Soy "Jessica Sinclair" , ese es mi nombre a diferencia de lo que todos creen, no soy la hija mimada , ni la princesa de papá , es todo lo contrario, a pesar de ser la hija biológica parezco más la adoptada y en esta trama no sólo soy yo, también está él, Edward Jones y no menos importante ,Sara Sinclair _mi pequeña hermana adoptada.
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Vamos a desatar el infierno sobre ellos
En la villa de Londres, Gio Rossi, a pesar de la revelación que acababa de escuchar, luchaba por contener su furia y su incredulidad. Su rostro, aunque descompuesto por el dolor, mostraba una firme determinación.
—¿Tú... tú viste a mi nieto morir? —preguntó Gio, con una voz cargada de agonía—. No sé si todo esto es una locura, pero ¿cómo no pude hacer nada? ¿Acaso no confiabas en que daría mi vida por ustedes? ¿Por qué no me lo dijiste antes? ¿Por qué cuando volviste no me pudiste decir esto?. Solo sabes el punto hasta la muerte de Ethan, pero estoy seguro que si me entere en aquel tiempo de lo que les había ocurrido, seguro habría incendiado la ciudad de esos malditos. Soltó apretando los puños.
—No me lo callé, papá —dijo Isabella, llorando, el rostro bañado en lágrimas—. Lo escondí para protegerlo. Pensé que cambiando el pasado las cosas no seguirían el mismo curso, pero la verdad es que todo está ocurriendo como aquella vez y estoy realmente asustada.
Isabella hizo una pausa, reviviendo el trauma que había intentado reescribir. —Cuando Ethan fue hospitalizado en aquel tiempo y me llamaron, yo fui hacia él, no quise demorarme más para ver a mi pequeño, Skylar había muerto asesinado antes... y Marina, ella murió en el avión cuando fue detrás de mí, le pedí que se quedara, sabía lo que el peso de esa noticia causaría en ella ,pero jamás imagine que esa mujer bombardeara el avión solo para poder vengarse de ella y lo peor de todo es que ahora ... Las cosas están sucediendo antes de tiempo. Nada de esto debía pasar ahora, creo que haber cambiado parte de la historia esta adelantando los hechos y el caos que vivimos antes.
Ella miró a su padre, la verdad de su desesperación grabada en sus ojos. —Tu poder es grande, pero el de Barbara y Matthew, en aquella vida, era sutil, insidioso. Yo tenía que asegurarme de que Ethan fuera un Rossi, no solo un Jones. Solo tú podías hacer eso, lamento tanto haberme alejado de tí papá, pero no queria que nada le ocurriera a mi familia, sin ellos no puedo seguir viviendo, lo siento en realidad lo siento mucho, dijo ella bañada en lagrimas.
Gio asintió lentamente, asimilando la verdad y el peso de su propia ausencia. El dolor de Isabella al haber llevado esta carga sola, era lo que más le dolía.
—Barbara , Matthew—Gio escupió el nombre de ambos como veneno—. Ella movió los hilos para arruinarte a ti, a Marina, a Ethan... con ayuda de aquel bastardo ¿Y nosotros, los Rossi, nos quedamos al margen en aquel tiempo? ¡Pero en este tiempo no! No será así, tenlo por seguro, levantaré cada piedra de este maldito lugar hasta dar con ellos y acabaré con sus miserables vidas.
La furia de Gio se convirtió en una fría determinación. —Esa mujer... su descendencia... ellos van a pagar un precio que ni en dos vidas podrán liquidar. Vamos a desatar el infierno sobre ellos.
En ese momento, el teléfono de Isabella sonó. Era Ethan.
—Mamá, soy yo. Necesito que me digas si el Abuelo está contigo. No he podido comunicarme con él y necesito hallarlo cuanto antes.
—Sí, él está conmigo, pero ¿qué ocurre? —dijo Isabella, mirando a su padre con una alarma creciente.
—¿Qué pasa? —preguntó Gio, mirando a Isabella.
—No lo sé. Es Ethan, quiere hablar contigo.
—Pásamelo —respondió Gio, tomando el teléfono con gran determinación.
—Hola niño, dime ¿qué necesitas?.
—Abuelo, Matthew escapó después de revelar el desfalco que me ayudaste a descubrir, y no sé qué movimiento va a realizar. Solo sé que tanto madre como hijo viajaron a Londres, así que necesito que protejas a mamá y a la abuela. Yo me encargaré de los demás aquí. No voy a permitir que nada les pase bajo mi protección.
—Lo sé —dijo Gio, con una voz que tranquilizó a Ethan—. Solo si necesitas ayuda o gente, infórmame. Sabes que mi gente está a tu disposición.
—Lo sé abuelo —dijo Ethan, después de colgar.
Isabella miraba ansiosa a su padre, esperando que le revelara el motivo de la llamada de Ethan.
Gio solo suspiró, sintiendo el peso de la nueva mentira que debía decir ,para proteger a su hija.
—No es nada —dijo Gio, con una calma forzada, ocultando la noticia de la fuga de Matthew y la gravedad de la situación—. Solo está preocupado por ti y Marina, así que no te preocupes.
Me pidió que las cuidará y es lo que haré.
Isabella solo asintió, aunque no sé sentía segura con lo que su padre le había dicho, sabía que el las cuidaría.
Mientras Gio se aseguraba de que su equipo estuviera listo para lo que estaba por venir, Isabella sentía un escalofrío. La calma de su padre y las órdenes a sus hombres, noo la tranquilizaba. Intuía que Ethan había revelado más de lo que Gio estaba dispuesto a admitir. El juego estaba llegando a su punto más peligroso y ahora era momento de confiar que quizás en esta vida las cosas serían distintas al final.