NovelToon NovelToon
El Amor Es Cosa De Dos

El Amor Es Cosa De Dos

Status: Terminada
Genre:Romance entre patrón y sirvienta / Romance de oficina / Completas
Popularitas:10.6k
Nilai: 5
nombre de autor: Alejandro Briñones

Marina Holler era terrible como ama de llaves de la hacienda Belluci. Tanto que se enfrentaba a ser despedida tras solo dos semanas. Desesperada por mantener su empleo, estaba dispuesta a hacer cualquier cosa para convencer a su guapo jefe de que le diera otra oportunidad. Alessandro Belluci no podía creer que su nueva ama de llaves fuera tan inepta. Tenía que irse, y rápido. Pero despedir a la bella Marina, que tenía a su cargo a dos niños, arruinaría su reputación. Así que Alessandro decidió instalarla al alcance de sus ojos, y tal vez de sus manos…

❗️Advertencia ❗️: Leer con precaución, uso de lenguaje fuerte que puede afectar la sensibilidad del lector

NovelToon tiene autorización de Alejandro Briñones para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capítulo 17

–La verdad es que no.

El comentario hizo que Marina volviera a prestar atención al alto español.

–Creo que hoy has hecho unas cuantas –ninguna de las personas con las que había hablado había dicho una palabra negativa sobre él; muchos habían envidiado su suerte por ser su empleada.

De hecho, tanta admiración empezaba a irritarla. La gente era tan superficial que no veía más allá del rostro atractivo, cuerpo perfecto e increíble sonrisa. Se preguntó si alguien, aparte de ella, lo había visto vaciar la copa de vino en un tiesto. Todos se portaban como si les hubiera hecho un favor dignándose a aparecer.

Marina había tenido que morderse la lengua en varias ocasiones. Había tenido la esperanza de que se portara bien y no disgustara a nadie, pero no había contado con que todos se convirtieran en sus fans más devotos. Ninguno creería que la había despedido dos minutos después de verla y que seguía buscando una excusa para hacerlo.

La amistad requería confianza. Alessandro no consideraba su incapacidad de confiar un defecto de carácter; valoraba más a sus verdaderos amigos porque sabía lo especiales que eran. Miró el rostro de Marina y volvió a asombrarlo la limpidez de sus ojos azules.

–Tengo muchos conocidos, pero pocos amigos.

–Supongo que es difícil saber si alguien te ama a ti o a tu cuenta bancaria –Marina sabía que ni siquiera era una conocida, era una empleada. La conductora del taxi, no la cita.

–No necesito amor –enarcó las cejas–. ¿O estás hablando de sexo?

–¿Sexo?

Por una horrible ironía del destino, lo dijo en un momento en el que todas las conversaciones se acallaron. «Tierra, trágame», pensó Marina cuando todos se volvieron para mirarla.

–Es curioso, eso ocurre siempre.

–A mí no –refutó ella–. Si me disculpas, veo a... –hizo un vago gesto con la mano y fue al otro lado de la sala, aceptando algunos comentarios jocosos, pero bienintencionados, a su paso.

–Lo que necesito es refrescarme –dijo para sí.

–Cielos, hace calor aquí, ¿verdad? Prueba uno de estos –dijo alguien que llevaba una bandeja.

Miró el vaso alto con hielo que le habían puesto en la mano. Abrió la boca para preguntar qué era, pero ya no había nadie a su lado.

Mientras salía por la doble puerta que daba al jardín olisqueó la bebida. Probó una de las fresas que flotaban sobre el líquido. El sabor dominante era de piña. Tomó un sorbo y decidió que era algo inofensivo, uno de los deliciosos cócteles sin alcohol que había preparado Cleo.

Bajó los escalones hasta el jardín. Se sentó en el tocón de un árbol y bebió un poco más de la deliciosa mezcla frutal. Estaba tan deliciosa que se preguntó por qué la gente se molestaba en añadir alcohol a las bebida.

Echó la cabeza hacia atrás para mirar el cielo estrellado y pensó que a veces había que parar y disfrutar del hecho de estar vivo. Tumbarse sobre la hierba y sentir la tierra. Así que lo hizo.

Mirando las estrellas, empezó a tararear antes de cerrar los ojos. Tal vez se adormiló.

–No, de verdad, no puedo aceptarlo –decía la voz de Jonás . Marina medio levantó la cabeza preguntándose por qué Jonás la ignoraba. Soltó una risita: era porque estaba tumbada y no la veía.

–Sí puedes. Piensa en cuánto mejor será para Cleo y Anna tenerte con ellas como apoyo.

Marina reconoció la voz grave con acento sexy. Jonás y Alessandro.

–No sé qué decir –se oyó el crujido de un papel y un gemido–. Diablos, eso es demasiado, no... no podría.

–Es desgravable. Pero preferiría que esta quedara entre Cleo, tú y yo. No me gusta que...

–Entendido. Nunca olvidaremos esto.

Marina, aún tumbada, intentaba procesar lo que oía; cuando la neblina de su cerebro le permitió hacerlo, los ojos se le llenaron de lágrimas. Alessandro acababa de darle a Jonás el dinero que necesitaba para viajar a Boston con su familia.

–¡Eso es tan, tan maravilloso!

Alessandro se dio la vuelta y vio a una figura elevarse de entre la niebla, como una especie de visión espectral.

–Marina, ¿qué estabas...? –empezó. La gloriosa figura se lanzó hacia él como un misil. «¡Madre de Dios, está como una cuba!», pensó.

