Una Gordita Perfecta.

A la mañana siguiente Aless abrió los ojos, le dolía tanto la cabeza que sentía que le explotaría. En ese momento cayó en cuenta que estaba en su habitación. Cómo había llegado ahí?. Lo último que recordaba era haber estado en el antro con Glen. Acaso Carlo lo sabía?. El teléfono sonó y ella maldijo que tuviera sonido, contesto cómo pudo y se sobresalto.

Dante: Mi cielo, cómo estás?.

Aless se sentó como pudo y afinó un poco su voz.

Aless: Papi, súper bien, solo un pequeño problema.

Dante: Ha pasado algo cielo?.

Aless: Por que No me avisaste que me quedarías a cargo de tu hijo?.

Dante: Cielo, se me olvidó por completo.

Aless sabía que eso era una gran mentira, su papá era la persona con mejor memoria que conocía.

Aless: Que casualidad papi.

Dante: Hija, solo es un tiempo.

Aless: Discúlpame que lo diga, pero no lo quiero aquí.

Dante: Por favor cielo, tengo que colgar, pero obedece a Carlo. Te amo amor.

Aless no logro responderle a su padre y el colgó. ella se puso de pie y camino hacia el baño, se dió una larga ducha y salió para ponerse ropa apropiada.

Mientras tanto Carlo se despertó muy temprano, se metió a la ducha y bajo a desayunar, lo que más extrañaba de su casa era su gimnasio, así que lo mejor sería instalar uno en casa de su padre. El término de desayunar y se sentó en el gran sillón para trabajar un poco, abrió la laptop y perdió su mirada en ella.

Aless salió de su cuarto y bajo por las escaleras, ahí pudo ver a Carlo trabajando en la laptop mientras hablaba por teléfono.

Carlo: Si cielo, vente pronto, por su puesto que te resivire gustoso.

Aless estaba molesta, como se atrevía a invitar a sus novias a la casa de su padre?.

Ella tomo las llaves de su auto y abrió la puerta principal para salir, pero Carlo Se dió cuenta y la paro.

Carlo: De acuerdo linda, te llamo después.

Carlo: A donde crees que vas?.

Aless: A casa de Glen.

Carlo: Será más tarde, tengo que hablar contigo.

Aless: Ahora me prohibiras ir a ver a mi amiga, papá jamás hacia eso.

Carlo: Por favor Aless.

Ella alzó las manos en señal de rendición, camino hacia el sofá y se sentó.

Aless: Dime.

Carlo: Estubo demasiado mal lo de anoche.

Aless: A que te refieres?.

Carlo: Por favor Aless, se perfectamente lo que pasó, yo te subí hasta tu habitación.

Entonces si el lo sabía Aless ya no tendría que fingir más, pero ahora solo había un problema más, el se lo diría a su padre?.

Aless: Será mejor que no me ocasiones problemas con papá.

Carlo: Si te refieres a que yo no le diga, no te preocupes, no lo haré.

Aless: Es lo mejor, y tal vez sería bueno que tomes tus cosas y vallas de vuelta a casa.

Carlo, estaba arto, quería llegar a un acuerdo con Aless para llevar las cosas bien, por la paz de ambos.

Carlo: No lo haré, quiero pedirte que me permitas seguir aquí, mira Aless, si no quieres que me entrometa no lo haré, puedes hacer lo que quieras, yo no te prohibire nada, solo quiero que vivamos en la misma casa, si no quieres hablar conmigo no lo hagas, solo hagamos como que no estamos juntos.

Ha Aless le parecía una exelente idea, tal vez así sería como estar sola, pero otra duda la hacia no estar en paz. Quien era la mujer a la que le hablaba tan bonito Carlo??.

Ella decidió no preguntar y solo responderle a Carlo.

Alessandra: De acuerdo, ahora seremos tan desconocidos como antes de conocernos.

Ella tomo las llaves de su auto y se dirigió a la entrada principal, Carlo la vio salir e irse en su auto, pero para los dos abrían grandes problemas, aún no se daban cuenta que ya no podrían vivir uno sin el otro.