Ling, un Rey Legendario cuyo nombre hace temblar a todos los que lo escuchan. No solo las personas comunes, sino incluso los poderosos lo respetan. Él es el líder de la Organización de Combate, la organización más fuerte de la Ciudad Sombra. Con su gran habilidad, puede hacer cualquier cosa. ¿Artes marciales? ¡Listo! ¿Curación? ¡Listo! ¿Negocios? ¡Listo!
Sin embargo, un experimento que realizó provocó su muerte. Al despertar, descubre que se ha reencarnado en un hombre tonto e inútil, constantemente humillado. Ser el objeto de burlas se ha convertido en algo común para él.
La popularidad que había sostenido durante tanto tiempo se destruyó de un solo golpe. ¿Será capaz de reconstruir su reputación? ¿O tal vez obtendrá un nombre aún más grande?
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Capítulo 23
La voz del hombre era un poco grave, su tono relajado y firme al mismo tiempo. Sus ojos estaban ligeramente entrecerrados y eran de un negro intenso. Chen Sin sintió una oleada de calidez en su corazón al verlo.
Chen Sin siempre competía en el extranjero y nunca regresaba a Ciudad Urbana. Por lo tanto, no tuvo muchas oportunidades de ver a Ling. Sin embargo, eso no significaba que no se preocupara por él.
Una vez, montó en cólera cuando se enteró de que Ling se había enamorado de esa barata de Lu Yan. Después de todo, Lu Yan y Wuzhou la habían humillado. Era un auténtico idiota.
Debido a eso, Chen Sin llevó a Ling a la Asociación de Alquimia de la Familia Zhuo para que estudiara. Pero antes de que pasara una semana, se rebeló y escapó de allí. Incluso se atrevió a decirle a Chen Qi que Chen Sin lo estaba maltratando.
Desde entonces, Chen Sin dejó de preocuparse por él.
El hombre que tenía delante era muy cercano a ella. Sin embargo, su aura era diferente ahora. Podía sentir la mirada penetrante de sus ojos. No parecía el idiota que ella conocía.
"¿Qué había pasado mientras ella no estaba? ¿Había cambiado después de vivir solo durante unos meses?
"¿Hm?" Chen Sin seguía mirando a Ling con asombro. Sin embargo, rápidamente apartó esos pensamientos y le preguntó a Liam: "Liam, ¿con quién fuiste ayer por la tarde?".
Liam ajustó inmediatamente su expresión. No quería parecer nervioso al responder a Chen Sin. Miró a Ling por un segundo, mientras Ling lo miraba sin expresión. Sabía que este era el momento perfecto para ayudar a Ling.
"Estuve con Ling. Señora, usted sabe que él la adora, ¿verdad? Por eso, cuando se enteró de que usted iba a competir en Ciudad Urbana, se escapó de casa para verla. Así que lo llevé", respondió Liam con naturalidad.
Al escuchar la respuesta de Liam, Chen Sin dejó escapar un profundo suspiro. Sus esperanzas se desvanecieron rápidamente. Aunque le costaba admitirlo, era consciente de que su sobrino era un idiota. ¿Alquimia? ¿E incluso con un talento tan extraordinario? Ni siquiera se molestaba en aprender bien lo básico.
Cualquier persona podía ser sospechosa en este asunto, pero Ling no encajaba.
"De acuerdo, lo entiendo. Pueden irse a casa", dijo Chen Sin, sin dejar de mirar a Ling. Había un sentimiento que no podía explicar.
Ling salió del coche y se acercó a Chen Sin. "Tía, Liam y yo vamos a la biblioteca", dijo Ling señalando la biblioteca que tenían detrás.
"¿La biblioteca? ¿Vas a estudiar?", preguntó Chen Sin sorprendida. Por no hablar de ir a la biblioteca, ni siquiera había visto a Ling coger un libro. ¿Y ahora iba a hacer ambas cosas?
"Por supuesto. Tu sobrino es un ratón de biblioteca", respondió Ling con indiferencia.
Chen Sin se quedó paralizada por un momento. Chen Ling le había dado muchas sorpresas hoy. "Está bien. Estudia mucho. Deja de causar problemas. Me encantaría que pudieras vencer a ese cabrón de Wuzhou", respondió Chen Sin. Ling pudo ver el odio ardiendo en los ojos de Chen Sin.
¿Por qué le tenía tanto rencor a Wuzhou?, se preguntó Ling.
"Me voy ahora. Cuídate", dijo Chen Sin, alejándose de Ling.
Liam y Ling observaron cómo se marchaba Chen Sin. Una vez que desapareció de su vista, entraron en la biblioteca.
"Buenas tardes, joven maestro Zhuo", saludó la bibliotecaria con respeto. Vio a Ling junto a Liam, pero no lo saludó.
