NovelToon NovelToon
El Desafio Del Alfa

El Desafio Del Alfa

Status: En proceso
Genre:Vampiro / Pareja destinada / Demonios / Brujas
Popularitas:5.5k
Nilai: 5
nombre de autor: Jess Queen

PRIMERA PARTE DEL LIBRO TERMINADA. NO ESPEREN UNA NOVELA TIPICA, LAS MIAS DAN DOLORES DE CABEZA Y LOS HACE PENSAR MAS DE LO QUE DEBERIA!!!
ESCRIBO CON AMOR Y ESPERO RECIBIR LO MIMO DE USTEDES, SI SIENTEN QUE LA NOVELA ES LARGA Y TEDIOSA, LOS INVITO A ABANDONARLA. PERO, NO TOLERO INSULTOS NI FALTAS DE RESPETO...

LAS QUIERE...
JESS QUEEN

NovelToon tiene autorización de Jess Queen para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Cap 12

El reloj en la pared mostraba las dos de la madrugada. La luna roja estaba en su punto más alto, una esfera roja que iluminaba la habitación con su luz enfermiza. No había tenido tiempo de honrar a mi diosa Lilith, y eso tenía a mi parte vampiro furiosa. El resplandor de la luna me calaba los huesos, como si el tiempo se hubiera detenido para recordarme que algo grande se avecinaba, pero no podía concentrarme en eso ahora.

Logan estaba allí, de espaladas al ventanal de cortinas abiertas, bañándose con la luz rojiza de la luna. Mi cuerpo se tensó, la furia de mi loba rebotando en las paredes de mi mente, pero era yo quien controlaba la situación. O al menos, eso pensaba.

Las palabras de Shayde flotaban en el aire, venenosas y tentadoras: "Hazlo sufrir. Hazle sentir lo que te hizo". Pero no, no quería llegar tan lejos. No quería darle a mi demonio la satisfacción de ver cómo caía mi pareja. Aún podía escuchar su susurro malicioso, pero resistí la tentación. "Él no te merece", me repitió mentalmente, aunque la duda seguía acechando, cerré la conexión con ella y mi loba.

—Karin —La voz de Logan me sacó de mi ensimismamiento. Estaba allí, Ahora de pie, mirándome con una expresión que no lograba descifrar—. Creo que tenemos mucho de qué hablar.

Mi garganta se apretó, y por un momento, el silencio se apoderó de la habitación. La luna roja parecía observarme, juzgarme, y me pregunté si Lilith sentía mi conflicto interno. Si podría darme alguna señal, algún tipo de respuesta. La luna esta noche estaba en perfecta sincronía con ambas diosas, las dos deidades de los lobos y vampiros que permitieron que yo naciera bajo esta condición de hibrida. Sangre, oscuridad y niebla, luz de día, luz de luna y un corazón guerrero y gentil.

—¿Realmente te arrepientes? — Pregunté, mi voz suave, pero el filo en mis palabras era innegable. —¿O es solo porque te has quedado sin opciones?

Logan dio un paso hacia mí, pero me mantuve firme, sin moverme. Estaba tratando de descifrar cada uno de sus movimientos, sus gestos. ¿Realmente se arrepentía, o solo buscaba la manera de apaciguar su culpa? —dije, sintiendo que mis palabras se cortaban como cuchillos—. No soy tan tonta como para creer que todo se puede arreglar con palabras.

Por un instante, vi cómo su rostro se tensaba, pero su expresión nunca cambió completamente. Sabía que él aún quería salvar algo entre nosotros, pero la herida seguía fresca, la marca en mi alma aún ardía.

La luna, testigo inmóvil de nuestro duelo silencioso, parecía pulsar en sincronía con cada latido frenético de mi corazón. Su luz bañaba la habitación, dotando de un brillo plateado las sombras que se alargaban y encogían a nuestro alrededor. Sentí el impulso de rendirme, de ceder ante la tormenta emocional que me envolvía, pero no podía hacerlo. No sin antes asegurarme de que él había aprendido la lección.

