Siempre contamos la típica historia de una sirviente que se enamoró del hombre rico y la hermosa bruja malvada intensa separarlos que pasa si contamos las historia de la bruja, por ejemplo Ximena pasó de ser una cenicienta o blanca nieves a ser la bruja o la madrastra juzgada por todos a su alrededor sin saber sus miedos, traumas o fobias.
Darío es el diablo en persona el rey del inframundo (mundo de drogas, armas prostitución, etc) frío, tirano, arrogante amargado por ver que el amor de su vida su luz de esperanza esta perdidamente enamorada de un simple bufon.
Aunque Ximena lo ha olvidado estuvo una vez en su corazón por circunstancias de egoísmo ella lo olvidó.
Podrá el rey del inframundo sacar a Ximena de ese pozo de traumas. hacerle recordar quien era el verdadero amor de su vida.
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capítulo quince - dulce comida, recuerdo de niñez, alto coeficiente
capítulo quince - dulce comida, recuerdo de niñez, alto coeficiente
"UNA COMIDA BIEN PREPARADA TIENE SABORES DELICADOS QUE HAY QUE RETENER EN LA BOCA PARA APRECIARLOS"
Dicen que la comida trae recuerdos dulces y agrios. Roberto llegó a su casa. Y el aroma tan delicioso llegó a sus fosas nasales.
—Abuelo, bienvenido —Ximena, lo recibió alegre con una sonrisa mientras acomodaba la mesa.
—¿Bienes en busca de mi perdón? —Roberto bromeó con ella-, pequeña traviesa.
Ximena conocía los gustos de su abuelo. Preparo especialmente los platos que su difunta abuela adoraba junto a Roberto.
—¿Qué pésimo concepto tienes de mi abuelo? -rieron juntos.
La verdad era que varios familiares, se habían tomado el atrevimiento de mandar a chefs famosos a cocinar para Roberto, intentando recibir favores.
Debemos buscar a alguien con quien comer y beber antes de buscar algo que comer y beber, pues comer solo es llevar la vida de un león o un lobo.
Sus queridos padres nunca tuvieron tiempo de compartir una mesa con Ximena, por lo cual Ximena no tiene ni un recuerdo de su niñez desayunando, almorzando o cenando con ellos.
- Cuando piensas lo peor, la caída duele menos. - Habló Roberto, sentándose en la cabecera de la mesa.
—Abuelo, la caída no dolerá, despreocúpate —. Ximena puso los últimos vasos y se sentó junto a él. - son tus platillos favoritos. La verdura es muy fresca recién salida del campo.
Ximena le contó a Roberto alegremente, mientras colocaba carne, arroz, zanahoria, vainita, maíz y pepino en su plato.
Si Ximena sería una extraña, ya le habría apartado, odiaba que la gente le sirviera la comida como si él fuera un niño. ¿Aún no era un viejo decrépito?
Pero él nunca ofendería a su preciosa brujita.
Tanto para Roberto y Ximena la comida fue agradable. Olvidando los dos su pasado cuando la hora de la comida sabía agria.
Los sirvientes que se mantenían en silencio estaban sorprendidos. Roberto, un hombre frío, ¿ahora sonreía?
Roberto tenía prohibido recibir a algún familiar; su respuesta era la misma. Ellos solo llevan mi sangre, no son bienvenidos a mi mansión.
Desde que Ximena tiene razón, recuerda siempre estar atrás de Roberto aún y cuando Roberto la empujara, ella seguía a su atrás.
Sus demás nietos le tenían miedo, solo con ver su rostro, los niños empezaban a llorar.
Ximena reflejaba sus sentimientos en su rostro. Un día Roberto intentó asustarla, se escondió tras una puerta y cuando Ximena lo vio, en vez de gritar, Ximena solo sonrió y dijo.
- Atrapado.
Desde ese día, Roberto intentó ignorarla. La pequeña Ximena jamás se rindió. A roberto no No solo le podría inprecionar en tener un rostro angelical.
A sus cortos 5 años su CI resultó ser de 190.
Roberto vio a su sucesora. La niña que se convirtió en la más grande estrella de su familia.
Solo a sus 20 años sus demás nietos paraban de fiesta en fiesta. Mientras Ximena se anochecía en papeleos, tomando el mando de la corporación García. Él nunca supo lo que Ximena perdió en esas noches oscuras.