"¿No ves a la persona que está a mi lado?", preguntó Liam, elevando ligeramente la voz.
La bibliotecaria tembló ligeramente. No se atrevía a ofender a Liam. Sin embargo, tampoco quería saludar a una basura como Chen Ling. Toda Ciudad Urbana sabía que Ling era un buscapleitos. No quería que destrozaran su biblioteca.
"Olvídalo. Entremos ya", dijo Ling, dando una palmadita en el hombro de Liam.
Ling entró rápidamente, pero la bibliotecaria gritó: "¡Seguridad, deténganlo!". La bibliotecaria señaló a Ling. "No tiene tarjeta de acceso", continuó. Su dedo seguía apuntando a Ling, su rostro se puso rojo de ira y una sonrisa de satisfacción se dibujó en su rostro al poder encontrar un fallo a Ling.
"¿Oh?" Ling se giró. Levantó las cejas con sorpresa. Los penetrantes ojos de Ling se fijaron en el dedo de la bibliotecaria. La bibliotecaria bajó rápidamente el dedo al ver la mirada asesina de Ling.
Enseguida, un corpulento guardia de seguridad se acercó a ellos.
"¿Te atreves a tocarlo?", gritó Liam con fuerza. Todos los presentes volvieron la vista hacia ellos. Las emociones de Liam aún no se habían calmado desde que la bibliotecaria había ignorado a Ling.
"Jo-joven maestro", el guardia de seguridad se detuvo en seco e hizo una reverencia.
"¡Hazle una tarjeta de acceso inmediatamente!", ordenó Liam. Le entregó una tarjeta triangular para pagar la tarjeta.
La bibliotecaria aceptó la tarjeta con manos temblorosas. Sus días estaban contados por haber hecho enfadar al joven maestro de la familia Zhuo. Mientras tanto, el guardia de seguridad volvió a su puesto.
Diez minutos después, la bibliotecaria entregó una tarjeta dorada a Ling.
"Joven maestro Chen, esta es su tarjeta de acceso. Puede utilizarla para entrar en la biblioteca y tomar prestados libros", dijo la bibliotecaria mientras entregaba respetuosamente la tarjeta de acceso a Ling.
Ling aceptó la tarjeta. Asintió ligeramente con la cabeza. Luego, se acercó un poco más a la bibliotecaria. "Si todavía quieres conservar tus dedos, no señales a la gente al azar", dijo Ling en voz baja, lo suficientemente baja como para que solo ellos dos pudieran oírla.
La bibliotecaria se quedó helada. La voz de Ling recorrió su cuerpo como un escalofrío. Era evidente que Ling la estaba amenazando.
"Vamos", dijo Ling a Liam.
Ambos caminaron juntos hacia el interior de la biblioteca. La mirada de Liam se clavó en todo aquel con el que se cruzaba. Su ira aún no había disminuido.
¡Bam!
Liam golpeó la mesa al llegar a la silenciosa sala. Lo hizo para desahogar su frustración.
"Cómo se atreven a faltarte al respeto. Si supieran tu poder, estoy seguro de que llorarían sangre rogándote perdón", dijo Liam con enojo.
"Estás exagerando. Ni siquiera los considero dignos de mi atención", respondió Ling con indiferencia.
Liam resopló. "Te han insultado sin conocer tu fuerza. ¡Cómo se atreven!", dijo Liam.
Ling se rió entre dientes. Se dirigió a las estanterías para elegir un libro adecuado para estudiar. "Los perros solo ladran a quienes no conocen".
La robusta mano de Ling tomó un delgado libro con un antiguo símbolo. Inmediatamente se sentó en una silla e hizo coincidir el símbolo del delgado libro con el de su grueso libro.
"Encaja", murmuró Ling.
Liam se sentó junto a Ling y miró el libro que había cogido. "¿Estás seguro de que quieres aprender esto? Al menos deberías tener un maestro. Puede ser un poco difícil aprender por tu cuenta", dijo Liam.
"Vamos a intentarlo primero", dijo Ling mientras leía el delgado libro que había elegido.
Liam cogió el grueso libro de Ling y pasó las páginas. No había ni una sola imagen en el libro. Todo eran palabras escritas en un lenguaje antiguo. Le dolía la cabeza solo de mirarlo, imagínate intentar aprenderlo.
Cuando Liam cerró el libro, un trozo de papel cayó del interior. Lo recogió. "¿Qué es esto?", preguntó Liam a Ling, mostrándole el trozo de papel roto que se había caído.
Ling le echó un vistazo. "No lo sé", respondió Ling, volviendo a apartar la mirada.
"Creo que he visto este tipo de papel antes", dijo Liam, haciendo que Ling dejara de leer.
