Gabriela Linarez es una mujer de 25 años, lleva tres años casada con el que es el amor de su vida, Camilo Paredes..
Su primer año de matrimonio fue de mucho amor y cariño, ella se dedicó por completo a su hogar, con la esperanza de poder formar una familia completa, pero la vida no le dió la dicha de poder quedar embarazada..
Es la heredera de una gran familia.
Su esposo Camilo es un hombre común de 30 años..
Gabriela, le entrego el poder de sus empresas mientras ella jugaba a ser ama de casa, pero la felicidad se fue desvanecido al pasar de los años.
Encontró a su adorado esposo enredado en la cama con una amante..
Gabriela huye y se aferra a una vida que no es de ella.
En esa falsa fachada, conoce el amor más puro y sincero, poniendo ese amor en riesgos por sus mentiras.
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Capítulo #6 Sirvienta por elección.
...–Sirvienta por elección–...
Mi mañana a Sido muy refrescante, me e bañado con agua helada para despertar cada parte de mi cuerpo.
Gustavo me advirtio que debía cambiar mi apariencia, soy una joven de 25 años, de una estatura promedio de 1.60M peso 60kilos de piel blanca y cabello a los hombros negros, mi color de ojos es negros..
Decidí usar mi cabello recogido en un moñito y usar maquillaje fuerte, para que sea escandaloso y poco atractivo, el uniforme es el tradicional, un vestido negro con un delantal blanco y medias pantis negra y zapatos negros, por esa razón me maquillo los ojos de color verde y los labios rojos, mi rostro estará tapado por un color de polvo más oscuro así no podrán saber cuál es mi color de piel y unos lentes que me hagan ver aún más fea.
Gracias a qué el vestido es manga larga y se usan guantes blancos, no podrán ver más que mi rostro y mi cuello, todo a la vista irá con una gran capa de base y polvo oscuro, mi cejas envueltas en un lápiz negro bien marcado, nadie podrá reconocerme.
Gustavo: Gabriela que has hecho? eres un desastre de mujer, no creo que le agrades.
Gabriela: el solo quiere una sirvienta, no debería importarle mi apariencia, además no estoy tan fea verdad? jajajaja
Gustavo: ninguna mujer en este siglo se vería así de fea jajajaja, pero mejor vayamos.
Salí junto a Gustavo, llevo una pequeña maleta con solo dos mudas paras mis días libres, las fotos de mis padres, mi laptop para estar al tanto de mi empresa y el celular que mantendré escondido para poder llamar a Gustavo, el me compro varios conjuntos de sirvienta.
Hemos llegado a un hermoso chalet, es de tamaño normal, para ser un joven empresario vive como cualquier normal, sin muchos lujos.
Al bajar del carro me di cuenta que tienen un gran parque y jardín, debe ser hermoso y tranquilo vivir aquí..
entramos y el interior de la casa todo sigue siendo hermoso, el piso es de alfombras de color gris y hermosos muebles negros, es la decoración ideal de un hombre soltero..
Debo ser precavida y mientras esperamos que el baje, fijo mi mirada al suelo, debo mostrar respeto a mi patrón..
Gustavo: Hijo cómo estás?. e venido personalmente a presentarte a la sirvienta que me pediste, es de suma confianza.
Ernesto: padre acaso me estás tomando del pelo?. has traído a una indigente a mi hogar?.
Gustavo: hijo te exijo respeto para Julieta, ella a trabajado por varios años a mi lado y es muy eficiente..
Levantó mi mirada y observó a Gustavo, en que momento quedamos que me cambiaría el nombre, no sé por qué lo hizo pero luego le preguntaré, vuelvo a bajar la mira sin ver a mi patrón.
Ernesto: si es tan eficiente llévatela..
Julieta: Señor, le pido que no me rechace, puedo hacer lo que me pida, soy honesta y trabajadora y necesito mucho este trabajo.
Ernesto: mírame.
subí mi mirada con miedo, es un hombre muy obstinado.
Ernesto: eres una mujer espantosa, eres muy fea.
Gustavo: Hijo, si no vas a respetarla me la llevaré, pero no cuentes conmigo..
Ernesto: le explicaste cuál sera su función?.
Gustavo: creo que eso es algo que te toca a ti explicarle, son tus asuntos personales, ahora sí ya la aceptaste mejor me voy.
Yo miro a Gustavo con asombro, no entendí lo que quisieron decir con que si se a que vengo hasta acá, ahora en qué me e metido.
Ernesto: sígueme.
el hombre me conduce hasta la segunda planta y está por abrir la puerta de un cuarto cuando le explicó que está equivocado.
Julieta: Señor, creo que está equivocado, yo no soy de ese tipo de mujeres.
Ernesto: yo tampoco soy del tipo de hombre que se acuesta con una mujer tan espantosa, si quieres trabajar para mí, debes saber que solo harás una cosa, entra y descúbrelo.
