Chica Loca vs. Chico Malo

"¿Así que quieres pasar la noche aquí, El?", preguntó Bima. Ahora estaban reunidos en la sala de estar, que también servía como sala de televisión. Mientras veían la televisión, Ellora y Laras optaron por sentarse en el suelo sobre una gruesa alfombra, apoyando la espalda en el sofá.

"Sí, hermano. Papá y mamá fueron a casa de los padres de papá. La madre de papá está enferma, dicen", respondió Ellora, sin apartar la vista del televisor. Sin embargo, sus manos trabajaban en conjunto con su boca para llevar bocadillos a su estómago.

"Eso significa que a quien tus padres están cuidando es a tu abuela, ¿verdad?", preguntó Ajeng. Ellora hizo girar perezosamente sus ojos y cambió de posición, sentándose frente a la madre de su mejor amiga.

"No es que no quiera reconocerla, mamá, pero fueron ellos los primeros en no querer reconocer a Ellora. Por haber nacido niña, en lugar de sentirme herida, prefiero ser indiferente. Además, una vez fui allí por primera y última vez, y realmente me ignoraron por completo. Papá se enojó y nos llevó de vuelta a casa", respondió Ellora con tristeza. Laras se acercó a Ellora y la abrazó de lado. Los demás hicieron lo mismo, comprendiendo lo que Ellora sentía. Porque en la extensa familia de Arjuna, todavía había quienes no estaban de acuerdo con su matrimonio con Ajeng.

"Papá dijo que era una suerte que su empresa hubiera crecido tanto. Sin la intervención de su familia. Si la hubiera habido... seguramente su vida estaría controlada por ellos. Por eso, papá está muy agradecido con papá. Porque gracias a él, su empresa ha crecido tanto. Gracias, papá, por tu ayuda y gracias, mamá, por aceptar a Ellora como amiga de tu hija. Aunque a menudo me hace subir la tensión, no hay nadie mejor que Laras". Laras inmediatamente soltó el abrazo después de escuchar las últimas palabras de Ellora. Ellora se echó a reír y volvió a abrazar a Laras con fuerza.

"Eres una amiga que siento como una hermana mayor y una hermana menor al mismo tiempo. A veces eres madura, a veces eres mimada e infantil. Te quiero mucho, mucho, mucho, mucho, muah", dijo Ellora mientras besaba la mejilla de Laras, quien la miró con recelo. Ajeng estaba muy conmovida al escuchar las palabras de Ellora. Habían sido amigas desde la infancia, ya que sus padres también lo eran. Tanto la familia de Ellora como la de Bayu.

Laras también respondió abrazando y besando a Ellora repetidamente.

"¡NOOOO! ¡SUÉLTAME! ¡LARAASSS! ¡MAMÁ, PAPÁ, HERMANO! ¡AYUDEN A ELLORA!", gritó Ellora. En lugar de ayudar, la familia de Laras se echó a reír a carcajadas al ver el comportamiento de ambas.

"Son las 9, vayan a sus habitaciones. Mañana es jueves, todavía hay escuela. Ah, por cierto, ¿ya conociste a Alex, cariño?", Laras y Ellora se detuvieron y miraron a Bima, luego asintieron al unísono.

"Es guapo, hermano. Lástima que ya tenga prometida", dijo Laras, aunque en su corazón todavía estaba Bintang. Pero no pasaba nada por admirar un poco, ¿verdad? Además, Bintang solo era un flechazo.

"No te metas en problemas, niña. No seas una rompe relaciones", dijo Bima, sin saber que su hermana menor todavía estaba en un estado de enamoramiento. Kenan y Ajeng intercambiaron miradas, pero no intervinieron en la conversación.

"Pero, ¿quién es Alex? ¿Es Alex el hijo de la familia Christoper?", preguntó Arjuna.

"Sí, papá. Se matriculó en la escuela de Laras", respondió Bima.

"¿Eh? ¿No se graduó ya de la universidad? ¿Para qué volver a la escuela secundaria?", preguntó Arjuna confundido. Nadie le había informado sobre el asunto de su escuela secundaria. Los cuatro jóvenes presentes guardaron silencio, Laras y Ellora frunciendo los labios. Quienes antes se dirigían a sus habitaciones, ahora se veían retenidos por otra conversación.

"¿Están ocultando algo?", preguntó Ajeng.

