El vampiro más tenebroso de todos los tiempos busca regresar.
Su única oportunidad es un corazón puro que posee una chica, la misma de la que su hijo se enamoró...
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Capitulo 8. EL PUEBLO
El pueblo de lo Santos era en verdad hermoso. Caminar por sus grandes calles empedradas mientras se respiraba un ambiente de alegría de todos los habitantes provocaba que no dieran ganas de irse de ahí.
Las casas en todas la direcciones eran muy altas y de muchos colores llamativos. Destacaban las amarillas, azules, rosas, anaranjadas y blancas. Con un diseño colonial que aún se conservaba. Las puertas era altas, de más de 2 metros y en su mayoría estaban hechas de madera aunque había algunas que ya tenían metal.
En el centro del pueblo era la mayor atracción, había un kiosko donde algunas bandas y grupos musicales solían tocar. También era el lugar para practicar baile o teatro en grupos. Había otros que solo iban ahí para pasar el rato observando. De tras del kiosko una hermosa iglesia que solo se abría los fines de semana. Aunque no era la iglesia principal del pueblo tenía mucha demanda tanto para misas como para celebraciones religiosas.
Justo a un lado estaba el mercado, donde se podía encontrar todo tipo de productos para preparar la comida en casa, herramientas de la casa, algunos puestos de animales y otros más vendían artesanías. En la parte de arriba del mercado estaban todos los puestos que vendían la comida típica del lugar como los "shanks".
En todo el centro las casas se convertían en locales de comercio. La parte de abajo de cada una la adaptaban para vender ropa, posters, tacos, plantas, muebles de madera, locales fotográficos, joyerías, aparatos, en fin una gran variedad para escoger. Aunque los grandes lugares los ocupaban comercios como bancos y tiendas grandes de marcas de prestigio.
A todas horas había muchas personas caminado por ahí. Los habitantes lo hacían para hacer sus compras o llevar a sus trabajos pero también había muchos turistas tanto nacionales como internacionales y ellos caminaban para tomarse fotos, comprar algunos productos o simplemente distraerse.
El pueblo también contaba con algunos lugares turísticos como el museo de la revolución conmemorando que fue un lugar activo durante dicha lucha. El museo de los sustos que incluía algunas participaciones de actores interpretando papeles de criaturas místicas o de leyendas populares. Tambíen había museos de arte y no era para menos, pues de ahí había salido una pareja de pintores muy populares en el país.
Llendo al sur había casas con unos hermosos balcones a los cuales podían subir pagando la entrada y cruzar por ellos mirando la parte baja de la ciudad. Era una vista hermosa donde además se podía apreciar el gran lago a lo lejos.
-¡Hemos llegado, aquí es un excelente lugar para que te quedes -Contenta informaba Darinka a Eliz mientras llegaban ambas con una sonrisa -Te diría que puedes quedarte en casa, pero no estoy muy segura que a mis papás les agrade la idea. Somos siete hermanos en una casa muy pequeña, como entenderás los problemas nos sobran y la comida y el espacio hacen faltan.
-No te preocupes, yo de ninguna manera te daría problemas. Además este lugar es muy bonito y te agradezco por haberme traído.
Habían llegado a la posada del pueblo, un lugar que conservaba el estilo rústico de la arquitectura colonial. Era un lugar alto, con 3 pisos en su contrucción.
La fachada era de color naranja con arcos blancos que sobresalían de las puertas y ventanas que tenían esa misma forma. Los cristales eran algo obscuros pero daban una vista hermosa. Además había pequeños balcones en algunas ventanas y en ellos muchas macetas muy coloridas y plantas verdes con flores. La más destacada eran los girasoles. Los balcones estaban hechos de hierro dando un toque de elegancia con su color negro. En la parte de hasta arriba y como acabado se perdía el seguimiento de los arcos para dar lugar a una en forma de nube y justo arriba un triángulo y en su interior el letrero con el nombre "Posada Santa María"
Eliz entró acompañada de Darinka después de subir un par de escalones.
Al entrar se encontraron con una decoración igual de bonita y con un ambiente tranquilo. Era como un sueño para ella conocer el mundo empezando por lugares así, llenos de cosas bonitas y con grandes cosas por descubrir.
