Mi Querido Esposo

A muy corta edad Alexander se dio cuenta de que a sus enemigos debía tenerlos más cerca que a sus amigos, por eso hasta ahora no había hecho nada por para echar de su casa a Amalia y a su hijo, por eso y porque se habían convertido en lo más parecido a una familia.

Además de su padre eran todo lo que tenía, pero ahora ya no estaba solo tenía a su cachorrito así que ¿Por qué tenía que seguir aguantándolos? Eso era todo lo que tenía en mente camino a la estación de policía, el imbécil de Dante se había metido en problemas otra vez y como siempre el debía resolverlo.

-encárgate de todo, le dijo a Frank, ya sabes qué hacer-

20 minutos después salieron los dos de la estación y se subieron al auto

-¿Por qué tardaste tanto? Mi ropa se a ensuciado ahora tendré que tirarla qué asco –dijo Dante, haciendo una mueca de asco

- el único que da asco aquí eres tú, así que cierra la maldita boca de una vez - le respondio

Dante se quedo callado todo el camino de regreso, al llegar a la Mansión se bajo del auto, pero Frank lo detuvo antes de que pudiera irse

-suéltame imbécil, voy a hacer que te despidan – pero Frank solo lo apretó mas fuerte

-si lo sueltas estas despedido – dijo Alexander – tráelo al despacho de Padre y si se resiste tienes todo mi permiso de golpearlo -

La sonrisa en la cara de Frank hizo que Dante no se resistiera. Al llegar al despacho Amalia y su padre ya los estaban esperando Frank prácticamente lo arrojo adentro y salió cerrando la puerta.

-¿Qué hizo esta vez?

- destrucción de propiedad privada, destruyo el lugar solo porque le pidieron que hiciera menos ruido, ¿esa es la educación que le das a tu hijo Amalia? Y tu padre ¿hasta cuándo lo vas a dejar que siga teniendo ese comportamiento? Si yo hubiera hecho algo parecido habría terminado en una academia militar – le reprocho Alexander.

Maximiliano se levanto y fue hacia Dante y le dio una sonora bofetada, Amalia se tapo la cara con las manos pero no se atrevió a intervenir

-Alexander, bloquea todas sus cuentas -

- ya lo hice - respondió este tranquilamente

- Frank ven aquí – dijo el hombre

Se abrió la puerta y entro – dígame señor

-si ya trajeron el auto de Dante ponlo bajo llave junto con la motocicleta y todo lo demás

-pero Padre -

-pero nada a partir de este momento perderás todos tus privilegios y si los quieres devuelta tendrás que ganártelos, ahora lárgate de mi vista, a y una cosa más a partir del lunes iras conmigo a la empresa, si ya no quieres estudiar tendrás que trabajar y si necesitas dinero tendrás que pedírselo a tu hermano -

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Alexander salió bastante satisfecho del despacho de su padre, eran pasadas las diez este asunto había llevado más de lo esperado, abrió la puerta de la habitación, esta tenía casi todas las luces apagadas a excepción de la pequeña lámpara en la mesita de noche, Isabela estaba sentada en la cama se puso de pie nada mas él entro, al parecer lo estaba esperando, Alexander se quedo sin palabras cuando la vio, ella llevaba una fina bata color blanco que hacia juego con el pequeño camisón que llevaba debajo, quiso encender la luz para verla mejor pero ella casi corrió hacia él y lo tomo de la camisa con sus pequeñas manos.

-no enciendas la luz, me da pena hagámoslo así – lo dijo en voz baja, parecía nerviosa, pero esa simples palabras se llevaron todo el mal humor que Alexander había acumulado durante el día, se inclino y le dio un beso, después al tomo en brazos como hacían los recién casados y la llevo a la cama, esta vez ella no cambio de opinión, él sabía que seguro ella solo lo hacía por lo que le había dicho más temprano de los gastos de su padre, rápidamente alejó esos pensamientos de su mente, sintió los dedos de Isabela clavarse en su espalda y la ropa comenzó estorbarle, se quito la camisa tan rápidamente que le arranco varios botones, el camisón de Isabela también se rompió cuando él se lo quito, quería dejar varias marcas en esa piel tan suave y así lo hizo, la joven se mordía los labios para no hacer ruido y eso solo lo hacía ir más rápido, pero estaba disfrutando tanto en momento que el mismo se obligaba a ir más lento, quería prolongarlo lo más que se pudiera.