"Ya es tarde, vamos a nuestra habitación, mamá...", eludió Laras.

"Eh, terminen esta conversación primero. No inventen excusas para cambiar de tema", dijo Ajeng mientras tiraba del cuello del pijama de su hija.

"Está bien, mamá... sí, sí... Laras quería encargarse de esto ella misma y con mi hermano. Además, papá está muy ocupado, así que Laras pensó que nosotras también podíamos hacerlo", respondió Laras.

"Hermano, ¿trajiste tu teléfono? Dáselo a papá, el mío está en mi habitación", continuó Laras, dirigiéndose a Kenan.

Kenan, que estaba jugando a un juego, salió de la aplicación y buscó el archivo que su hermana le había enviado el día anterior. Una vez que lo encontró, le dio el teléfono a su padre. Arjuna leyó el archivo detenidamente, negando con la cabeza con incredulidad.

"Realmente inesperado. Aprovechando que papá se desentiende de los asuntos de la escuela, están usando esta oportunidad de oro para hacer esto. Una cantidad bastante considerable y un buen número de personas involucradas. ¿Qué planean hacer? ¿Por qué no resolverlo de inmediato? Papá irá a la escuela mañana mismo", dijo Arjuna, con el rostro enrojecido por la ira contenida.

"Papá... Laras quiere jugar un poco. No sería divertido exponer y despedir a los culpables de inmediato", intervino su hija.

"Pero ¿qué piensas hacer? Ya tienes pruebas y los nombres de los implicados, podrías acabar con el dinero de los donantes que sinceramente quieren ayudar a los alumnos con menos recursos y con talento", preguntó Arjuna, expresando su preocupación.

"Laras quiere darles una pequeña lección a través de sus hijos, que están derrochando ese dinero", respondió Laras.

"Te doy 2 semanas para jugar", dijo Arjuna.

"Un momento, papá. Un poco más, un mes, ¿sí? Al principio quería esperar hasta que Laras se graduara, serían más de un año", dijo Laras. Arjuna negó con la cabeza.

"Dos semanas o nada. Si los dejas estar, es como si dejaras que el dinero siga fluyendo a sus cuentas".

"Eso ya lo he solucionado, papá. El dinero que hay en sus cuentas desaparecerá y se transferirá a las cuentas que Laras ha preparado. No se darán cuenta de que el dinero no ha llegado a sus cuentas", respondió Laras con despreocupación.

"¿Cómo es posible?", preguntó Ajeng.

"Es como si no conocieras a tu propia hija, mamá. Ella es aterradora. Es un monstruo de las TI, cualquier cosa relacionada con la tecnología es pan comido para ella. Es muy fácil para ella hackear cualquier sistema", respondió Bima con tranquilidad. Ajeng parecía haberse olvidado de las habilidades de su hija. Ella, que una vez ocupó el primer puesto como hacker, había sido superada por su propia hija. De hecho, Laras estaba muy por encima de Ajeng. Sentía una mezcla de alegría y tristeza por haberle enseñado a Laras sobre ese mundo desde que era una niña.

"Tranquila, nuestra hija conoce los límites. No hará nada que la perjudique a ella ni a los demás", dijo Arjuna al ver un atisbo de preocupación en los ojos de su esposa. Laras se inclinó hacia delante y se arrodilló frente a su madre.

"Mamá, no te preocupes. Laras sabe lo que está bien y lo que está mal", dijo Laras, tranquilizando también a su madre. Ajeng suspiró y sujetó el rostro de Laras con ambas manos.

"Mamá solo tiene miedo de que te metas en problemas con las personas equivocadas. Alguien del mundo oscuro, por ejemplo...", dijo Ajeng mientras acariciaba las mejillas de su hija con los pulgares. Laras sonrió.

Bima y Kenan intercambiaron miradas. Sus padres no tenían ni idea de que su querida hija era la jefa de la mafia a la que temía el mundo subterráneo.

"Tranquila, mamá. Nadie puede tocarme", respondió Laras. Ajeng besó la frente de Laras.

"Yo también quiero, mamá", protestó Ellora.

"Tú eres una aprovechada", dijo Laras, pero aún así se hizo a un lado para dejar sitio a su amiga. Ajeng se rio entre dientes e hizo lo mismo con Ellora. Después, se despidieron y se fueron a sus habitaciones.

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