Sin embargo, Shayde no me daba tregua. Su ira era un rugido constante en mi mente, exigiendo atención, su energía oscura envolviéndome como un manto pesado.

"Déjame salir. Solo será un minuto. No puedes negarme volar hasta ella."

Sabía que no me daban opciones. En este momento, ella era más fuerte que yo, y mi resistencia solo agravaría su furia. Shayde siempre había sido una fuerza inquebrantable, pero con la luna de sangre brillando por primera vez en nuestra existencia compartida, su conexión con la diosa vampírica era casi palpable.

No tenía elección. Tenía que dejarla salir.

—Tendrás que esperarme unos minutos antes de continuar nuestra conversación —dije, girándome hacia Logan con calma forzada. Mi tono era neutro, casi frío, pero mis manos temblaban imperceptiblemente—. Hay asuntos que, como vampiro, no puedo postergar.

Sin esperar su respuesta, pasé junto a él, sintiendo su mirada fija en mí. El aire a su alrededor era pesado, como si la tensión en sus pensamientos pudiera materializarse. Me acerqué al balcón, dejando que la brisa nocturna acariciara mi rostro.

Adelante, Shayde,pensé, rindiéndome a la fuerza que palpitaba en mi interior.

Shayde.

La transformación fue instantánea. Mi piel se tornó más clara, casi translúcida bajo la luz de la luna. Sentí mis colmillos alargarse, afilados como dagas, y mis ojos adquirir un tinte oscuro. En el centro, un lila brillante resplandecía como dos puntos amenazantes que podían perforar el alma.

Me volví hacia Logan, sintiendo su mirada fija en mí. Era intensa, una mezcla de incomodidad y asombro, pero no de miedo. Eso me complació más de lo que esperaba.

Sonreí con satisfacción, una sonrisa peligrosa que sabía que no pasaría desapercibida.

—No las mereces. A ninguna de las dos. Ellas son mucho más de lo que alguien como tú debería tener. Si las lastimas, te mataré con mis propias manos, perro.

Él no apartó la vista. Frunció el ceño ligeramente, pero no retrocedió.

—¿Quién eres tú? —preguntó, su tono más curioso que desafiante—. Quiero saber tu nombre.

Incliné la cabeza, evaluándolo como si fuera un insecto bajo mi escrutinio.

—Soy Shayde. Una princesa.

El silencio cayó como una losa entre nosotros, y por un momento, el peso de la luna roja pareció presionarnos a ambos. Su luz se intensificaba, llenando cada rincón de la estancia con una atmósfera cargada, casi sofocante.

Logan dio un paso hacia adelante, lento pero seguro, con una sonrisa apenas perceptible jugando en sus labios.

—Un placer conocerte, Shayde.

No correspondí al gesto.

—No puedo decir lo mismo.

Sin añadir más, aparté la vista hacia el cielo nocturno, ignorándolo con desdén. Avancé hacia el borde del balcón, dejando que la brisa moviera mi cabello oscuro como un aura sombría.

—Volveremos en unos minutos —dije, cortante como una navaja—. Puedes morder algo o quitarte las pulgas mientras tanto.

La última palabra resonó como una sentencia, y con un salto ágil, me sumergí en la noche, dejando tras de mí un aire cargado de t4ension y amenazas no dichas.

No creo poder soportar mucho tiempo más encerrada en el cuerpo de Karin. Por siglos, me moví por el reino siendo yo misma, controlando mi propia existencia. Ahora, atrapada en esta piel ajena, sintiéndome prisionera, sobre todo en el territorio de ese maldito perro, me siento más desesperada que nunca. No quiero perder lo que he recuperado, pero también entiendo que es el turno de Lina de vivir su vida con su pareja. Al menos hasta que yo encuentre la mía. Hasta entonces, solo puedo interferir lo suficiente para que no las vuelvan a tomar por tontas.

