Prólogo

Otra vez navidad… época bonita llena de luces de colores, árboles y regalos, donde te reúnes con los seres que amas a compartir una rica cena y luego en la mañana del 25 todos abren alegremente los regalos que Santa Claus ha dejado bajo el árbol, suena perfecto no, pero no es así para mí.

Mis navidades son un infierno, ser la soltera de la familia en esta época del año es complicado, llegas a casa esperando una cálida bienvenida de tu familia y lo único que recibes son preguntas incómodas, críticas y comparaciones.

Camila ¿y tú novio?, ¿por qué siempre vienes sola?, es que no piensas casarte y tener hijos, mira a tus hermanos Eduardo ya tiene una familia, Sofía está comprometida y a punto de casarse, eres mi hija mayor ¿es que no piensas darme nietos?, te vas a quedar sola y ¿quien va a cuidar de ti? bla bla.bla, son las frases que llevo escuchando por años.

 Pero acá voy camino a casa con el asiento trasero del auto lleno de regalos para toda mi familia, esperando llegar para recibir ese abrazo de mi padre que me reconforta y ver cómo han crecido mis sobrinos, escuchar los chistes malos de Edu mi hermano y saber cómo va la vida de Sofi, y aunque no lo crean también deseo ver a mamá.

La gran puerta se abre, el jardín está perfectamente decorado con luces y muñecos inflables, un poco exagerado sí, pero así es mamá, le gusta que su casa brille en esta época, este es quizá el único recuerdo bonito de mis navidades.

Estoy lista para entrar, como cada año papá me espera en la puerta para ayudarme a cargar los regalos, saben aunque no ame esta fecha compartir con mi familia me da mucha alegría, mi trabajo no me permite pasar mucho tiempo con ellos, a veces pasan meses sin verlos y los extraño y no hay mejor oportunidad que está para verlos.

El momento esperado ha llegado, el abrazo de papá me reconforta, Emily y Eduardo están cada vez más grandes, Sofía ya es todo una mujer, Eduardo es siempre tan gracioso y amable, verlos a todos reunidos es bueno para mí.

Mis sobrinos me reciben con un fuerte abrazo, mi cuñada tan seria como siempre me saluda con un beso en la mejilla, (a veces sospecho que ella no es feliz, deben ser suposiciones mías) pero bueno, y ahí está el flamante prometido de mi hermana menor, creo que este hombre no es bueno para ella pero no me gusta opinar, fue una bonita bienvenida, todos me saludan alegremente

-Por fin llegás Camila, creí que no vendrías, otra vez llegas sola hija, creí que este año nos ibas a presentar por lo menos un pretendiente, o ¿porque no trajiste un amigo?- y si ese fue el saludo de mamá, otra vez un momento que parecía perfecto se arruinó, creo que esta noche va a ser muy larga.

Y si así fue, mamá toda la noche hablo de la próxima boda de Sofía, de la felicidad de la familia de Eduardo, de que estoy mayor y debo conseguir un esposo pronto, que me estoy haciendo vieja y después va a ser más difícil tener hijos, que no la visito que mi trabajo me quita mucho tiempo y millones de cosas más, ni la cena la pude disfrutar siendo mi platillo favorito, ya no aguanto más, estoy pensando en renunciar a la navidad.

El momento más feliz de la noche fue cuando pude subir a mi habitación, ya necesitaba dormir, no quería seguir escuchando los miles de reproches.

En la mañana de navidad los niños despiertan muy temprano a abrir sus regalos, todos compartimos el desayuno y llega el momento de la despedida (al fin), es hora de volver a mí apartamento, donde me siento bien conmigo misma.

Cada año es igual, cada vez es más incómodo visitar mi casa para las fiestas, solo pensar en cada reproche de mi madre hace que la navidad sea la peor época del año para mi, por lo menos esta navidad ha terminado no sé qué pueda pasar el año siguiente

Llega el año nuevo, esta vez lo pasé en el hospital haciendo lo que más amo, un nuevo año comienza y todo marcha muy bien, los meses han pasado con rapidez, casi no he hablado con mi familia más por elección que por falta de tiempo, ya estamos en octubre y acabo de recibir una invitación para una boda, si mi hermana se va a casar, que bien por ella (al menos eso creo), oh Dios lo malo la fecha un día antes de navidad (que buena idea Sofi).

Cuando crees que algo no puede empeorar, empeora y mucho, pero ya lo decidí, este año no va a ser un martirio para mi  voy a buscar un esposo para navidad, si eso es lo que necesito un esposo falso, para sobrevivir a las próximas festividades.

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