Mika, la hija del temido líder de la mafia, ha vivido toda su vida bajo el yugo de su padre, quien no solo asesinó a su madre, sino que también la separó de sus hermanos para convertirla en una máquina de venganza despiadada. Su padre tiene grandes expectativas para ella: debe convertirse en la reina de la mafia y llevar su apellido a nuevas alturas, o enfrentarse a las consecuencias más terribles, que incluyen la vida de sus hermanos.
Dimitri, un joven rival que también aspira a ser rey, compite contra ella en un juego mortal donde las alianzas son efímeras y las traiciones son habituales.
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CENA ROMANTICA
MIKA
A veces me pregunto, si nuestras vidas hubieran sido diferentes si mi madre no hubiera conocido a mi padre, o bueno no sé si realmente lo conocio o mente el la secuestro, nunca les pregunte aunque si me invade la curiosidad ya que a veces resentida a mi madre por haber echo que el fuera mi padre, pero ese resentimiento se iba de inmediato al recordar que el era un mafioso, y no se si lo hizo a voluntad o el simplemente la obligo, y si fuera asi, me pregunto ¿Por que lo hizo, acaso le gustaba mi madre, o solo era un hobby?.
Hubiera deseado tener una vida normal, pero ya que las cosas resultaron de este modo, en parte me alegro de haver recibido tal entrenamiento, ya que me hicieron letal al dolor, y ahora soy capaz de protejer a mis hermanos que son los unicos importantes para mi, en el cuartel todo el entrenamiento dejaba sicratrices, y más una que para mi fue una de las más duras, era donde pasamos 2 años en una habitacion completamente oscura con ratas que comieron de nuestra piel, sin embargo el cuartel tiene tecnologia de alta calidad, al igual que sus medicinas que ten cuestión de segundos, te quita el cansancio, las sicratrices, el dolor y los moretones en tu piel, claro que son diferentes medicinas para cda situacion…
Me senté nuevamente en el sillón, estoy muy cansada, tengo una pequeña abertura en mi labio inferior, moretones de los golpes por todo el cuerpo, por lo que debo buscar medicina en el centro hospitalario del trebol, solo esta a dos cuadras aqui, y si tambien tiene un centro hospitalario, solo para uso de pertenecientes a la organizacion, ya que aqui hacen muchos trabajos peligrosos la organizacion decido tener un centro aqui y en todas la sucursales del trébol…
Me levanto estoy a punto de salir cuándo de pronto la puerta se abre desde afuera, un hombre me toma del brazo, me lleva hasta el sillón haciendo me sentar nuevamente.
—¿Dimitri?, ¿Que estas haciendo?—pregunto con tono frio en voz.
—Esa fue una gran pelea, pero tienes que curarte las heridas, no querrás que tus hermanos te vean a si ¿Verdad?—dice sacando los medicamentos del trébol de una bolsa.
—Me dirigía juntamente a comprarlos.
Abre el medicamento en crema que sirve para la herida en mi labio inferior, toma un copito el cual empapa de la crema, trata de ponerlo en mi labio pero tomo su mano y lo detengo…
—Puedo hacerlo sola.
—Pero yo lo hago mejor—me dice con una sonrisa traviesa.
Lo miro de manera extraña, se suelta de mi agarre y procede a aplicar el medicamento en mi labio, en cuestión de segundos termina de aplicarlo, se levanta y me tomó del brazo haciendo que yo también lo haga.
—Quitate el saco—me ordena.
—¿Qué pretendes hacer?—le digo en un tono desafiante.
El azul profundo de mis ojos atravesó el gris electrizante de los suyos. El ambiente era palpable, y mi mente se desvió hacia pensamientos oscuros que creía que él intentaba provocar. No puedo negar que su porte y su aura me excitan tanto que resulta imposible controlarlo, y esa sensación aumenta aún más cuando se acerca a mí. Mi corazón late con fuerza; la camisa negra que lleva, con los tres primeros botones desabotonados, no colabora, revelando un poco de su pecho, que se ve tan… atractivo. Sin embargo, aterrizo de golpe cuando sacó un aerosol: un medicamento para tratar a los moretones en el cuerpo.
—Tienes moretones por todo el cuerpo, los puede ver mientras peleabas, espera…¿Que pensaste que quería hacer?—dice con una mirada traviesa y una leve carcajada burlona.
—Nada—digo tratando de sonar fría.
