La Villana Y El Príncipe

Los carruajes fueron preparados para salir, Sasha también había decidido irse con Alya, después de todo en ese palacio no hay nada que le importe. Cuando todo estuvo listo, el grupo inició su retirada del palacio, Sasha solo miro atrás, ese palacio fue su hogar por mucho tiempo, aunque nunca lo sintió como uno debido a todo lo que pasó, incluso ese intento de asesinato cuando era un niño, recuerda que cuando volvió le hizo saber a su padre que todo fue organizado por la emperatriz pero su padre se nego a creerlo y le dijo que si quiere sobrevivir debe ser fuerte y estar del lado ganador.

Y vaya que ese fue el único consejo sabio que le dio aquel hombre, gracias a eso, sabe de que lado debe estar.

- ¿extrañará su hogar?

Alya estaba asomada en la ventana del carruaje.

- para nada, creci ahí, pero no era mi hogar.

- me alegra escuchar eso, porque si ellos se los buscan, serán eliminados.

- no me importa que pase con ellos, solo me preocupa la gente inocente.

- ellos estarán bien, yo solo aplastó a mis enemigos.

- comprendo...

La noche estaba llegando así que se detienen para montar un campamento, por supuesto Alya había notado que desde hace rato les estaban siguiendo, seguramente el emperador quería vengarse por las ofensas que recibió ese mismo día. Sasha estaba alerta ya que también había notado que les seguían fue a sentarse con Alya para hacerle saber.

- creo que esta noche me divertire.

Alya sonríe ladina, aunque será fácil acabar con esos hombres, mejor lo hace todo divertido.

- tenga cuidado, esos hombres pueden ser peligrosos.

- ¿peligrosos? Esta enana es más peligrosa. Tú la ves con ese rostro angélical, pero es un demonio.

- cuida lo que dices o te descuento tu paga.

Patrick se encoge de hombros mientras que Sasha solo ríe levemente, sabe bien que la chica no es un dulce angelito pero no descarta que pueda correr peligro. Después de cenar todos se fueron a dormir, no había quedado nadie vigilando, algo que Dmitri que sus hombres agradecen, vaya confiados que eran; la noche era pura penumbra debido a que la luna se había ocultado tras una nube, cuando los hombres se estaban preparando para atacar, se escucha la risa de una mujer y ven una sombra pasar entre los árboles, todos se ponen alerta, la risa se hace más cercana y la fogata se apaga, así que encienden unas antorchas, notando la sombra ocultarse entre los árboles nuevamente, solo ven sus ojos rojos brillar, la nube que ocultaba la luna se ha movido y lo primero que ilumina es a uno de los hombres que estaba clavado en el árbol con varias dagas y sin cabeza, ante ello todos se asombran, mirando por todos lados y cubriendo al Dmitri. La risa se escucha nuevamente y algo cae desde arriba, cuando se apartan e impacta al suelo pueden ver que es la cabeza del hombre que estaba en árbol, sus ojos estaban abiertos y tenía sangre por todo el rostro.

- ¿que carajos pasa?

Menciona uno de ellos y escuchan unos pasos dirigirse hacía ellos, notando que quien se acerca es un pequeña niña albina, Dmitri se extraña pero puede ver que es idéntica a Alya.

- ¿están perdidos señores?

- ¿que demonios hace una niña aquí? ¿Quien eres?

La pequeña ladea la cabeza confundida por su pregunta.

- yo soy...tu compañero.

La sonrisa de la niña se vuelve maliciosa y de un momento a otro se transforma en aquel hombre que había perdido su cabeza y pueden ver como de sus ojos brota sangre, separando con sus manos la cabeza de su cuerpo, para lanzarla contra el príncipe, este la atrapa pero la suelta de inmediato mientras grita aterrizado, cuando se dan cuenta no había nada pero la risa siniestra seguía haciendo eco en el bosque.

- sorpresa!

Sin que se percataran, Alya había corrido hacía ellos atacando con una espada, los hombres tratan de defenderse pero ella es más hábil, Dmitri estaba pasmado ante lo que veía, era imposible que una mujer fuese mucho más fuerte que sus soldados, quizás solo sea una ilusión como antes, pero pronto vio a sus hombres en el piso, quejándose de dolor sin poder moverse y otros ya muertos.

- debo agradecer al emperador que envío por si mismo a su hijo a su muerte.

Alya comienza a reír, Dmitri levanta su espada y se apresura a atacar pero Alya le derriba haciendo un corte en su pierna, este queda de rodillas ante ella. Así que Alya le sostiene de la barbilla.

- te voy a mostrar que aunque te casaras conmigo, no habrías llegado a nada.

Alya se inclina besando a Dmitri, un beso duradero, que asombra a Dmitri.

- esto es un verdadero beso de la muerte.

Alya se aparta y Dmitri trata de ponerse de pié pero se siente mareado y comienza a ser difícil para él respirar.

- ¿qu-que hiciste?

- mi saliva es puro veneno. Si fueras un verdadero lobo celestial tu cuerpo no sería afectado, pero no lo eres.

Dmitri cae al suelo agonizando y mientras su vista comienza a nublarse, lo último que va observando es la sonrisa de Alya.

Sasha se acerca después de que Dmitri ha dejado de moverse, fue impresionante ver a la chica acabar con todos esos hombres, aunque le sujeta la cintura y le da un efusivo beso, saboreando sus labios y entrelazando sus lenguas, estaba molesto al ver como beso a Dmitri.

- dejen eso para cuando estén en un hotel.

Patrick se acerca moviendo con el pié el cuerpo del príncipe rubio, mientras que Sasha se ha apartado algo avergonzado porque les han visto.

- Patrick ya sabes que hacer.

- por supuesto, no hay que dejar que el emperador extrañe a su hijo amado.

Patrick ordena a sus caballeros que traigan algunas mantas que no sirvan, pues deben envolver el regalo para que sea sorpresa.