Somos Tú Y Yo

Jimena había dormido toda la noche, al despertar vio a Gerardo dormido en el sofá.

- ¿qué hago aquí?. Se preguntó

Jimena recordó el empujón que Gerardo le había dado

- Gerardo, Gerardo. llamo repetidamente

Gerardo no había dormido en toda la noche.

Se puso a pensar en los problemas de sus padres, en el bebé y en Daniela, no lograba conciliar el sueño, él no pensó que todo sucedería de esa manera.

Cuando por fin quedó dormido, escucho que Jimena lo llamaba y se levantó

- hola Jime, ¿Cómo te sientes?. Pregunto Gerardo

- tengo un poco de dolor, ¿qué me ha pasado?. Pregunto Jimena

- tuviste principio de aborto, ¿por qué no me dijiste que estabas embarazada?

- embarazada, ¿yo?, ¿me estás jugando una broma verdad?

- ¿no sabías que estás embarazada? Pregunto Gerardo extrañado

- no y no estoy lista para ser madre, ¿qué ha dicho el médico?, ¿perdí al bebé verdad?.

- no, no lo has perdido.

- ¿cuánto tiempo tengo?, llama al médico, necesito que me haga un aborto.

Gerardo se enojó muchísimo y se acercó a ella

- ni pienses en cometer tal crimen, si lo haces no volverás a verme por el resto de tu vida.

- pero Gerardo, ¿qué dirá mi madre cuando regrese?, ahora mismo no estamos en posición de ser padres, recuerda que no estamos seguros si la mosquita muerta de Daniela y su familia nos demandaran.

- no te preocupes por eso, trataré de solucionarlo y si no es así, me echaré la culpa de todo.

Rafa empezó a llamar a Daniela para ir a la playa, Daniela aún seguía durmiendo, pero de tanta insistencia tomo la llamada.

📱 oye bella durmiente, ¿estás lista?, las chicas y yo te estamos esperando

📱 ya casi, no se vayan sin mí.

Daniela se levantó rápido de la cama y empezó a buscar que ponerse.

📱 mueve tu redondo trasero, la playa estará llena de hermosos Ken

📱ya casi termino

📱mmm, no te creo

📱Creo que demoraré un poquito Rafi, mejor adelántate y te veo allá.

📱 está bien, pero no demores.

Daniela cerró la llamada y fue a asearse, se colocó su vestido de baño y un traje de flores, desde la escalera empezó a llamar a la sirvienta.

- Tata, Tata

- dígame señorita, ¿qué necesita?

- prepara algo para llevar a la playa, que sea rápido

Rolando estaba por irse a casa cuando escucho la voz de Daniela

- al parecer su hija ya se ha levantado, ¿puedo saludarla?

- por supuesto. Respondió Juan

Rolando subió, pero no sabía cuál era la habitación de Daniela, fue abriendo puerta por puerta, hasta que encontró la indicada.

- hola, preciosa. Dijo Rolando tomándola por la cintura

Daniela estaba de espalda, cuando sintió las manos de él

- Rolando, ¿qué haces aquí?.

Rolando le beso el cuello y le respondió

- te estoy visitando, moría por verte.

Daniela se dio la vuelta

- ¿mis padres saben que estás aquí?

- claro que lo saben, es más, les he pedido permiso para pretenderte.

- ¿qué hiciste que?, ¿no crees que primero tenías que hablar conmigo?

Daniela se enojó

- tengo veintitrés años, no soy una niña

- pues pareciera, ¿desde cuándo una mujer adulta vive con sus padres?, y además de eso, te levantas tan tarde, ¿no tienes nada que hacer?

- ese no es tu problema, está es mi casa

- estás equivocada, está es la casa de tus padres

Ambos estaban enojados

- no perderé el tiempo contigo. Dijo Daniela

Juan y su esposa, habían escuchado detrás de la puerta la discusión de Daniela y de Rolando, Juan le dijo a su esposa

- amor, creo que él es el indicado. Dijo Mirta esposa de Juan

- ya veo, están hechos el uno para el otro. Dijo Juan riendo

Ellos sabían que habían consentido mucho a su hija y si las cosas seguían así, Daniela nunca iba a poder casarse, ella necesitaba un hombre que pudiera decirle que no.

- sal de mi habitación, no quiero verte. Dijo Daniela

- bien, me iré. Respondió Rolando abriendo la puerta

Los padres de Daniela quedaron al descubierto

- papá, mamá, ¿por qué le dieron permiso de venir a mi habitación?

- hija, no seas grosera. Respondió Juan

- dile que se vaya papá. Pidió Daniela

- nada de eso, es más, si quieres salir tendrás que llevarlo contigo. Ordenl Mirta

- pero mamá.

- está dicho, mientras vivas en nuestra casa harás lo que te diga.

- papi, di algo

- tu mamá es quien manda, no puedo contradecirla princesa

- bien

Rolando reía y Daniela lo miraba molesta

- hijo, si te causa algunas molestias no dudes en llamarnos, este es nuestro número

Mirta le dio el número de la casa y se retiró con su esposo, Daniela llamo a Tata para preguntarle si todo estaba listo.

- si señorita.

- perfecto.

- ¿a dónde iremos?. Pregunto Rolando

Daniela recordó que Rafa iría con sus amigas y se le ocurrió una idea

- ¿no es obvio?

Rolando la reparó de arriba abajo y le mostró una sonrisa.

- me gusta la playa, vamos pues

Los sirvientes llevaron los bocadillos al auto de Daniela.

- ¿puedo dejar mi auto aquí?. Le preguntó Rolando a Daniela.

- ¿por qué mejor no te vas en tu auto y yo en el mío?

- está bien, pero quisiera que me hicieras un favor

- que sea rápido, que me están esperando.

- ¿quién te espera?

- unas amigas.

- pasemos a mi casa, necesito llevar algunas cosas.

Rolando fue en su auto y Daniela en el de ella, recogieron algunas cosas de él y se dirigieron a la playa.

Rolando dejo su auto para que Daniela lo llevará, cuando ella lo vio lo reparo de arriba abajo.

Él llevaba puesto un short de camuflaje, una camiseta azul manga corta, unas sandalias puma y unos anteojos.

- creo que vas en busca de chicas. Dijo Daniela

- ¿por qué lo dices?, ¿estoy guapo verdad?

Daniela le sonrió

- Si, muy guapo.

Al llegar a la playa, el sol estaba en su punto, Rafa apenas vio el auto de Daniela, se dirigió hacia ella.

- te dije que no demoraras, las chicas se cansaron de esperarte y se metieron al agua. Dijo Rafa