Susana caminaba esa mañana en la playa en la cual apenas apuntaba el alba, pero una silueta tirada le llamo la atención, al parecer era una mujer con largos cabellos negros, pero al acercarse, se dio cuenta que era una sirena con diversas heridas en el cuerpo, que apenas lograba respirar.
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El licántropo
-¿Que sucede?
Ya amaneció y no han empezado la búsqueda, es tiempo perdido. ¡Mi hijo está allá arriba en la montaña! - decía Lars molestó con los rescatistas.
Sin embargo los rescatistas solamente se le quedaban mirando, sin dar contestación a sus palabras.
-Se han negado a subir...
Aparte de que hay una densa niebla,que apareció de la nada, se han visto muchos animales salvajes - contestó Río a Lars.
De repente un hombre que estaba apoyado a en un árbol, fumando un cigarro dijo en voz alta para que lo escuchara Lars.
-No van a subir, Artemisa
ha cerrado el bosque, y ha apostado en cada lugar osos y lobos para impedir el paso, de seguro algo valioso encontró allá arriba, pero si quiere aventurarse, yo lo puedo llevar.- dijo aquel hombre que aparentemente no superaba los veinticuatro años.
Lars camino directamente hacia este y le miró fijamente.
-¿No eres humano, verdad?- dijo Lars viendolo de frente.
El hombre río haciendo una mueca,
su sonrisa mostraba unos colmillos.
-Tú tampoco lo eres, en si estás muy lejos del océano...- dijo aquel hombre.
-¿Que es lo que quieres, para llevarme hasta allá? ¿Y como puedo estar seguro que me puedes llevar hasta donde fue el accidente? - dijo Lars
-Soy un licántropo...
Mi nombre es Vuk.
Pertenecía a la manada de Artemisa, pero prefiero vivir mi vida y mi estilo. Así que conozco muy bien ese bosque y sus alrededores.
Y en cuanto lo que quiero es una gran suma de dinero, para no trabajar por mucho tiempo en esta sociedad- dijo el licántropo a Lars.
-En eso no hay problema, para mí.- dijo Lars.
Vuk se acercó a Lars, y olfateandole descaradamente le dijo: "Ese aroma apestoso solo atraera a los osos"
-Mide tus palabras, no sabes con quien hablas- dijo Lucio.
-¿Entonces que sugieres que hagamos Vuk?- dijo Lars.
-Toma esta esencia de pino, lo adquiero en los supermercados, suelo usarlo para que no sepan que estoy aquí.- dijo el licántropo entregándole el aceite de pino.
Lars se quedó mirando la botella, entonces lo abrió y se empezó a usarlo.
Después le dijo al general Lucio que lo utilizara también.
Así que los tres ingresaron en el bosque, exactamente no se podía ver , la neblina era densa, pero el licántropo los llevaba, por caminos donde no hubiera osos y lobos, sin embargo de repente se topapa algunos y entonces Vuk los llevaba sigilosamente hacia otro parte,para que el olor no los percibieran aquel
Así poco a poco siguieron subiendo, logrando cruzar la neblina.
Pero al llegar a la zona montañosa donde había caído la avioneta, solo encontró los cuerpos de los pilotos, pero sin encontrar rastros de Susana y Darío dentro de la avioneta.
-- Hay pisadas aquí y allá, de seguro salieron...
Si, alguien llegó y se los llevó al bosque.
Hummm , hay un detalle este aroma es de Artemisa. Ella los tiene.- dijo el licántropo Vuk.
- Artemisa..
¿Y quién es ella?- preguntó Lars observando dentro de la avioneta.
-Es una diosa...
Me extraña que no la conozca,
es la guardiana del bosque...- y Vuk no pudo seguir diciendo por qué lo interrumpió Lars.
-No sé mucho del mundo terrestre, en el mar solo reconocernos a Poseidón.- dijo Lars fríamente.
-Pero eso ustedes mismos lo deben saber, Artemisa es familiar de Poseidón- contesto Vuk.
-Estás diciendo... ¿Que Poseidón puede tener conexión con todo esto?- dijo Lars
-Dije que Artemisa es familiar de Poseidón, pero no sé si este último tenga algo que ver.- dijo Vuk inquieto, el silencio del bosque le molestaba.
-¿Y dónde está Artemisa?- preguntó Lars a Vuk.
-En cierta parte del bosque, pero no voy a ir allá , el acuerdo era traerlo hasta el accidente así que pague lo convenido y me largo de aquí.- dijo Vuk, este se notaba inquieto, el graznido y el aleteo de un cuervo lo había puesto nervioso.
Lars miró a Lucio, y este extendió un cheque para que el licántropo lo cambiara en el banco.
Sin embargo Lars se le acercó y le dijo a Vuk:
"Solamente dime en qué dirección está Artemisa."
Vuk algo nervioso al ver al cuervo que se había posado en un pino cercano, jalo a Lars lejos de la mirada del cuervo dentro de la avioneta.
-Artemisa no está sola, el cuervo de afuera es de Apolo, así que de seguro sabrán que ustedes están aquí, muy pronto.- dijo Vuk- Ahora te diré donde está la cabaña de Artemisa. -
Vuk rápidamente saco un papel y dibujo rusticamente un mapa, dando solo los datos necesarios: "Que se encontraba cerca de un lago, y si caminaban derecho, encontrarían un sendero en lo cual no debían ingresar, que en su lugar pasarán por donde había hiedra venenosa, detrás de eso encontrarían el camino correcto."
Realmente parecía fácil de llegar, pensó Lars.
Sin embargo cuando Vuk, los dejo.
Lars miró al cuervo que los vigilaba, así que se acercó a esté.
-Dile a Artemisa que venga, o yo iré por ella - dijo Lars sin preocuparse de que está fuera una diosa.
El cuervo lo observó, y brincoteo un poco más, y entonces lanzo un graznido.
Alzó sus alas y voló hacia el bosque, Lars sonrió, el cuervo le estaba mostrando donde quedaba la dirección ⬆️ de Artemisa mejor que el mismo Vuk.
Lars quizó seguir el vuelo de este, pero el espeso bosque impedia ver claramente hacia donde iba el cuervo.
Lucio seguía como siempre a Lars, estaba acostumbrado a seguir sus movimientos, aún que no estaban en su habitad natural, sabía muy bien que Lars no se daría por vencido.
...****************...
El cuervo llegó a la cabaña, Lars lo había perdido de vista.
El cuervo picoteaba la ventana 🪟.
Apolo escucho el sonido.
Vio la ventana y allí estaba su mensajero.
--¿Eso es un cuervo?- pregunto Darío, que también había escuchado el repiqueteo del cuervo en el vidrio.
-Si, verdad que es hermoso, dicen que los Cuervos son muy inteligentes - dijo Artemisa, viendo a su hermano Apolo.
-Vaya... Un cuervo, es la primera vez que veo uno de verdad.- dijo Susana que también había escuchado.
-Creo que debo llevarle algo de comer para que deje de picotear la ventana, pero no salgan recuerden que hay lobos afuera, a mí ya me conocen...- dijo Apolo mirando a su hermana.
-¿No quieres que te acompañe? Por qué mis mascotas son muy celosos.- dijo sonriendo sarcásticamente Artemisa a su hermano Apolo.
-Creo que es lo mejor, acompañame.- dijo Apolo.
Así que ambos salieron de la cabaña.
Susana y Darío, estaban mientras viendo por la ventana al cuervo.