Isabella, tras ser traicionada y asesinada, reencarna en un universo que creyó solo existir en las páginas de un libro. Ahora, en un cuerpo ajeno, sus poderes mágicos comienzan a despertar mientras enfrenta pruebas arcanas y oscuros secretos que amenazan con destruirla.
Rodeada de criaturas míticas y antiguos grimorios, deberá descubrir la verdad de su nuevo mundo. En esta segunda vida, la batalla por su destino apenas comienza.
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Capítulo 17: El contrato
Un extraño sonido despierta a Isabella, cuando abre sus ojos nota que aún no había amanecido; con pesadez se levanta de la cama y se concentra para sentir de dónde provenía tan molesto ruido. Llega al balcón y observa a lo lejos un aletear. Usando su magia vuela hasta donde su instinto le decía y ve una figura atrapada entre las lianas de los árboles.
Isabella se acerca con precaución y lo ve, un cuervo. Sus ojos eran de un inusual color rojo bermellón, sus plumas negras a penas eran visibles en la oscuridad del bosque, y su pico largo parecía una daga. El animal producía un graznido desgarrador; Isabella se tapa los oídos, pero se acerca tratando de analizar la situación.
El cuervo había sido atrapado por la propia naturaleza del lugar, pero en su forcejeo para liberarse, una de sus alas se había lastimado, incluso sangraba un poco. Isabella le habla, como si supiera que el ser la entendería.
- ¡Shh! Tranquilo, yo te ayudaré, pero debes calmarte, ¿sí?
Como si las palabras de Isabella fueran un calmante, el cuervo detiene su llanto; aunque el animal continuaba aleteando. La pelirroja hace aparecer una daga y con su mano libre acaricia al asustado ser, éste al sentir la cálida mano de Isabella, detiene su desesperada lucha por salir libre. Isabella continúa hablándole mientras corta las enredadas plantas.
- Todo saldrá muy bien- pica la última liana- ya, listo.
La chica al momento pone sus manos y el cuervo cae sobre ella. Isabella lo mira triste, no podría volar a menos que su ala sanara; entonces mira al frente, en sus ojos se veía ya lo que planeaba hacer. Cierra los ojos y busca señales de alguien, al no sentir nada, con el animal en sus manos, vuela bosque adentro. Pero Isabella no había sentido que alguien sí la miraba, porque ese alguien había escondido su presencia.
Cuando la pelirroja llega a la pared de la montaña, busca la zona que recordaba de su última visita y siente el poder, entonces abraza más al animal, que temblaba entre sus brazos y entra. El viaje había sido como la vez anterior, al menos eso no había cambiado; cuando llega al otro lado mira a su izquierda y continúa volando hasta llegar a la casa en el árbol.
- Tranquilo, ya llegamos- le habla tratando de calmarlo.
La joven sube volando y entra a la casa. Las luces seguían encendidas, va hasta el sofá y se sienta; mira alrededor buscando un cojín, lo toma y coloca arriba al cuervo.
- Necesito medicina para curar a éste ser- chasquea los dedos y a su lado aparece una bandeja con gasa para limpiar la herida y una botella con un líquido transparente- Gracias- dice ella como si alguien la escuchara.
Isabella toma un poco de gasa y la moja con el líquido transparente, luego con cuidado limpia la herida del cuervo, que se mantenía quieto a pesar de estar tocando su ala lastimada. La chica agarra otra torunda limpia y repite el proceso. Una vez limpia la zona, ve como la piel del animal se va curando y cerrándose.
- Bueno, parece que tienes tus poderes, no eres un ser común.
- ¡Gracias!- Isabella se aparta del animal y lo mira, le acababa de agradecer.
- Tú, me acabas de hablar- dice con cara de asombro.
- Sí, yo. Tienes razón, no soy un cuervo común, pero tú no eres una humana. A mí no me engañas, eres una bruja.
Isabella abre sus ojos, ese secreto nadie debía saberlo, ¿cómo era posible que ese animal, que acababa de salvar, supiera ese dato de ella? El cuervo se levanta despacio y mueve sus alas, como si comprobara que estaba bien.
- Soy un cuervo mágico, y con los únicos seres que me puedo comunicar, son las brujas. Llevo muchos siglos vagando, buscando una nueva ama que me tenga como familiar, alguien con quien hacer un contrato de sangre. Creo que no es casualidad que fueras tú quien me salvara.
La chica estaba impactada con las palabras del cuervo. En su otra vida, los familiares se habían extinguido, así como quedaban pocas brujas, sucedía lo mismo con esos seres. Observa al animal otra vez y asiente.
- Entonces, hagámoslo, aunque te salvé por propia voluntad y sin esperar nada a cambio. Espero que no hagas esto por sentirte en deuda conmigo.