La luz roja de la luna baña el cielo, cubriendo todo como un manto ominoso. Desde este lugar, puedo ver a mi gente, allá lejos, sobre el reino de Aston. La inmensidad del panorama me da un poco de consuelo, pero la incomodidad de esta forma mortal sigue aplastándome.

“Estamos bien, no te preocupes” me enlazo mentalmente con Aston para que él esté tranquilo. “Me hubiera gustado estar a tu lado en este momento”.

Escucho una risita en mi mente, una de esas risas cálidas, casi reconfortantes, que solo él puede ofrecerme.

“Habrá más lunas de sangre, Shayde, estarás bien, tienes sangre de Reed. No iré a ningún lado, estoy contigo cariño. Cuídalas mucho. Confío en ti.”

Cerramos el enlace mental y me concentre en la luna llena y su hermoso color rojo sangre.

El eco de sus palabras me tranquilizo un poco, pero el peso de lo que debo hacer recae sobre mis hombros. No puedo permitirme debilitarme, no ahora. Karin, Lina y yo estamos en un punto crucial. Y aunque mi parte oscura desea destruirlo todo, sé que no puedo. No puedo seguir adelante con ese caos. No puedo permitir que Karin se desmorone por completo, ni que Lina sufra más de lo que ya lo hace.

La luna roja en el cielo me observa, tan brillante y llena de promesas oscuras. La conexión con Aston es más fuerte que nunca, y aunque la distancia nos separe, sé que siempre estará a mi lado, en la sombra, cuidando lo que es mío.

Siento los primeros espasmos en mi espalda, un dolor agudo que me recorre como si alguien estuviera desgarrándome por dentro. Poco a poco, mi piel comienza a endurecerse, tensándose como si estuviera a punto de romperse. Me quito la chaqueta y la blusa rápidamente, sosteniéndolas con manos temblorosas.

El dolor se intensifica. La piel de mis omóplatos se abre, desgarrándose con un sonido húmedo que apenas puedo soportar. Carne y músculos se separan, y la sangre brota como un río caliente, manchando mi espalda. Cada gota parece arder, como si la luna roja misma estuviera marcándome con su fuego.

Es insoportable, pero no puedo detenerlo. Es mi primera transformación vampírica.

Tengo veintidós años, y bajo la luz de la luna roja, con la sangre real corriendo por mis venas, me convierto en algo más. Algo mucho más peligroso. Alas muy similares a las de una furia mitologica.

El cambio no es rápido ni limpio. Poco a poco, siento cómo algo emerge detrás de mí. Alas. Mis alas. Están naciendo, rompiendo la estructura de mi cuerpo, forzando a mi piel a adaptarse a su presencia. Aprieto los ojos con fuerza, tenso la mandíbula y trato de controlar mi respiración, aunque cada inhalación es un desafío.

¡Puedo con esto! Me mentalizo una y otra vez, aferrándome a esa idea como a un salvavidas.

La nueva extensión de mi cuerpo se siente horrible, como si cada fibra de mi ser estuviera siendo arrancada y reconstruida al mismo tiempo. Un dolor que no tiene comparación, una tortura ardiente que parece extenderse a cada rincón de mi ser.

Entonces, lo recuerdo.

Recuerdo la primera transformación de Lina, sus gritos sofocados mientras sus huesos se rompían uno por uno, reconstruyéndose para dar forma a su verdadera naturaleza. Recuerdo el gemido de Karin, ese sonido que no era humano, lleno de dolor y lucha, cuando su cuerpo cedió para adaptarse a lo que siempre había estado dormido en su interior.

No puedo caer desde esta altura. Lo sé.

Si lo hago, no será mi fin, claro, pero el impacto destrozaría cada hueso de mi cuerpo. Y aunque no me mataría, sé perfectamente lo que significaría recomponerme: cada segundo sería como morir.