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Por la mañana Isabela despertó, pero no quería abrir los ojos, estaba completamente sobria anoche así que recordaba absolutamente todo, sentía el cuerpo adolorido, la noche anterior él parecía no cansarse la había besado y tocado en partes que nunca la habían tocado, si bien ella no era virgen su ex novio nunca fue así en la cama, y no recordaba mucho los detalles de la primera vez que estuvo con Alexander, además estaba segura de que había tenido un orgasmo eso nunca le había pasado con Alan estaba segura.

Sintió que Alexander se movía así que abrió los ojos y de inmediato quiso cerrarlos de nuevo sintió la cara caliente, su marido dormía plácidamente como Dios lo trajo al mundo, menos mal dormía dándole la espalda, tomo la sabana y lo cubrió.

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Cora llego la habitación y toco la puerta , la señora Isabela le abrió, la joven casi se va se espaldas cuando la vio pues esta se cubría el cuerpo solo con una sabana, pero lo que llamo la atención no fue eso si no la cantidad de pequeñas marcas que le cubrían el cuello.

-entra – le dijo la señora y la tomo de la mano y la jalo hacia adentro, Cora Ahogo un grito, la ropa de los señores estaba tirada y la cama era un desastre, pero al ver que el señor seguía dormido volteo rápidamente hacia otro lado, ya no tenía dudas de lo que sus señores hicieron anoche, la señora Isabela la llevo al baño y cerró la puerta.

- necesito que me ayudes en algo -

-dígame señora ¿que necesita? -

-sabes cómo puedo cubrir esto- le dijo mostrándole los chupetones- están por todas partes -

-puedo traerle la base que me regalo mi prima es para cubrir tatuajes, ella lo usa, pues trabaja en la recepción de un hotel -

-si hazlo por favor, puedes retirarte me voy a dar un baño-

Cora salió en silencio no quería despertar al señor pero antes de llegar a la puerta este la detuvo

-Cora -

-¿dígame señor? - respondió ella sin voltear -

-tráenos el desayuno -

-sí, señor -

Fue y regreso lo más rápido que pudo al entrar encontró al señor ya levantado, puso la bandeja en la mesa

-sírveme un café - le dijo este y paso a su lado, solo estaba usando la parte arriba de al pijama así que cuando le dio la espalda noto que tenía unos rasguños en la espalda.

- eres un desvergonzado como andas así enfrente de Cora – lo regaño la señora Isabela saliendo del baño

- estoy en mi habitación puedo andar como quiera - fue su única respuesta

- puedes retirarte Cora- le dijo Isabela, cuando la empleada le entrego un frasquito

- llévate las sabanas y la ropa sucia antes de irte -

- sí, señor, por cierto hoy es día de limpieza y hay que cambiar las cortinas también -

-no te preocupes por eso, mi esposa y yo no vamos a estar en casa gran parte del día -

- ¿se puede saber a dónde vamos? ¿Por que nunca pides mi opinión al hacer planes que me involucran?– preguntó la señora poniendose las manos en la cintura.

La chica no quería estar ahí, sentía que ya había invadido la intimad de los señores mucho el día de hoy, pero aun no terminaba de llevarse las sabanas,

-ya deja de portarte como cachorrito mal educado y ven a desayunar o te voy a nalguear enfrente de Cora -

A la joven empleada se le cayeron las almohadas cuando escucho eso,

-Alexander, deja de hablar así frente a la pobre de Cora, la vas a traumar -

-por favor Isabela, ella ya no es una niña, sabe sumar dos más dos y también sabe lo que sucedió aquí anoche, pero como es una chica tan lista no dirá nada- poniéndose de pie fue hacia ella y la beso en la frente- me voy a dar un baño, mientras desayuna que vamos a ir de compras -

- ese bipolar ya se volvió loco- dijo Isabela tomando una tostada- no le hagas caso, solo está de buen humor porque tuvo sexo anoche, así que si quieres un aumento hoy es el día, es mas pídeselo te lo mereces por tener que soportarnos -

Cora salió de la habitación de los señores, sentía las orejas rojas después de todo lo que escucho, la manera en cómo se comportaban estando solos era muy diferente a como eran frente a la gente era la primera vez que veía a su jefe tan relajado, tal vez si le pediría el aumento como le sugirió la señora.

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**Este capítulo está dividido en dos partes, ya les estaré subiendo la segunda parte pronto, espero que les guste.

Gracias por leer mi historia**