Tu Sonrisa

Estoy entre mis pensamientos lujuriosos para con el Señor Peter, pensamientos de ternura hacia sus hijos y la incertidumbre de saber que hacía el aquí, no me había dado cuenta de que sus hijos estaban parados frente a mi.

Holas peques... ¿Como están? El mayor que tiene ya 10 años me dice: ¡Hola soy Cristopher Adams y este bebé de aqui de mi lado se llama Kevin Adams.! A lo que su hermanito Kevin reacciona y en un tono de fastidio le dice, Yo no soy ningún bebé. Hola soy Kevin, me saluda con una actitud muy caballerosa y respetuosa.

Hola amores, mi nombre es Julianna, pero me pueden llamar Juli, mis amigos y familia me llaman así. Y como los he visto aquí en mi casa creo que saben que yo soy la hija mayor de los Doctores Manuel y Willier cierto?

Ajam me contestan los 2. Bueno, dice Cristopher, creo que eres más bonita que las fotos que he visto de ti y tus hermanas. (Se me hace muy tierno, y me agacho a darle un beso, aunque miro a mi mamá como buscando el saber si está bien que lo haga, me da la aprobación y se lo doy) Eres muy amable gracias Cris. No te molesta que te llame así cierto? Y a ti te molesta si te llamo Kev? Eeeehhhmmmm, Si, ese diminutivo de mi nombre no me gusta, es como si estuviese diciendo Kiev, eso es una ciudad, no es bonito.

Yo solo lo miro asombrada, ¡Eres muy inteligente Kevin! Bueno que tal si te digo papi?

Ese está mejor, aunque no soy tu papi, pero entiendo que es un nombre cariñoso para mi. Así que si, me puedes decir papi.

Bueno está muy rica la conversación pero vallamos al patio con los demás si? Aparte que me está doliendo un poquito el pie. Veo que el Señor Peter viene super rápido a mi lado y me pregunta si necesito algo o ayuda y le digo que estoy bien, es solo que estoy cansada.

Fuimos hasta el patio donde estaban todos los demás y seguímos comiendo y riendo. Cuando ya teníamos rato entre charlas y risas me dice el Señor Peter Señorita Julianna, me tomé el atrevimiento de traerle este vino, es muy bueno y es dulce. Es un detalle para que su recuperación sea grata y satisfactoria.

Mientras Él hablaba yo lo miraba, lo detallaba, me sonrojé y pensé que en serio ¡¡¡ese hombre era la creación más bella que Dios había hecho!!!

Volví de mi pensamiento agradeciendole el gesto.

Ya había caido la noche y ya mis amigos estaban yéndose cuando el Señor Peter me pide hablar conmigo. Me entraron nervios, se me hizo un nudo en la boca del estómago, me sudaban las manos, pero ante todo era la seguridad así que me calme mentalmente...

Si? Digame que será?

Bueno, comienza Él, ya nos hemos visto un par de veces y sus padres siempre hablan maravillas de sus hijas. Ellos me habían comentado acerca de que usted estudió Lenguas y que habla 5 idiomas a la perfección. Es cierto eso?

Aaaammmm... Pues sip! conteste de manera orgullosa al saber que mis padres SIEMPRE han estado orgullosos de nosotras, nuestras elecciones y carreras... Porque me lo pregunta Sr. Peter?

Bueno sería por 2 cosas. Una es porque necesito ayuda con mi hijo Cristopher, volteamos a verlo jugar con unas herramientas que tenía mi papá en una esquina del patio. Él es muy inteligente para algunas cosas, pero muy desjuiciado para otras, necesito ayuda con Él, si usted pudiese ayudarme se lo agradecería enormemente. Y ahí como ve a mi hijo Kevin es demasiado cerrado. Le cuesta trabajo hacer amigos...

Yo solo escuchaba atentamente todo lo que estaba diciendo y viendo el amor y la tristeza que derrochan sus hermosos ojos cafés!

Me vuelvo a Él y le pregunto, Sr. Peter y porque yo?

Me dio una sonrisa ladina y triste. Porque Señorita les he presentado ifinidad de tutoras, institutrices y ninguna había logrado sacarle palabras de afirmación a mi hijo Kevin y usted no solo le sacó una, si no también una media sonrisa. Desde lo de su mamá (su cuerpo se tensó y frunció el ceño) muy pocas veces lo he visto hacerlo, y es solo con mi madre o mi familia. Así que si no es mucho pedirle estaría más que encantado de recibirla.

Y la segunda? pregunté evitando que vea mi sonrojo por todo lo que está pasando.

Bueno, pues la segunda es que yo hablo varios idiomas, pero no manejo el italiano y resulta que una de nuestras franquicias queremos llevarla allá, pero no confío en nadie y en usted siento que si puedo confiar. Terminó diciendo eso de una manera tan tranquila mientras yo siento que desfallezco!

Bueno Sr. Peter dejeme y yo hablo de todo esto de su empresa con mis padres, porque de verdad que no tengo ni idea de que hacer respecto a eso. Y de los niños, ¡Claro que SI! contesté con emoción. Cuando usted quiera comenzamos. Sonreí con emoción y hasta ternura de poder ayudar a esos pequeños que tanto han perdido a tan corta edad.

Nuestras miradas se encontraron y de inmediato tuve que desviarla porque sentía que con su mirar me estaba escudriñando el alma!