La Villana Es Un Desastre

Finalmente, habían llegado los esperados primeros exámenes. El Secretario había pasado por todas las aulas entregando el calendario de pruebas. Un tenso período de tres semanas en que lunes, miércoles y viernes serían medidos los conocimientos adquiridos en lo que iba de curso escolar.

Cael desde el día que vio a Sol en el negligé rojo intentaba sacársela de la cabeza, pero le era imposible. Todos los días tenía que verla cuando pasaba la asistencia y en los horarios del comedor. Se reprendía así mismo, él era seis años mayor que la joven. Ella era una estudiante y él un profesional, además, no creía que la chica lo viera como otra cosa que no fuera un docente más de la institución y no como hombre.

Cael la observaba como el alcón a su presa. Fue así que se dio cuenta que la joven era muy inteligente y se había hecho de un buen número de amigos, rara vez no estaba acompañada. Por una parte era un alivio ya que de esa forma estaba protegida del joven Duque; pero esto también era un inconveniente para él, pues no podía acercársele sin un motivo.

Tampoco había dejado de vigilar al pequeño Duque, pero este se ha comportado de manera ejemplar después de los incidentes del inicio escolar. Aunque Cael ha notado, que si es verdad que no se ha acercado a Sol, no deja de mirarla a ella y a Amarili. Esto le da curiosidad, pero no tiene motivos para intervenir, aunque en varias ocasiones Rafael lo ha mirado desafiante e irritado, todo ha quedado ahí, en un pulso de miradas.

Sol hablaba en el comedor con Amarili del alivio que sentía porque ya faltaban solo tres exámenes para que culminara el período de pruebas. Amarili estaba emocionada con el viaje al Reino Abner y Gabriel la mortificaba diciendo que todavía era muy pronto para saber eso, primero había que esperar los resultados de los exámenes. Amarili más entusiasmada miró para Sol y le dijo:

- Sol pregúntale al Secretario, si por el puntaje de los exámenes realizados hasta el momento, nuestra clase tiene posibilidades de ser seleccionada.

- Pero qué dices, estás loca, cómo crees que me va a decir algo semejante, pregúntaselo tú.

- A mí ese no me dirá ni la hora, pero a ti seguro que te dirá lo que quieras.

- De qué hablas? - Preguntó Saulo.

Amarili respondió con cierta picardía en la mirada.

- Pero es qué no te enteras de nada! Ese hombre lo trae de la cabeza tu hermana.

Saulo y Sol miraron al mismo tiempo hacia donde estaba el Secretario y efectivamente este estaba observando a Sol. Los hermanos se pusieron intensamente rojos por motivos diferentes. Saulo por coraje y celos de hermano y Sol porque por un breve instante cruzó miradas con el Secretario. A todas estás Gabriel se desternillaba de la risa ante la situación y Amarili creía que acababa de meter la pata.

Para cambiar el ambiente y un tanto desquitarse de lo que le había hecho Amarili, Sol le dijo que la próxima prueba era de Espíritu Artístico y la protagonista femenina se calló la boca de golpe; pero Gabriel no estaba dispuesto a prescindir de la diversión y arrojó la siguiente bomba.

- A ver queridita Amarili, si tan espabiladita eres, explícame por qué el joven Duque las mira indistintamente a las dos con cara de sospechas todo el tiempo.

- Gabriel, pero que pesado eres- Le espetó Sol quien estaba nerviosa por la reacción que pudiera tener su hermano, lo último que necesitaba era un nuevo enfrentamiento con el protagonista masculino, pero Amarili como siempre tan atrevida y desafiante dijo:

- Déjalo Sol- y virándose para Gabriel y sin hacer caso de Saulo continuó.

- Para que sepas mi delicado señorito, el joven Duque fue mi prometido por cinco años y en el caso de Sol, él la sacó y arrastró fuera de la cama el primer día de curso, según tengo entendido, porque yo no estaba aquí.

Gabriel se quedó con la boca abierta y por primera vez en su vida se quedó callado procesando lo que Amarili le había acabado de decir, pero Saulo más curioso que celoso le preguntó a Amarili.

- Si se puede Amarili, dinos por qué lo dejaron, el noviazgo digo.

- Ah, yo no dejé nada, fue él, diciendo que no era justo que yo esperara por tres años, porque venía para esta escuela. Total, si ya había esperado cinco años.

- Entonces viniste a esta escuela por qué lo amas y quieres recuperarlo?

- No hombre no, nada de eso chiquito, yo fui la mujer más feliz del mundo cuando se rompió el compromiso, por primera vez mi padre me dejó elegir lo que haría con mi futuro.

En la mesa se hizo un silencio pesado, cada cual pensando en lo suyo. Amarili en lo feliz que era de estar aquí con sus amigos, Saulo también feliz porque Amarili no amaba a su ex y no vino aquí para reconquistarlo, Gabriel por el impacto de la información recibida y Sol porque confirmó que Amarili no era ni reencarnada ni transmigrada, esa no sabía nada.