Alexander Williams, es obligado a casarse con Valentina, la chica Curvy, para así el obtener el puesto de jefe en las constructora familiar.
Valentina no sabía quién era su prometido hasta el día de la boda, para ella fue el hombre más guapo, varonil, que ha visto en su vida, y fue amor a primera vista.
Para Alexander, fue lo peor del mundo, la miro con desprecio, incluso la tocó solamente en su noche de bodas, y eso porque estaba ebrio.
Valentina descubre la infidelidad de su esposo, y eso le causo un profundo dolor porque apesar de su indiferencia ella lo ama. Sabe que su esposo le pedirá el divorcio y aunque su corazón roto, está preparada para poner las cartas sobre la mesa, porque Alexander no se puede divorciar, al menos que ella lo quiera, fue algo estipulado en el contrato que el cabecilla les hizo firmar.
Valentina, le impone reglas a Alexander para así firmarle el divorcio ¿qué reglas serán?
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Bonita hora de llegar señora Williams
—¡Tonterías! Te vienes conmigo en este momento Alexander, mis padres son muy estrictos y no voy a permitir que me hagas quedar mal— lo agarra de la mano Lore y lo arrastra hacia la entrada
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—¿Cómo te sientes?— pregunto Felipe, sirviendo el poco vino que queda en la botella, en la copa de vino de Valentina
—como nueva, me encanta lo sincero que eres Felipe— Valentina observa como este deja la botella de vino en el centro de mesa
—me alegra escuchar eso, y que hayas aceptado mi propuesta
—¿Cómo no hacerlo? Puedes contar siempre pero siempre conmigo, así Alexander se oponga
—se que vas a cumplir con tu palabra Valentina, creo que las copas de vino ya se me subieron a la cabeza, porque me siento como caliente
—¿Tienes fiebre?— lo mira ella extraño, y también ya le asentó el vino
—no, fiebre no— sonríe el perverso —tengo ganas de coger
—¡Felipe!— hace un gesto de desagrado Valentina
—dijiste que te gusta mi sinceridad, llamaré a alguien para que me haga compañía, si deseas, te puedes quedar, está es tu casa
—no, no, lo mejor es que me marche, gracias por tanto,
—eso huye cobarde— se coloca de pie Felipe, extienden su mano, y Valentina la recibe como apoyo para colocarse de pie
—no quiero escuchar gemidos y que comas delante del pobre, lo mejor es que me marche, aunque se que ni tan siquiera le hago falta a mi esposo
—todo va a mejorar, ya verás
—Dios te oiga Felipe, te veo mañana en la empresa, nuevamente gracias por todo— lo abraza ella tomándolo por sorpresa
—descuida, cuida de ti Valentina— la abraza fuertemente
—¡Ya llegó el taxi!— exclama Valentina, separándose de él
—¿En qué momento lo llamaste?— la mira extraño Felipe
—la tecnología de hoy en día, me voy, linda noche y coge mucho
Felipe se ríe a carcajadas.
—estas aprendiendo mucho
—del mejor, ahora me voy, linda noche
—igual para ti hermosa
Valentina sale de la casa, y luego se sube al auto para marcharse a la mansión, aquella fría y desolada mansión.
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—¿Qué aspiraciones tiene usted con nuestra hija?— pregunta la madre de Lore
Alexander hace silencio y observa su celular, Lore arquea una ceja, así que golpea a Alexander debajo de la mesa.
—Disculpe señora... Tengo muchos inconvenientes en mi trabajo, y me siento cansado
—eso yo lo comprendo hijo, también soy empresario pero mi esposa no entiende que uno como hombre necesita descansar
—¡El esposo, siempre debe estar para su esposa! Así que vamos aclarar este asunto, porque mi niña Lore debe tener un buen esposo, que le brinde a ella todo lo que necesita
—lo comprendo señora, no tome a mal mis palabras— se disculpa Alexander, pero no puede estar concentrado
—¿Cuando será la boda?— la señora Ballester, fija su mirada en Alexander
—tenemos planeado casarnos en tres meses madre
—perfecto, pero quiero saber que aspiraciones tiene el señor Williams contigo hija, porque pretendientes te sobran por montón, y tú necesitas un buen esposo
—nos amamos madre, se que él está cansado, pero siempre es un excelente hombre conmigo
Así que nos casaremos y viviremos juntos, tendremos hijos y será todo perfecto— lo agarra Lore de la mano
En ese momento Alenxader recibe una llamada.
—disculpen— Alexander contesta
—señor, la señora Williams ya salió de la casa del señor Felipe, acabo de tomar un taxi
—okey— cuelga la llamada Alenxader, y luego se coloca de pie
—¿A dónde vas Alexander?— pregunto Lore, suavizando su voz, aunque está sumamente enojada
—debo... Irme, tengo un inconveniente
—dejalo ir hija, cuando somos millonarios, esas cosas pasan, él ya dijo que se va a casar contigo, entonces luego se reúnen para planear la boda
—Lore, organizarla a tu gusto, les pido un permiso, que pasen buena noche
Alexander camina hacia la salida, y Lore se fue detrás de él, al estar a una distancia, sin que sus padres los vean, Lore lo agarra de la mano.
—¡Alexander está extraño!— frunce el ceño Lore
—estas alucinando, nos vemos mañana
—¿Y mi beso?— pregunta ella
Alexander al percibir su acercamiento, coloca sus manos en el rostro angelical de Lore, y deja un casto beso en la frente, dejándola a ella con ganas de ese beso.
Alexander se marcha rápidamente hacia la mansión Williams, está hecho un demonio completamente.
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Valentina está tomando una deliciosa ducha en la bañera, sonríe al recordar la conversación que tuvo con Felipe, se siente tan agradable su compañía.
Pero siempre esa soledad, esa que ella desea que sea transformada a una compañía inagotable.
Luego de tomar una deliciosa ducha, la cual le tomó mucho tiempo porque estuvo sumida en sus pensamientos.
Valentina sale del baño, mientras seca su cuerpo con la toalla blanca, y luego su cabello, pero si habitación está oscura, además el olor a cigarro llega a sus fosas nasales llamando su atención.
Ella camina hacia el encendedor para prender la luz, pero no puedo hacerlo porque su cuerpo se tenso al escuchar su voz, aquella voz demandante y gruesa, esa voz ronca que hizo erizar su piel.
—bonita hora de llegar señora Williams
Valentina se gira lentamente, y al otro extremo de la habitación, en el mueble que queda justo a la gran ventana de cristal, Valentina puede ver con poca claridad, pero puede ver qué Alexander está sentando como todo un caballero, fumando cigarrillo y sin camisa, solo tiene puesto su pantalón y santa madre, Valentina parpadea al ver aquella escultura de hombre, que está mirándola como un lobo hambriento, aquel que se está colocando de pie y caminando en dirección a ella.
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hola estimadas lectoras, me alegra saber que tengo su apoyo, eso me causa mucha dicha 🥳
Estamos en el ranking de votos, en el N3, sigan así mis apreciadas lectoras, gracias a su esfuerzo en equipo, el día de mañana abra maratón para que estén preparadas, y alisten sus regalos, sigan dejando sus votos, y recuerda dejar el me gusta y comentario en casa capítulo, les deseo un lindo día ¿que pasará con esa pajera explosiva? leo sus comentarios
DIOS LAS BENDIGA 💜