Logan

Salimos a almorzar en uno de los restaurantes más codiciados de Inglaterra y muy famoso, el DevineRestaurantCoffee Bar.

Todo estaba perfecto, animado, yo aprensivo con la carrera que Henrique me impuso, pero según él mismo me dijo tengo que bailar conforme a la música.

Ingrid me hizo varias fotos en varios escenarios y posiciones diferentes, cambios de ropa hice varios y me pregunto cuál habrá sido el resultado de tantas fotos tomadas de mi persona.

—Logan, tienes gran potencial para modelo.

Cada vez que Henrique dice eso siento que mi cuerpo se congela, y me da un cierto malestar, pues el mundo de la mafia no es ninguna novedad para mí, pero el mundo del modelaje ese sí es novedad.

—Logan, vamos a hacer un brindis por tu éxito como modelo.

Henrique llena dos copas de vino y me entrega una.

—Por tu éxito, Logan, y por nosotros.

Acercamos nuestras copas a la boca y bebemos un sorbo de nuestro vino cruzando las copas, o sea, yo bebí de la copa de Henrique y él bebió de la mía.

Hasta que escucho una voz que hizo temblar todo mi cuerpo y mi presión bajó.

—¡Vaya, vaya, vaya... mira quién está aquí, mi hijo marica y su protector, la loca mayor!

Henrique percibe mi incomodidad e invita al hombre que se dice mi padre a sentarse con nosotros.

—Olivier Roy, qué sorpresa encontrarte aquí en el DevineRestaurantCoffee Bar.

—Vine a tratar negocios, al fin y al cabo, así como tú, yo también poseo mis negocios oscuros.

—¿Conseguiste hacer hombre a mi hijo?

Cuando mi padre pregunta eso, recuerdo todo lo que pasé, mi fuga por el bosque, el parar para descansar y mi padre capturándome.

Mi padre no actuó como un padre de verdad e hizo todo lo que no debía ser hecho a un hijo.

—Olivier, lo que yo hago o dejo de hacer con tu hijo no te incumbe, al fin y al cabo yo lo compré y pagué bien por él, pero si te interesa tanto voy a decir que sí, yo lo hice mi hombre, le quité su virginidad y tuvimos un polvo salvaje como dos animales en celo, ¿estás satisfecho con mi respuesta?

Mi padre palidece, y me mira con odio, sí, odio, nunca vi a mi padre con tanto odio estampado en la mirada.

—No me recrimines, Olivier, ¿no era eso lo que querías? Ahora él es mi hombre, pero eso no debe interesarte, al fin y al cabo, tú dijiste que si él vuelve a Francia será muerto.

—Y mantengo mi palabra, tú sostén a esa mujercita que te follaste y la hiciste tuya, si él aparece en Francia o en cualquier ciudad, o estado del país, él muere, estás avisado, Henrique.

Henrique pide permiso y dice que va al baño.

—Espero que ustedes dos se comporten, no quiero tener que cargar con los prejuicios de mesas y sillas rotas.

Él sale y quedamos solamente mi padre y yo en la mesa.

Mi padre me mira y sonríe de lado.

—Nunca pensé que fueras a caer tan bajo, Logan.

—¿Cómo así, papá?, tú me vendiste a Henrique, un hombre experimentado mayor que yo, ¿qué esperabas que fuera a suceder?

Mi padre se acerca a mí y susurra las palabras que me dolieron y rasgaron mi alma.

—Yo quería que él abusara de ti, para que sintieras que ese es un lado que no debe ser tocado, yo quería ver el dolor estampado en tu rostro, yo quería que él te rasgara los pliegues internos, abusando de ti día tras día, así tú volverías a casa pidiéndome clemencia, y yo como tu padre te haría hombre.

Quedé en shock y sin palabras, ¿cómo un padre puede desear que suceda tanto mal a su hijo?, las palabras de mi padre apuñalaron mi corazón.

Intento mantener la indiferencia en mi rostro y miro a él, Olivier Roy, intentando demostrar desprecio.

—Hoy me miras con desprecio, pero mañana pedirás clemencia a mí, cuando él se canse de ti y te deje morir en un tiroteo, o incluso te cambie por un chico más joven dentro de algunos años.

¿Cómo así me dejará morir en un tiroteo? ¿Qué sabe mi padre de Henrique que yo no sé? No, mi padre está intentando manipularme con información falsa, no voy a entrar en conflicto con el hombre que me salvó.

—Olivier Roy, tú dejaste de ser mi padre hoy, un padre de verdad y comprensivo no ofende al hijo y mucho menos lo vende a otra persona.

Él me mira con más odio aún y susurra en mi oído.

—Puedes afirmar lo que quieras, pero no dejarás de ser la sangre de mi sangre.

Él iba a aferrarse a mi cuello, solo no lo hace, porque Henrique regresa a la mesa.

—Espero que se hayan comportado y no se hayan ofendido.

—No, Henrique, Logan sabe respetar al hombre que contribuyó a generarlo, bien, tengo que ir a la mesa que me fue reservada, tengo que tratar mis negocios, vuelvo a Francia aún hoy, suerte en tus negocios, Henrique.

Mi padre se aleja y camina hasta la tal mesa.

Henrique y yo terminamos nuestro vino, él deja el dinero de la cuenta y nos vamos.

—Noté que estás tenso, Logan, ¿qué sucedió entre tú y tu padre?

—Nada de más, él me ofendió como siempre, a partir de hoy él dejó de ser mi padre.

Henrique me mira y ajusta el cuello de mi camisa.

—Logan, tienes que tener cuidado, tu padre puede atentar contra tu vida, él se siente ofendido con lo que hicimos y puede querer lavar su honra con sangre, tu sangre.

—Él no tiene ese derecho, Henrique, tú no comprendes, él me vendió.

—Logan, aún tienes mucho por vivir, él es mafioso y homofóbico, él no aceptará nuestra relación tan fácilmente.

Recuerdo lo que mi padre dijo:

"Mañana pedirás clemencia a mí, cuando él se canse de ti y te deje morir en un tiroteo, o incluso te cambie por un chico más joven dentro de algunos años".

¿Qué será que él quiso decir?