Las alas terminan de desplegarse, y el peso de mi nueva forma me empuja hacia adelante. Por un momento, me siento inestable, como si fuera a perder el control. Pero lo recupero.

La luna roja me baña con su luz, y, a pesar del dolor, algo en mí se siente completo. He nacido de nuevo.

Las alas se despliegan detrás de mí con un sonido que es a la vez húmedo y seco, como el crujir de hojas muertas mezclado con el desgarrar de carne. Al principio, son solo sombras, dos figuras espectrales que parecen consumir la luz a su alrededor, pero, poco a poco, toman forma.

Son enormes, más grandes de lo que jamás hubiera imaginado, extendiéndose como un manto oscuro que podría cubrir el cielo entero. Sus membranas son delgadas pero resistentes, traslúcidas bajo la luz roja de la luna, revelando un entramado de venas oscuras que laten con una energía propia. Parecen hechas de obsidiana viva, con una textura que mezcla lo orgánico y lo sobrenatural, como si estuvieran forjadas en las entrañas de algún abismo. Las muevo, las agito, orgullosa y feliz.

En los bordes de cada ala, unas garras afiladas emergen, curvas y amenazantes, listas para desgarrar a cualquiera que se acerque demasiado. Esas garras parecen brillar débilmente, son preciosas y ya las amo.

Las membranas de las alas se mueven con cada respiración, y en su superficie se dibujan patrones caóticos que parecen cambiar constantemente, como si estuvieran vivas. Son marcas antiguas, símbolos que no reconozco pero que me resultan familiares, como si estuvieran grabadas en mi alma desde siempre. Es la diosa, premiándome por no haber caído desde las alturas, su regalo.

La base de las alas, donde se unen a mi espalda, está reforzada por músculos tensos y protuberancias óseas que se sienten como una extensión natural de mi cuerpo. El dolor de su nacimiento queda atrás, reemplazado por una sensación de poder absoluto.

Cuando las muevo por primera vez para volar lejos de la posición en la que estaba, el sonido que hacen es un susurro grave y filoso, casi como el lamento de algo ancestral. Su forma no es delicada ni hermosa en el sentido tradicional, pero hay una oscura elegancia en ellas, una aterradora perfección. Son alas diseñadas para cazar, para destruir, para luchar y dominar.

1
Magdalena Tortorelli Limongi
hasta aquí me encantó, no deseo que aparezca otro a reclamar, este amor de ellos es fuera de seré. increíble
Jess Queen: Hola lectora... me alegro que te guste, pero falta taaaanto. jaja
total 1 replies
Rosa Braulia González Eliseo
Excelente
Belkys Soto
massssssssssssssss capitulos diarios, más capitulos, más capitulos, más capitulos, más capitulos, más capitulos, más capitulos, más capitulos, más capitulos
Rosario JS
De una que vuelva ya se humilló si al final se quedará con el
Rita Luisa Gamarra Leigue
me encanta
Rita Luisa Gamarra Leigue
me encanta, gracias
Savina Rodríguez Miranda
muy buena felicidades escritora cuando sería tu próximo capitulo
Jess Queen: hoy! gracias por leer
total 1 replies
Hilda Ponce
muy bien ya me engancho
Hilda Ponce
me gusta la novela.tiene muchos comportamientos humanos.aunque para mi intolerables por lo que he pasado.pero bueno es tan solo una novela y atrapa
Savina Rodríguez Miranda
uuuuuf te pasaste escritora puro mango petacon
soledad angelica carreño guzman
Bueno
Hilda Ponce
me gustó.ahors a sacar la espina y levantar cabeza hasta hacer que se arrepienta
Ismerai Montes Chavez
yo no perdonaría a Logan me quedo con Vladimir sin duda ,si no la valoro siendo humana , no vale la pena
Jess Queen: Vladimir? mmmmm
Jess Queen: Gracias por leer
total 2 replies
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play