Cuando el Odio Encuentra la Nostalgia

Arlen regresó a la sala de espera con su chaqueta colgada al hombro y una manga de su camisa enrollada hasta arriba del codo.

"Toma, bebe esto." Kalila le dio una botella de leche de soya a Arlen.

Arlen la aceptó de buena gana.

"Gracias, Nak Arlen." De nuevo Bunda lloró. "No sé qué sería de Kirei si..."

"Kirei estará bien. No te preocupes, Bunda." Respondió Arlen con un tono muy tranquilizador. El corazón de Kalila también se sintió tranquilo. Si no recordara lo frío que fue el invierno durante su matrimonio, Kalila seguramente se conmovería mucho con la actitud de Arlen en este momento.

"¡Lila!" Las voces de Miska y Rafa interrumpieron. Su presencia hizo que Kalila pudiera respirar aliviada.

Kalila se acercó directamente a Miska y Rafa, y Miska abrazó directamente a Kalila.

"¿Cómo está Kirei?" Preguntó Miska.

Mientras Miska y Kalila preguntaban y respondían, Rafa se acercó a Arlen que todavía bebía tranquilamente su leche de soya.

"¿Viniste?" preguntó Rafa con ambas cejas levantadas.

"Sí. ¿Por qué?"

Rafa se encogió de hombros. "Pensé que estabas ocupado." dijo Rafa con un ligero tono de sarcasmo al final de su frase.

"¿A qué te refieres?" Arlen preguntó de vuelta.

Pero Rafa solo levantó una comisura de sus labios, esbozando una sonrisa torcida. Luego se volvió para encontrarse con Bunda Seruni.

Parece que su relación con Miranda ya no es un secreto entre ellos, ni tampoco el matrimonio entre él y Kalila.

Sintiéndose ignorado ahora, Arlen eligió salir de esa sala de espera, eligió sentarse a respirar aire fresco en el banco del jardín del hospital.

Sus ojos miraron su brazo que tenía un pequeño algodón. Exhaló, sin entender su propia actitud. ¿Por qué debería importarle? ¿Por qué eligió dejar a Miranda y seguir a Kalila? ¿Por qué sintió preocupación al ver a Kalila exhausta?

Además de esas preguntas, había una pregunta que realmente perturbaba su cabeza.

¿Qué relación tiene su mamá con Kirei?

¿Qué quiso decir Bunda Seruni que llegó a mencionar el nombre de Erina?

En el momento en que su cabeza estaba llena de preguntas, un mensaje entrante hizo vibrar su teléfono. Una notificación de un número desconocido.

Inicialmente a Arlen no le importó, pero como ese número seguía enviándole mensajes, no tuvo más remedio que abrirlos.

Sus dos ojos se abrieron de golpe al ver lo que adjuntaba en ese mensaje corto.

"¿Qu-qué es esto?" Sus dedos se movieron continuamente para abrir los fotos adjuntos que recibió. Hasta llegar a un video repugnante.

¡Brak! Ese objeto plano se soltó de su agarre.

* * *

"¿Tú le dijiste a Arlen?" preguntó Kalila a Miska en voz baja. Manteniendo la distancia también de su bunda que todavía estaba siendo tranquilizada por Rafa.

"¡Claro que sí!" Miska respondió sin dudarlo. "Los volví a ver peleando en el estacionamiento del restaurante, y esa zorra te llamó robamaridos. ¡Qué se cree!"

Kalila solo resopló. "Pero, en realidad, yo sí le quité su puesto, ¿no?"

"Tú no le quitaste nada, La. ¡Recuerda! Tú fuiste elegida directamente por Tante Erina."

Pero Kalila todavía no se sintió aliviada con las palabras de Miska. Todavía sentía culpa hacia Arlen, también hacia Miranda.

"Pero también hay algo extraño," dijo Miska. "Cuando le dije que estabas en el hospital, la expresión de Arlen cambió a preocupado, incluso llegó a ordenar a Noe que llevara a Miranda a casa."

"¿Arlen preocupado?"

Miska asintió.

"Imposible. Ahora tiene suficientes razones para odiarme."

"Es porque él no sabe la razón verdadera."

Kalila suspiró pesadamente.

"¿Estás segura de que lo ocultarás hasta un año?"

Kalila asintió.

"Si yo fuera tú, lo revelaría todo, no querría ser culpada así."

"Yo...no quiero arruinar la relación de Arlen y Miranda. Con solo aceptar este matrimonio arreglado, ya me siento muy culpable hacia ellos."

"Pero esa 'Keranda' no es digna de Arlen, La."

"¿Keranda? No cambies el nombre de la gente a la ligera, Mis."

"Es que me molesta mucho con ella."

"Mientras ella no lastime a Arlen, creo que no tenemos derecho a juzgar nada, ¿verdad?"

Miska solo pudo exhalar con frustración.

La luz roja sobre la sala de operaciones se ha vuelto verde. Horas llenas de tensión, ansiedad y preocupación finalmente pudieron terminar después de que el médico declarara que la operación había terminado y había ido bien.

Kirei ya ha sido trasladada a la sala de recuperación, mientras que Bunda fue obligada por Kalila a descansar en la habitación de cuidados.

"Ustedes también pueden irse a casa, déjenme acompañar a Lila." Las palabras de Arlen, por supuesto, hicieron que Kalila, Rafa y Miska casi se atragantaran.

"¿No estoy escuchando mal?" Miska fue la primera en responder. "¿Ya contactaste a tu novia llena de escándalos? No vaya a ser que te llame robamaridos a Kalila de nuevo, o le arrancaré la boca."

"Miska." Kalila reprendió a Miska que a veces no tiene freno cuando se emociona.

"Mejor que te vayas tú, Ar." Rafa también respondió. "Es cierto lo que dice Miska, no vaya a ser que tu novia malinterprete a Kalila de nuevo."

"Pero..." Pero soy su esposo.

Ah, Arlen casi completa su frase, si no recordara que él fue quien le entregó a Kalila el contrato de matrimonio.

"Será mejor que descanses, Ar." Kalila esta vez también echó a Arlen. "Gracias por donar tu sangre para mi hermana, eso ya me hace estar muy endeudada contigo. Gracias. Y también lo siento porque por mi hermana, perdiste sangre. No puedo reemplazar la sangre que ya le diste a Kirei."

Ah, por qué le duele el corazón a Arlen al escuchar eso. Como si la donación que dio fuera una deuda que Kalila debe reemplazar. Como si, él lo hiciera no porque quisiera, sino porque tiene un motivo oculto. ¿Es así ahora su imagen a los ojos de Kalila?

Pero, ¿no debería importarle más cómo es su imagen a los ojos de Kalila? Solo que, por qué no acepta que Kalila lo odie. Lo que es más extraño, no acepta que quien acompañe a Kalila no sea él.

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Continuará