Me quito el saco y empieza a rociar el aerosol, termina y me vuelvo a poner el saco, de repente recuerdo que debo agradecerle por lo de jeong ya que estamos bien gracias a él, pero soy una mafiosa agradecer no es algo que haría.
—Por cierto, ¿exactamente qué fue lo que le dijiste a jeong?.
—Bueno…solo que te había costado llegar hasta donde estás hoy, que no dormías y cosas así—dice en un tono un poco nervioso.
—Bueno, pues te debo una.
—Noo, chiquita me debes más que una, te he salvado la vida, te he ayudado con tus problemas familiares y ahora te he curado—me dice con una amplia sonrisa.
—¿Curado?, eso lo hubiera podido hacer yo, y en cuanto a salvarme ni me lo recuerdes, porque me dan ganas de tirarte los dientes por no haberme dejado vengarme de esos malditos idiotas,—hace un gesto de sorprendido—sin embargo aún pude morir, digamos que te debo 2…Piensa en como debo pagarte y lo haré.
—No necesito pensarlo, para la primera quiero una cena romántica contigo, hoy mismo—sonríe con picardía.
Miro mi teléfono y son las 9 y media de la noche.
—Bien. Pero solo te daré 1 hora—digo volviendome a la salida con el detrás de mí siguiendome.
Llegamos al estacionamiento y cada uno se dirigió a su auto, entramos y él empezó a conducir, mientras que yo solo lo segui, conducimos durante unos minutos hasta llegar a un especie de restaurante que no está a la vista de todos, es decir cerca a él no hay otros negocios, solo árboles a su alrededor, bajamos del coche y nos dirigimos a la entrada.
Imagina un restaurante elegante, donde cada detalle ha sido cuidadosamente diseñado para ofrecer una experiencia gastronómica única. Al entrar, te recibe un vestíbulo con una decoración sofisticada: paredes revestidas de paneles de madera oscura, iluminación suave que emite un brillo cálido, y obras de arte contemporáneo que adornan el espacio, creando un ambiente acogedor y refinado.
Las mesas son de madera pulida, con manteles de lino blanco impecables y sillas tapizadas en terciopelo. Cada mesa está dispuesta con cristalería brillante y cubiertos de acero inoxidable de alta calidad. Las luces tenues y las velas en cada mesa añaden un toque romántico y exclusivo.
—Bienvenida a uno de mis restaurantes—me dice haciendo un ademán con la mano con una amplia sonrisa.
La boca se me abre en sorpresa, siempre me ha gustado cocinar y uno de mis sueños era tener una cadena de restaurante, pero dada la situación mis prioridades cambiaron.
—¿Tienes una cadena de restaurantes?—digo con sorpresa, trato de disimularlo.
—¿Por qué te sorprendes?, es normal que un hombre millonario como yo tenga uno.
—Pues si ¿no?.
Asiente la cabeza en modo de afirmación.
—Ven, tendremos nuestra cena en una de las habitaciones privadas.—me dice llevándome del brazo hacia la habitación.
A lo largo del restaurante, se pueden ver las habitaciones privadas, cada una decorada con su propio estilo elegante. Las paredes están forradas con cortinas pesadas que ofrecen intimidad, y al entrar a estas habitaciones, te encuentras en un ambiente aún más exclusivo. Las mesas son más grandes y están decoradas con arreglos florales frescos, creando un espacio perfecto para cenas íntimas o celebraciones especiales.
El suelo es de mármol pulido que refleja la luz de las lámparas de cristal colgantes del techo, aportando un toque de glamour al ambiente. Desde la música suave de fondo hasta el aroma delicioso que proviene de la cocina abierta, cada elemento está diseñado para deleitar los sentidos.
Nos sentamos en la gran mesa quedando al frente del otro, y bastó con palmear dos veces sus manos para que los camareros entrarán con muchos platos de comida que realmente se ven deliciosos, los camareros visten uniformes elegantes.
Los platos que hay son: filete de mignon con salsa de champiñones, langosta a la parrilla con mantequilla de ajo, y pechuga de pato glaseada, realmente se ven deliciosos y elegantes.
—Woww, siempre quise probar esta comida.—digo con un brillo radiante en mis ojos.
—¿Cómo es que no lo has hecho?.
—Bueno… de chica no tenía dinero como para permitírmelo, luego estuve en el cuartel y ahora con todo lo ocurrido con mis hermanos, no he podido hasta ahora—digo con una leve sonrisa, emocionada por probar la comida.
—Bueno, ¿qué quieres probar primero?—dice con una sonrisa que me transmite tranquilidad.