- No, bruja, lo hago porque siento que nuestros caminos se cruzaron por una buena razón. Cuando hagamos el contrato te diré mi nombre, tú igual me dirás tú nombre después.
- Está bien, dime, ¿qué debo hacer?- dice Isabella.
- Simple, yo te daré mi lágrima y tú debes decir el hechizo sobre ella, ¿tienes un grimorio?- Isabella asiente- busca ahí las palabras que debes conjurar, el resto del pacto deben aparecer ahí.
Isabella hace aparecer su libro y el cuervo mira con detenimiento el objeto. La chica hojea las páginas y encuentra el texto; lee meticulosamente y levanta su cabeza.
- Acércate- le dice al cuervo.
El animal se mueve hasta ella, Isabella hace aparecer de nuevo su daga y pone su mano al lado del ser. La chica se hace un corte en la palma de la mano y un hilo de sangre brota de ella; el cuervo inclina su cabeza sobre la herida y deja caer una lágrima de su ojo izquierdo. La pelirroja cierra la mano y recita en voz alta unas palabras.
- Spiritus tenebrarum contractus sit in vitam donec alter ex duobus appareat- dice Isabella y bajo ellos un pentagrama brilla.
- Bruja, ¿quién eres? Ese grimorio no es uno cualquiera, y esa marca en tu muñeca es prueba de que te escogió.
- Aún no soy nadie, pero pronto verás mi crecimiento. Mi nombre es Isabella- hace una pausa- Isabella James.
- Pues es un honor servirte, Isabella James, mi nombre es Nox.
- Puedes decirme Isabella. Entonces, Nox, un gusto que seamos socios ahora, aunque creo que éste pacto nos hará más cercanos. Ahora, necesito regresar, en unas horas tengo clases, pero puedes quedarte en éste valle. Ya viste cómo entrar y salir.
- Gracias, si me necesitas, podemos comunicarnos telepáticamente, es uno de los beneficios de la conexión que tenemos ahora. Sólo piensa en mí y mi nombre, y yo te responderé.
- Perfecto, Nox, nos veremos luego.
- Nos vemos, ama Isabella.
La chica y el cuervo salen de la casa; ella se va para el camino hacia el instituto, y él para una zona boscosa que tenía el valle. Isabella regresa por el mismo camino, busca señales de algún guarda del bosque y regresa volando a su habitación.
Al amanecer Isabella vuelve a abrir sus ojos y se alista para las clases. Cuando está completamente preparada, hace lo que el ave le había dicho, quería hacer la prueba. Piensa en Nox y lo llama con su mente.
- Nox- Dice Isabella.
- Dígame, ama Isabella.
- Puedes decirme solo Isabella, pero a lo que iba, ¿estás bien, ya te instalaste en el valle?- pregunta preocupada.
- Sí, yo ya conocía el Gran Valle.
- Mejor entonces, ahora tengo clases, pero en la noche iré al valle, espérame- le dice la chica.
- Esperaré entonces.
Isabella sale y toca en la puerta del frente, Sophia sale aún soñolienta, pero sonríe al verla y le da los buenos días. Se van juntas al comedor y después de desayunar van a su primera clase del día.
- Me encanta esta materia- dice Sophia mientras esperaban a que la profesora o profesor llegara.
- Sí, a mi también me gusta, conocer sobre los seres mágicos es interesante; hay demasiados.
La charla se interrumpe al entrar una maestra, a Isabella su rostro se le hacía familiar, pero no dice nada. La clase comienza y todos prestaban atención, la profesora explicaba algunos seres que habitaban en Nirile.
- Los cambiaformas- dice la profesora- son criaturas mágicas que pueden transformarse en cualquier ser. Su forma real es como un humano, aunque les gusta convertirse en tigres o gatos- Isabella ahora tenía todos sus sentidos en la profesora- tienen el poder de mover su sombra a conveniencia, incluso pueden trasladarse sin ser vistas o detectadas.
La chica escucha todo y baja su vista al libro que tenía abierto en frente, lee el resto de la descripción de la criatura, y sonríe. La profesora la mira y le guiña un ojo...
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Hola 👋 chic@s:
Y así Isabella se hizo de una mascota 😅 también descubrió quién es una cambianformas, quien leyó la historia de Áine sabe quién es, pero para los nuevos lectores, imagino que también notaron de quién hablaba.
En el próximo capítulo ya veremos la primera prueba de la competencia, les tengo preparado un gran evento 👌😉
Mua Mua 😚 ❤️
a Liam solo le falta que le deje seco XD
(Autora no se cuando será cuanto estos hagan el delicioso espero verlo digo
leerlo) XD😈