-Venga, vamos a preguntar -ofrecía Darinka mientras caminaban a la recepción -Te va encantar el lugar.
Eliz un poco lenta tanto por la timidez como por el ir observando el lugar avanzaba detrás de ella.
-¡Buenas tardes señoritas! -Saludaba al verlas la posadera del lugar -¿Qué puedo hacer por ustedes?, ¿Vienen a ofrecerme algo?
-¿Ofrecerle algo? ¿A qué se refiere?
-Bueno generalmente vienen personas jóvenes a venderme algo.
-No, no para nada -Movía la cabeza y las manos en forma negativa -Mi amiga está buscando un lugar para quedarse.
-¡Que maravilla! Este debe ser mi día de suerte.
-¿Por qué? -preguntaba intrigada
-Hacia tiempo que no tenía inquilinos aquí y este día he recibido a dos personas, en la mañana llegó un hombre forastero y se quedó con una habitación. Me dijo que era un investigador privado ¡Que emoción! ¿No creen? Mi posada subirá de prestigio.
Las dos niñas solo pudieron sonreír ante la loca alegría de la posadera.
-¿Cuántos días te quedarás aquí niña?
-Ammm aún no se pero será un largo tiempo señora -Respondía un poco nerviosa.
-Tanto mejor para mí, pero tienes que pagar algo por adelantado ¿Si tienes dinero verdad?
-Mire ella es mi prima y viene de muy lejos - interrumpia Darinka -Sucede que tuvo un problema y tuvo que venir al pueblo pero nosotros somos muchos en casa y pensamos que estará más cómoda aquí. Ella conseguirá un empleo y nosotros le ayudaremos con algunos gastos. ¿Podría esperarnos con el pago?
-Ya veo y entiendo la situación -Respondía objetiva cruzando los brazos -¿Pero que garantía tengo que en unos días no se irá sin pagar?
Las dos se vieron interrumpidas por su conversación al escuchar las palabras de Eliz.
-Le puedo dejar está pieza como garantía -mostraba un objeto en forma de ave, con algunos símbolos raros pero lo más llamativo es que era de oro -¿Lo puede aceptar como muestra de buena fe?
-Niña, ¿De dónde sacaste algo así? -Estaba demasiado sorprendía -¿No estarás huyendo por haberlo robado verdad?
-No señora, un amigo me hizo la maleta y al revisar ese objeto estaba ahí, seguramente lo puso para mis gastos aunque también puso dinero en la maleta.
-Guarda bien eso, yo prefiero el dinero.
El contrato se hizo para que Eliz se quedara instalada en la posada del pueblo. La posadera fue muy amable con ella y la llevo a su habitación justo en el primer piso.
-Estas habitaciones son las más grandes y cómodas, especialmente para ti pequeña. Encontrarás muchas tranquilidad ya que no hay muchas personas instalas. Así es esto, a veces tienes toda la comodidad para ti. Entonces y cualquier cosa que necesites puedes llamarme y con gusto te ayudaré. Me imagino que tú prima te llevará a conocer el pueblo pero si necesitas alguna información también te puedo ayudar -Era notoria su fascinación por hablar. Tal vez la soledad en su posada le hacía querer conversar con quién sea -Aunque tiene mucho tiempo que no salgo de este lugar, he estado esclavizada por años aunque ya no sea un negocio tan rentable.
-¿Esclavizada? ¡Que horror! ¿Por quién?
-Excelente pregunta pequeña, no hay nadie que me esclavice excepto yo misma. Creo que cuando uno se hace grande y tiene responsabilidad se asila con tal de atender su negocio o sus sueños. Aunque este lugar realmente nunca fue mi sueño ni proyecto, era de mi esposo en paz descanse. Por el iniciamos este lugar y después de su muerte he estado aquí fiel.
-Lo siento mucho -respondía Eliz con cara triste -pero creo que nosotros no debemos esperar a que la vida se nos vaya, debemos salir y disfrutar.
-Que niña tan sabía -Tenia los ojos llorosos -bueno te dejaré instalar y después platicamos.