Quién te crees tú para limitar mi abrazo con mi gemela?
—¿Qué quién soy?— la irritación en la voz de Ejder era tal que parecía cómica —Yo soy su esposo y padre de sus cachorros, por lo que yo tengo...
—Nada— calló Danu a su cuñado —Yo soy su gemela, por lo tanto debes saber que una es la extensión de la otra y viceversa, compartimos el mismo código genético y un vínculo irrompible; por lo que tus derechos van por debajo de los míos— la cara de sorpresa de Ejder no tenía precio, mientras que Dracul se sentía tan orgulloso de su nenita.
—Ya es suficiente— interrumpió Libelle, quien suspiró fuertemente, alistándose para ser la moderadora de la situación, y tomando la mano de su esposo lo acercó a ella y se dispuso a hacer las presentaciones pertinentes antes de que la pelea se volviera cosa seria —Danu te presento a mi esposo Ejder Nithe Ragnar; Ejder te presento a mi gemela Danu.
Ambos se miraron un par de segundos, desafiando su posición, para después contestar al mismo tiempo —Un gusto conocerte— con una coordinación y una ironía en la voz, que Lugus ya no pudo contenerse más y estalló en sonoras carcajadas que por fin rompieron la tensión del momento.
Lo que estoy sufriendo con esta historia la espera me desespera jaja!! 😍🙄😘.
No tardes tanto en actualizar!! 🥺🙏😉
al final autora la historia es tuya...
wmotivos capitulos /Plusone/ plis