–Lo he oído todo y creo que eres mar... maravi... fantástico –declaró ella.

–Creo que deberías sentarte.

–Lo haré, pero antes... –se puso de puntillas y tomó su rostro entre las manos–. Eres un hombre bellísimo y he sido muy mala contigo, muy, muy mala. ¡Qué vergüenza! Pero eso se acabó. Eres un héroe –se acercó más, aplastó los senos contra su pecho y posó la boca en la de él.

La cálida y suave boca que lo atrapó sabía a alcohol. Él se quedó rígido, con las manos a los lados, porque sabía que, si la tocaba, borracha o no, no podría evitar poseerla allí mismo, sobre la hierba. De alguna manera consiguió resistirse a la tentación de esos deliciosos labios.

El esfuerzo perló su rostro de sudor y le provocó una terrible tensión en la entrepierna, pero resistió. El maullido de queja de ella cuando no respondió casi pudo con él.

–Creo que voy a sentarme –ella se llevó las manos a la cabeza y, sin avisar, se dejó caer sobre la hierba y se sentó con las piernas cruzadas.

Alessandro suspiró y recogió el vaso casi vacío que vio a su lado. Metió el dedo y lo lamió. Zumos de fruta y vodka. No mucho, pero allí estaba.

A su espalda, oyó a Cleo y a Jonás acercarse.

–¿Esa es Marina?

–Hola, chicos... sí, soy Marina –agitó la mano–. Cleo, me vas a dar la receta de ese refresco.

–¡Oh, Dios! –gimió Cleo.

–No es un monstruo, Cleo, es un héroe, ¿lo sabías? Un héroe. Pero no le caigo bien, lástima.

–Es bastante inocuo –dijo Alessandro , dándole el vaso a Jonás .

–No importa. Es algo metabólico con Marina, no puede haberlo sabido. ¿Qué vamos a hacer con ella? Tenemos la casa llena esta noche. No queda ni un sofá libre.

Alessandro vio que ambos lo miraban.

–La llevaré a casa –se oyó decir. Él, que nunca hacía nada que no quisiera hacer–. No os preocupéis, no he bebido nada.

En cuanto la metieron en el coche se quedó dormida, acurrucada como un gatito.

–¿Se acordará cuando esté sobria?

–Oh, sí –dijo Cleo con tristeza–. Al menos, eso decía siempre Loren.

Alessandro asintió, complacido por la respuesta. Era justo que se acordara, porque él lo haría. El precio de ser un héroe iba a ser difícil de olvidar; la frustración iba a hacerle pasar la noche en vela.

Marina durmió como un bebé todo el camino. Mejor así, porque dudaba que su respuesta volviera a ser tan noble si lo atacaba de nuevo.

Cuando abrió la puerta del coche, el aire fresco la despertó. A él lo sorprendió y alivió que se hubiera recuperado lo bastante para subir sola los escalones que subían al piso.

–¿Estarás bien?

–Creo que había algo en mi bebida –balbució.

–Vodka.

–¡Oh, Dios! Creí que... Lo siento –no sabía por qué se estaba disculpando, pero suponía que había algo–. Buenas noches, señor Belluci.

Alessandro esperó a que cerrara. Lo alegraba haber recuperado la categoría de monstruo. Los monstruos no estaban obligados a portarse de forma honorable: hacían lo que querían…

1
Leomaides Davila
muy linda sobre todo q se trató siempre de sus sentimientos y no hubo terceros q la relación sea de dudas
Alexx: Me alegra que la novela halla sido de su agrado ☺️
total 1 replies
Ana Florencio torres
Hola Alejandro briñones quiero decirte que es la primer novela que leo escrita por un hombre 🥰🥰🥰 es como ver otro punto de vista me super encanto cada detalle una excelente trama muchísimas gracias por campartirnos tu hermosa obra qué Dios te bendiga y siga dando más inspiración 🤗🤗🤗🤗🤗🤗🤗🤗🤗
Alexx: Muchas gracias 🥰 me alegra que la novela halla sido de tu agrado ☺️
total 1 replies
Helizahira Cohen
Excelente novela sin rollos locos, un epílogo pero perfecto
Alexx: Muchas gracias ☺️me alegra que halla sido de tu agrado ☺️
total 1 replies
Helizahira Cohen
yo pensé en embarazo pero parece que no , mejor así
Helizahira Cohen
👏 le esta hablando claro, de verdad como ama de llaves no da una , esta interesante una trama diferente
Helizahira Cohen
Me parece muy interesante y bonita, es fresca y entretenida hasta ahora
Helizahira Cohen
interesante comienzo 👏
magali cangana
Excelente historia, con una narrativa amena, dinámica y entretenida, que me mantuvo entusiasmada de principio a fin.
Alexx: Me alegra que la historia halla sido de su agrado ☺️
total 1 replies
Mayra Fonseca
Buena sencilla pero refrescante lo mejor sin matazon no secuestro
Alexx: Gracias ☺️me alegra que halla sido de su agrado
total 1 replies
Keyla M Borrero
Muy buena la felicito.
Alexx: Muchas gracias ☺️
total 1 replies
Encarnación Sañudo Barrientos
Está muy buena la novela Espero más capítulos
Encarnación Sañudo Barrientos
Muy bien escrito él libro, excelente trama. Felicito al autor Alejandro Briñones
Alexx: Agradezco mucho y me alegra que la novela sea de su agrado 🥰 espero la sigas disfrutando
total 1 replies
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play